El mundo de las subastas siempre nos deja verdaderas locuras en cuanto coches y astronómicas cifras con cada puja, pero por regla general los coches que cambian de mano suelen ser clásicos de la historia del automóvil, unidades muy exclusivas o superdeportivos. Por eso, nuestra sorpresa ha sido mayúscula al descubrir este London Taxi infiltrado en la última subasta del Amelia Island, encontrando un «afortunado» comprador que ha pagado por él nada menos que 77.000 $.
No seré yo quien niegue de la estética e historia del archiconocido London Taxi, pero de ahí a verlo como objeto de subasta hay bastante, más aún teniendo en cuenta que no existe valor histórico ninguno al estar ante un modelo TXII de 2004. Esta unidad apenas cuenta con 2.030 millas en su odómetro, 3.267 kilómetros, y hasta el momento de su subasta fue usado como vehículo de transporte ocasional para hacer trayectos hasta el aeropuerto de Miami.
Entre las peculiaridades de este London Taxi, nos encontramos con un motor Ford de 2.4 litros turbodiésel con 90 CV que se presenta como fiable, eficiente y capaz de cumplir con las exigentes normativas anticontaminación californianas, algo que no es nada fácil. El modelo TXII cuenta con homologación para circular por las carreteras de EE.UU. y Canadá, por lo que su nuevo propietario podrá recorrerse todo América del Norte conduciendo el coche más británico que existe. Curiosamente, al no tratarse de una unidad importada de la flota de taxis británica, el London Taxi subastado tiene volante a la izquierda.
En EE.UU., y con 77.000 $ de presupuesto, ya te adelantamos que puedes llevarte a casa coches muy pero que muy interesantes, desde un Ford Mustang firmado por Shelby a un Dodge Challenger SRT Hellcat, pasando por infinidad de berlinas y pick-ups con bastantes caballos de potencia. Pero el London Taxi tiene algo que fascina a los norteamericanos, y de hecho es bastante habitual ver a estos coches cambiando de manos entre coleccionistas de aquel lado del Atlántico. Su diseño retro, su planteamiento y su funcionalidad lo han convertido desde hace muchos años en un coche por el que ciertos norteamericanos están dispuestos a pagar una alta suma de dinero.
Fuente: RM Sothebys
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