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5 labores de mantenimiento sencillas que todo el mundo debería saber hacer a su coche

Venimos desde hace tiempo alertando de cómo de un tiempo a esta parte ha ido aumentando la desafección de los conductores por sus coches. Y mucho nos tememos que esa tendencia va a crecer, paulatinamente, con la incorporación de las nuevas generaciones. No vamos a ocultar que nos sentimos apesadumbrados por el hecho de que cada vez menos conductores sientan verdadera pasión, y devoción, por su automóvil. Y por mucho que nos esforcemos por transmitir ese sentimiento, mucho me temo que difícilmente vamos a conseguir revertir la situación. Pero sí vamos a lanzar nuestra feroz crítica hacia la tendencia, cada vez mayor, de pensar que un coche es un simple electrodoméstico, como una lavadora, que se utiliza una y otra vez hasta que se estropea, y entonces se cambia o se repara llamando a un técnico. Todo conductor – y repito – todo conductor debería conocer estas 5 labores mínimas de mantenimiento para evitar problemas, que a la larga se pueden traducir en graves averías, en su coche, o resolverlos. Y no hablamos de labores extraordinariamente complejas, sino de sencillas tareas que cualquiera puede llevar a cabo sin demasiados conocimientos de mecánica.

1. Revisar el nivel del aceite del motor.

Revisar el nivel del aceite tan solo te llevará un par de minutos, y puede ahorrarte muchísimos quebraderos de cabeza.

Para asegurarnos de que nuestro coche funciona correctamente, y sobre todo evitar problemas o incidencias en un viaje, es muy recomendable revisar periódicamente los niveles del lubricante de nuestro motor, especialmente si nuestro coche es antiguo o está en rodaje. A menudo con respetar los periodos de mantenimiento no es suficiente, y por diferentes causas, o incluso pequeñas fugas en el circuito, nuestro coche puede consumir o sufrir pérdidas de aceite que nos obliguen a rellenar entre periodos de mantenimiento.

Es una tarea de mantenimiento básica, que todo el mundo debería conocer. Los intervalos en que deberías realizarla siempre serán orientativos, y dependerán mucho del consumo de aceite de tu coche. Resulta aconsejable que programemos esta y otras tareas, en función del tiempo (por ejemplo, una vez al mes o cada dos meses) y el kilometraje que recorramos. También es una buena idea revisar el nivel del aceite antes de iniciar un viaje largo.

¿Cómo se revisa el nivel del aceite? Es tan sencillo como buscar la varilla del aceite, extraerla, y comprobar que el nivel del aceite se encuentra entre las dos muescas que indican en la varilla el máximo y el mínimo recomendado para los niveles de lubricante. Basta con que extraigas la varilla, la limpies con un trapo de tela que no deje restos en la varilla, la introduzcas, la vuelvas a extraer y te asegures de que los niveles de lubricante son correctos. En ningún caso es recomendable que los niveles de aceite superen el volumen máximo recomendado. La varilla es sencilla de identificar, puesto que generalmente se encuentra junto al motor y goza de un tapón con un aro en un color llamativo, a menudo amarillo. En cualquier caso el libro de instrucciones del vehículo siempre ha de indicar su posición. El nivel del aceite siempre has de revisarlo en frío, y con el vehículo parado en posición horizontal.

2. Revisar la presión de los neumáticos.

Revisar la presión alargará la vida de tus neumáticos y hará que tu coche sea más seguro.

El mantenimiento de una presión correcta en los neumáticos es crucial para alargar al máximo su vida útil, y sobre todo para evitar graves problemas que comprometan nuestra seguridad, como la pérdida de estabilidad, que se alargue la distancia de frenado, o incluso un riesgo elevado de reventón o desllantado. La revisión de la presión de los neumáticos es una tarea que no solo deberían saber hacer todos los conductores, sino que también deberían hacer periódicamente. Un estudio de 2014 revelaba que la mitad de los coches inspeccionados circulaba con una presión excesivamente baja en sus neumáticos.

¿Cómo se revisa la presión de los neumáticos? Revisar la presión es sumamente sencillo (ver cómo revisar la presión de los neumáticos) y no te llevará más de 5 minutos. Puedes aprovechar el momento en que acudas a una estación de servicio a repostar para comprobar la presión y ajustarla si fuera necesario. Aunque en los últimos años se han impuesto los manómetros que exigen pagar para ajustar las presiones, aún quedan muchas estaciones de servicio en las que sigue siendo gratuito. Resulta aconsejable tener una estación de servicio habitual para realizar esta tarea, sobre todo para evitar problemas, como que en una gasolinera determinada sus manómetros no funcionen correctamente (a veces sucede). También has de recordar que la presión debe revisarse en frío. Es decir, revísala tras haber recorrido pocos kilómetros (de casa a la estación de servicio) y no tras un largo viaje.

La presión recomendada para los neumáticos de tu coche la encontrarás en el libro de instrucciones y/o en un adhesivo que suele encontrarse en el perfil de la puerta, el alféizar…

3. Cambiar una rueda.

Si tu coche dispone de rueda de repuesto aprender a cambiar una rueda te ahorrará muchos quebraderos de cabeza, y esperar a la asistencia en carretera, si pinchas un neumático.

Teóricamente todos los conductores deberíamos saber cómo cambiar un neumático. Teóricamente… Una encuesta de Goodyear en 2012 se encontró con que solo una cuarta parte de los conductores jóvenes europeos sabía cómo cambiar una rueda. Muchos conductores apelan al servicio de asistencia en carretera para resolver este problema, cuando en realidad es una tarea sumamente sencilla, que aunque solo sea por precaución todos los conductores deberían saber cómo realizar (nunca sabes cuando te vas a encontrar con un pinchazo en el coche).

También es importante conocer los neumáticos de nuestro coche y la solución empleada para atender esta emergencia. El conductor de un coche equipado con neumáticos run flat no tendrá la necesidad de cambiar una rueda. Los conductores de coches con ruedas de repuesto sí han de conocer cómo se realiza esta maniobra y asegurarse también de que la rueda de repuesto cuenta con la presión adecuada para su uso, algo que también deberíamos vigilar periódicamente y que generalmente se descuida. También hemos de ser conscientes de que las ruedas de repuesto temporales, conocidas coloquialmente como “galletas”, también tienen unas condiciones de uso muy limitadas, tanto en velocidad, como en distancia a recorrer hasta arreglar el neumático pinchado.

¿Cómo se cambia una rueda? Nuestro consejo siempre pasa por practicar la maniobra para evitarnos con sorpresas cuando nos encontremos con un pinchazo. Es importante para aprender cómo colocar el gato (ha de situarse en una posición muy concreta de los bajos de tu coche, que suele venir indicada con una muesca en los propios bajos y en el manual de instrucciones del coche). También es importante aprender a manejar la llave para aflojar y apretar las tuercas, y emplear una técnica tan básica como la de aflojar y apretar en cruz, empezando por una tuerca y siguiendo por la que está situada justo en su diagonal.

4. Cambiar las escobillas del limpiaparabrisas.

El primer elemento de seguridad de tu coche es el que se interpone entre tus ojos, en el habitáculo, y el exterior. Un parabrisas limpio es garantía de seguridad. Y un limpiaparabrisas estropeado no limpiará bien y dañará tu parabrisas.

Es fácil identificar una escobilla en mal estado, basta con comprobar que la limpieza de la luneta es irregular, o incluso que chirría cuando comienza a llover y activamos los limpiaparabrisas. Jamás deberías dejar que se llegase hasta esa situación, puesto que la correcta limpieza del parabrisas es una cuestión esencial para tu seguridad, y una escobilla en mal estado puede provocar arañazos en el parabrisas. Resulta especialmente recomendable comprobar que las escobillas se encuentran en buen estado antes de la llegada del otoño, por el aumento de las precipitaciones y por el hecho de que el calor y la exposición a la luz solar del verano pueden haber degradado estas escobillas.

¿Cómo se cambian las escobillas? Existen diferentes sistemas de limpiaparabrisas, y con cada uno de ellos suele cambiar ligeramente la conexión de la escobilla con el brazo que oscila sobre tu parabrisas. Generalmente estas escobillas se conectan al brazo mediante un clip muy sencillo. Salvo algunas excepciones, no suele ser complicado encontrar escobillas compatibles con nuestro coche, no solo en el taller oficial de la marca, sino también en hipermercados o tiendas específicas de accesorios y repuestos para automóviles.

5. Cambiar una bombilla.

Conoce bien la tecnología de iluminación de tu coche y si aún te permite remplazar lámparas en los faros o los pilotos traseros aprende a cambiarlas para evitar problemas.

Aunque esta tarea haya quedado obsoleta con la llegada de los faros de Xenon, los faros LED, y los pilotos LED, como mínimo deberíamos saber la tecnología concreta que emplea la iluminación de nuestro coche y comprobar periódicamente su correcto funcionamiento. Para comprobar los faros basta con pedir a alguien que nos ayude e ir conectando la iluminación de posición, corto y largo alcance, antinieblas, luz de freno y marcha atrás, para asegurarnos de que no hay ningún problema. Por su tecnología, tanto los faros Xenon, como los faros y los pilotos LED, no deberían ser tan propensos a sufrir un problema como una lámpara incandescente, una bombilla, que con el tiempo, el uso, u oscilaciones en la intensidad de corriente, pueden fundirse. Y nunca sabes cuándo se te puede fundir un faro, con lo cual es recomendable conocer cómo se deben sustituir las bombillas e incluso ser precavidos, y revisar que todas funcionan correctamente antes de iniciar un viaje largo, especialmente si viajaremos de noche o en condiciones meteorológicas adversas.

¿Cómo se cambian las bombillas? En los faros modernos hemos llegado a un punto en que cualquier avería en el sistema de iluminación exige pasar por el taller. Incluso en coches más antiguos que aún conserven iluminación incandescente, la tarea de desmontar un faro para cambiar una bombilla se ha complicado sumamente por el hecho de que por cuestiones de seguridad y ahorro de espacio, o incluso diseño, se utilicen sistemas de anclaje que definitivamente no son tan sencillos como los empleados por los coches de antaño. Si tu coche emplea lámparas incandescentes, en el manual de instrucciones encontrarás una guía sobre cómo desmontar el faro y remplazar las bombillas.

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David Villarreal

En 2007 comenzaba su andadura en los medios en internet y en el mundo del motor. Dos años después David se unía a uno de los proyectos incipientes de la prensa del motor, el de Diariomotor. Seguir leyendo...

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