Hace apenas unas horas publiqué un artículo sobre el nuevo Jeep Grand Cherokee Trailhawk, un avanzado SUV de amplias capacidades todoterreno, cargado con amenidades como suspensión de aire o una caja de cambios reductora. Una buena máquina, cuyo precio a todas luces superará los 45.000 dólares en Estados Unidos. Me he puesto a pensar sobre el mercado español, y he caído en la cuenta de que no es necesario gastarse ni siquiera 15.000 euros para tener en el garaje un todoterreno tanto o más capaz. Se llama Suzuki Jimny.
¿Por qué es el Suzuki Jimny un coche tan especial?
El Suzuki Jimny es uno de los coches más veteranos de nuestro mercado. Lleva a la venta desde el año 1998, con ligeros cambios que no han modificado más que su motor y algunos detalles de equipamiento. Creo sinceramente que es el todoterreno más puro y barato del mercado actualmente. Es una pura cuestión de sencillez: aunque los Jeep Wrangler o Mercedes Clase G pueden ser más capaces y tecnológicos, son mucho más caros y pesados que este Jimny. El sucesor del Samurai es ligero, fiable, con amplias posibilidades de personalización y barato.
Antes de desglosar su gama, ¿por qué es el Jimny especial? Para empezar, su plataforma es la que debería tener un todoterreno: un robusto chasis de largueros y travesaños. A pesar de que sólamente mide 3,54 metros de longitud -en Japón se vende como Kei Car – lleva un sistema de tracción total conectable, con caja de cambios reductora de cinco relaciones. El Suzuki Jimny está únicamente disponible con un bloque M13A, un gasolina atmosférico de 1,3 litros de cilindrada, cuya potencia máxima es de unos modestos 85 CV a 6.000 rpm.
Situado en posición delantera longitudinal, mueve sólamente el tren trasero cuando tenemos desconectada la tracción integral. Es un coche lento y tragón a pesar de que su peso es de 1.060 kg: acelera hasta los 100 km/h en 14,1 segundos, su punta es de 140 km/h y homologa 7,1 l/100 km. Pero si compras un Suzuki Jimny por sus prestaciones o consumos, te estás equivocando de coche. Brilla fuera del asfalto, donde su altura mínima al suelo de 19 centímetros se alía con unos ángulos todoterreno líderes en el mercado.
Su ángulo de ataque es de 34º, mientras que su ángulo de salida es de 31º. Impresiona mucho más un ángulo ventral de nada menos que 46 grados, con el que no tiene problema alguno en superar enormes inclinaciones o navegar entre rocas. ¿Había mencionado que tanto su eje delantero como trasero son rígidos? El Jimny es un favorito de flotas de empresas de ingeniería civil y el favorito de muchos aficionados al todoterreno: una enorme comunidad de aficionados – que data del Samurai – respeta y aprecia a este pequeño off-roader.
Estéticamente es un coche correcto, con un punto casi exótico y un diseño que no ha pasado de moda. Las actualizaciones de Suzuki han sido sutiles pero correctas. No obstante, no todo son rosas: como antes hemos mencionado, es un coche muy pequeño, tiene cuatro plazas y sus 113 litros de maletero son sencillamente de risa. En lo tocante a la seguridad, tiene ABS, ESP y dos airbags delanteros – ni siquiera de llegó a someter a las pruebas EuroNCAP. A pesar de todo, conviene recordar su muy competitivo precio.
Arranca en 13.695 euros, incluso sin tener opción a descuentos por el Plan PIVE. Este acabado básico JX tiene aire acondicionado, llantas de chapa de 15 pulgadas, elevalunas manuales y radio con dos altavoces. Es el coche ideal para transformar en una máquina todoterreno de alto calibre, o el indicado para flotas. El resto de acabados suman amenidades, pero nunca podrá equipar climatizador, control de velocidad de crucero o un navegador. Por supuesto, no hay opción a caja de cambios automática u otra motorización.
Es un coche relativamente rudo, arcaico, e incómodo, pero con unas capacidades todoterreno sin igual. Y mucha personalidad, por eso nos encanta.
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