Hoy en día damos por hecha la existencia de las cajas de cambio de doble embrague, pero lo cierto es que apenas llevan unos años disponibles para el mercado de masas. El Grupo Volkswagen fue el primer consorcio en comercializarlas, y en su seno está su origen. Lo que quizá no sabías es que el origen de las cajas de doble embrague está en Porsche, y la denominación PDK es bastante más antigua que «DSG». Hoy, hacemos un viaje en el tiempo a los albores de las cajas de cambio de doble embrague…¡a la era del Grupo B!
Las primeras patentes de las cajas de cambio de doble embrague son anteriores a la Segunda Guerra Mundial, pero nunca fueron puestas en práctica. El verdadero desarrollo comenzó en los años 80 por Automotive Products, bajo la supervisión de Harry Webster. Tras ser patentadas en 1981, el desarrollo fue vendido a Volkswagen/Porsche, interesada en aplicarlas a sus vehículos de competición. Bajo el mandato de un tal Ferdinand Piëch – entonces empleado en Porsche – comenzó su adaptación a los Porsche 956 y 962.
Otra aplicación al Motorsport de aquellas primitivas cajas PDK desarrolladas por Porsche fue el Grupo B. El Audi Sport Quattro S1 las comenzó a montar a finales del año 1985. Eran cajas de cinco relaciones, con baño en aceite para sus embragues multidisco, y eran simplemente conocidas por el público como cajas automáticas. Estas PDK permitían al Audi del Grupo B cambiar de marcha sin levantar el pie del acelerador, en un tiempo récord. No había caja de cambios más eficaz en el mundo de la competición a mediados de los 80.
Los Audi Sport Quattro S1 eran máquinas increíblemente rápidas. Con su motor 2,1 de cinco cilindros sobrealimentado por encima de los 500 CV, y la caja de cambios PDK, podían hacer el 0 a 100 km/h en 2,6 segundos. Su batalla de sólo 2.204 milímetros lo convertía en un coche nervioso, que exigía manos de oro a pesar de disponer de un eficaz sistema de tracción total permanente. Fue el gran Walter Röhrl el que estrenó en noviembre de 1985 el Audi Sport Quattro S1 con caja PDK en el Semperit Rally, en Austria.
La victoria del Sport Quattro S1 E2 – Evolution, en una categoría casi sin regulación – fue demoledora, finalizando a 19 minutos del siguiente competidor. En el vídeo se puede comprobar los cambios de marcha casi instantáneos. Cambios de marcha que confundían a su copiloto, que se perdía en sus propias notas, no acostumbrado a semejante ritmo. En el Rally Lombard RAC de Inglaterra, Rörhl no llegó a finalizar, saliéndose del trazado antes de tiempo. El piloto alemán achacó a la caja PDK su ritmo excesivo en la etapa.
El legendario Dieter Basche – uno de los ingenieros de Audi Motorsport responsables del proyecto Sport Quattro – llegó a su límite físico con el Sport Quattro S1 E2 y su caja de cambios de doble embrague. Tras una rapidísima etapa sobre gravilla en Grecia se bajó del coche y dijo «no más». La temporada 1986 de los rallye del Grupo B fue fatídica. Varios pilotos y espectadores perdieron la vida: el consenso era que los coches eran demasiado rápidos. La prohibición del Grupo B frenó en seco el desarrollo de las cajas PDK.
Aunque se usaron en resistencia durante más tiempo, no se pensó en sus aplicaciones al mercado de masas. Fue en 2003 que el Grupo Volkswagen sorprendió con dos cajas de cambio de doble embrague, presentadas como gran novedad en dos coches de pura imagen: el Volkswagen Golf R32 y el Bugatti Veyron. ¿Adivináis quién estaba tras estos dos proyectos? El mismísimo Ferdinand Piëch, que cerraba el círculo iniciado por los Porsche 956 en el lejano año 1983. Hoy, millones de vehículos de todo tipo y marca usan este tipo de cajas de cambio.
Fuente: Black Flag | Urquattro
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