Nos encantan los deportivos con cambio manual, pero por desgracia, cada vez son menos frecuentes. No hablo de GTIs como el Opel Astra OPC o el Ford Focus RS, os hablo de deportivos de verdad. Máquinas de alta cilindrada con propulsión trasera o integral. Coches como el BMW M4 o el Lexus RC F, sin ir más lejos. Apenas se venden deportivos con caja de cambios manual, porque apenas nadie los demanda. Pero en Diariomotor somos fans de las causas perdidas, y por ello hemos recopilado una lista de coches con motor V8 y cambio manual. Es realmente corta, por desgracia.
1) Ford Mustang GT. El muscle car por excelencia, desde 46.500 euros
Si quieres un motor de ocho cilindros, y tener tres pedales, el Ford Mustang GT -5.0 V8 de 421 CV – es la forma más barata de conseguirlo. En su carrocería coupé, el precio arranca en 46.500 euros, y aumenta en 4.000 euros si prefieres escuchar con más claridad su sonido a cielo abierto. Personalmente no concibo un muscle car sin un buen motor de ocho cilindros, y lo prefiero con un buen cambio manual antes que una caja automática. Es como las cosas se llevan haciendo desde hace décadas en América, y es como se hacen cuando el músculo vuela a Europa.
No tengo nada en contra de las cajas automáticas, pero en un vehículo de disfrute como es el Ford Mustang, me parecen obligatorias. Aún así, y de forma muy razonable, Ford ofrece un cambio automático opcional en su pony car – con un sobreprecio de 3.000 euros sobre la versión manual. El mercado manda, y en muchos casos nadie demanda tres pedales en un deportivo, pero deberían saber que en este caso el Mustang manual no pierde un ápice de prestaciones – si bien su consumo medio homologado es 1,5 l/100 km superior…
2) Aston Martin Vantage, lujuria británica desde 132.314 euros
Mucho me temo que el Aston Martin Vantage es bastante más caro que el Ford Mustang GT. El benjamín de Aston Martin ha sido un deportivo concebido desde su origen para montar caja de cambios manual, aunque dispone de una caja Sportshift automática de forma opcional. Su motor 4.7 V8 también desarrolla 421 CV de potencia y de nuevo, aunque la versión automática tiene prestaciones idénticas a la versión de tres pedales, su consumo medio homologado es 1,2 litros inferior. Aunque quizá no sea importante cuando el coche cuesta lo que un piso.
En las versiones descapotables del Aston Martin Vantage se repite la disponibilidad de cambio manual, aunque en sus versiones S – 436 CV y un tren de rodaje más deportivo – no existe opción a cambio manual. El tope de gama de Aston Martin en nuestro país es el increíble V12 Vantage, con 517 CV de potencia procedentes de un motor V12 atmosférico de 6,0 litros. Un verdadero unicornio, ya que es el único coche del mercado con 12 cilindros con cambio manual de serie. Hace casi una década que los superdeportivos V12 abandonaron los manuales.
3) Una buena parte de la gama Morgan: Plus 8, Aero Coupé y Aero SuperSports
Por último, tres vehículos fabricados por Morgan, los fantásticos Plus 8, los Aero Coupé y los Aero SuperSports. ¿Qué les une? Una caja de cambios manual de seis relaciones conectada al mismo propulsor: un 4.8 V8 atmosférico de 367 CV de potencia y origen BMW. Es el mismo motor que montaba hace años el BMW X5 4.8i, sin ir más lejos. Son los modelos más deportivos de la marca inglesa de nicho, aunque el Plus 8 aún conserve una estética ciertamente retro, aderezada con más deportividad que los arcaicos 4/4, con llantas de radios.
Los Aero Coupé – y su versión descapotable Aero SuperSports – son coupés de altas prestaciones con un aspecto mucho más moderno, diseñados para un uso en circuito. Todos ellos disponen de versión automática opcional, pero dudo que a muchos compradores de Morgan se les pase el detalle por la cabeza. En ninguno de los casos son máquinas asequibles: el Plus 8 4.8 es el más barato del trío y cuesta la friolera de 130.000 euros en nuestras fronteras. El Aero SuperSports supera con holgura los 180.000 euros.
¿Notas el patrón común en estos coches?
Tres sagas muy atípicas, con patrones comunes. Todos son vehículos de nicho, legados a la tradición de sus respectivas marcas. En el caso de Morgan, anclados de un pasado del que nunca han salido. Son fósiles vivientes, vestigios de una época pasada que tienen un pequeño hueco en mercado, y un público muy fiel. Por desgracia, son anacronismos, y quien busca una berlina potente como un Porsche Panamera, o deportivos ejecutivos como los Audi RS5 o Mercedes-AMG C 63 ya no piensa en tres pedales. ¿Nos hemos vuelto cómodos?
¿Acaso no disfrutaríamos más sacrificando aceleración y tiempos de vuelta a cambio de más sensaciones? Supongo que es lo que se dice cuando uno no tiene dinero para permitirse ese tipo de coches.
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