Los planes de Audi para lanzar un superdeportivo se remontan muchos años atrás, desde mucho antes que conociéramos el aspecto del Audi R8, y supiéramos que Audi quería jugar en otra liga. Hace un cuarto de siglo los ingenieros de Audi ya estaban trabajando en un deportivo de altos vuelos. En 1991 se presentaba el Audi quattro spyder, un deportivo espectacular que sorprendentemente se mostraba con un aspecto prácticamente definitivo, como para colocarlo tal cual en el expositor de un concesionario. Por desgracia aquella idea no prosperaría, y el primer Audi R8 no llegaría hasta 15 años más tarde. ¿Qué sucedió para que el Audi quattro spyder no llegase jamás a los concesionarios?
Mientras Audi se resistía a confirmar si aquel deportivo llegaría, o no, a la calle, en los concesionarios llegaron a acumularse miles de peticiones de reserva de clientes que no solo querían ese deportivo en su garaje, sino también ser los primeros en tenerlo. La cifra – si os he de ser sinceros – me parece un tanto descabellada, pero al menos eso es lo que nos cuentan desde Audi.
Si aparentemente el éxito del Audi quattro spyder estaba garantizado, ¿por qué no llegaría jamás a los concesionarios?
El Audi quattro spyder era, por decirlo de alguna forma, un buen anticipo de lo que veríamos años más tarde, y no solo me refiero a deportivos como el R8 y el TT. Audi ya ofreció un anticipo de lo que ahora conoceríamos como el Audi Space Frame, una estructura y una carrocería en aluminio para reducir la masa hasta cifras realmente bajas. El Audi quattro spyder solo marcaba 1.100 kilogramos sobre la báscula. A finales de los noventa esa tecnología llegaría a un turismo tan modesto como el Audi A2 (ver 10 curiosidades del Audi A2), que no nos cansaremos de decir fue todo un adelantado a su tiempo.
Para este deportivo se optó por una arquitectura de motor central, instalado tras sus dos plazas traseras, como hoy veríamos en un Audi R8. Por esa razón este Audi quattro spyder ya gozaba, salvando las distancias, de unas proporciones muy parecidas a las de lo que hoy conocemos como R8.
Lejos de derrochar potencia, el Audi quattro spyder se conformaba con un motor V6 de 2.8 litros y 174 CV de potencia. En ese punto seguramente habría margen para mejorar, aunque también hemos de recordar que en aquellos años un Porsche 911 (964) Carrera 2 acariciaba los 250 CV de potencia.
Audi construyó dos prototipos, uno de los cuales se exhibirá la semana que viene en el Techno Classica de Essen. Y la razón por la cual jamás llegaría a los concesionarios, incluso teniendo en cuenta que miles de clientes estaban dispuestos a adquirirlo, es que Audi jamás encontró la vía para hacer que aquel proyecto fuera viable.
Audi se había propuesto el objetivo de comercializar este deportivo por 100.000 marcos alemanes. Un objetivo que jamás conseguiría y llevaría al proyecto del Audi quattro spyder a un cajón.
Fuente: Audi
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