Era un día soleado, y una pareja de la Guardia Civil tenía instalado su radar camuflado en el kilómetro 4 de la autopista de peaje R4, entre Pinto y Parla. Lo que no podían imaginarse es que su turno iba a saldarse con lo que a todas luces es el mayor exceso de velocidad que han captado los radares de la Guardia Civil. En un instante, un Porsche pasaba a toda velocidad a su lado, tan rápido que apenas tuvieron tiempo de identificar con claridad el color. Cuando contemplaron el cinemómetro imagino que no darían crédito a lo que veían sus ojos, el radar había detectado a un Porsche 911 Carrera a 297 km/h.
Según mencionan algunos medios (El Español) el conductor era un discapacitado con algunas restricciones para conducir vehículos de motor, y además le había sido retirada la licencia por haber agotado todos los puntos del carné. También se menciona que el conductor, español y de 36 años, tuvo que recibir una silla de ruedas para desplazarse tras ser detenido. En su haber existirían antecedentes por diferentes delitos, contra el patrimonio, y relacionados con el tráfico de estupefacientes.
Nuestras fuentes nos confirman la información que publicaba EFE, apuntando a que el conductor no era propietario del coche, sino un cliente que estaba probándolo para comprarlo. Al parecer el conductor habría acudido a un concesionario con un acompañante para probar un Porsche 911 Carrera 4S Cabriolet, con el objetivo de adquirirlo.
El conductor estaba probando un Porsche 911 Carrera 4S Cabriolet en color gris plata, muy parecido al de esta foto (el de la foto es un Carrera S Cabriolet).
La pregunta retórica que nos hacemos, y la que seguro se estará haciendo el responsable, a tenor de las consecuencias legales a las que tendrá que enfrentarse ahora, es si era necesario poner un Porsche 911 a 297 km/h para probarlo. La respuesta no puede ser más sencilla, ¿no crees?
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