Lamborghini, Ferrari, McLaren, Pagani, Bugatti, etcétera, etcétera, son fabricantes que crean deportivos bajo un concepto muy particular: el motor reposa tras la espalda del conductor, pero no más retrasado que el eje posterior. Esa característica – presente en el Lamborghini Miura – garantiza prestaciones, agilidad, y diseños realmente atrevidos que difícilmente hubieran sido posibles con el motor en el morro. Y esa fue la gran aportación de Ferruccio Lamborghini a la historia del automóvil, apostar por un concepto atrevido que ya estaba dando mucho de qué hablar en la competición. El Lamborghini Miura se presentaba hace ahora 50 años para dar la bienvenida, de alguna forma, al superdeportivo moderno.
El Lamborghini Miura se presentaría en el Salón de Ginebra de 1966, hace medio siglo. Meses después de que Lamborghini hubiera generado un gran revuelo en el Salón de Turín en el que ya se había mostrado parcialmente, y eso que todo lo que presentaron fue un chasis.
La reacción del público ante aquel chasis que anticipaba un deportivo de altos vuelos y motor central fue tan favorable que Ferruccio daría vía libre a Marcelo Gandini para crear una obra de arte sobre ruedas. Una obra de arte que se presentaría bajo la denominación P400.
Lo que quizás no supieras es que el trabajo de Gandini y el estudio Bertone fue tan intenso que el Lamborghini P400 presentado en Ginebra no fue terminado hasta unos días antes de su presentación oficial.
Tales fueron las prisas para terminar el trabajo y presentarlo en Ginebra que no hubo tiempo para comprobar si era posible introducir el V12 de Lamborghini en el vano del motor. Hasta el punto en que Lamborghini decidió presentarlo sea como fuere, sin motor, rellenando ese espacio con lastre, y asegurándose que nadie de la prensa tuviera la osadía de abrirlo para encontrárselo completamente vacío. Dicen que Ubaldo Sgarzi, responsable de ventas y mano derecha de Ferruccio, se pasó todo el Salón de Ginebra inventando excusas y trucos de disuasión para distraer a los periodistas que se acercaban con el interés de ver el motor de este deportivo.
La reacción de los asistentes a Ginebra ese año fue tal que Ferruccio apresuró su lanzamiento para que comenzara a producirse cuanto antes, unas semanas después de presentarse.
Y el resto de la historia probablemente ya la conozcas. Lamborghini creó un deportivo de 350 CV que alcanzaba los 280 km/h y aceleraba de 0 a 100 km/h en 6,7 segundos. Cifras espectaculares para la época. De esta primera iteración del Miura se producirían 475 unidades, aunque más tarde Lamborghini seguiría rizando el rizo con una nueva versión de 370 CV, e incluso una edición aún más radical, el Miura SV, con 385 CV de potencia.
Fuente: Lamborghini
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