Estos días se ha puesto de actualidad, de nuevo, la tecnología que podría equipar el próximo Renault Clio. Aún es pronto para hablar de ello, recordemos que la última generación de Renault Clio se presentó hace tan solo cuatro años, en el Salón de París de 2012. Lo cual no quiere decir que debamos prestar mucha atención a lo que desde Renault están preparando para su utilitario, que no por ser el más pequeño, es menos importante. De hecho, si nos atenemos a lo visto en los últimos años, es muy probable que el próximo Renault Clio suponga un antes y un después en lo que a tecnología, y avances en pos de una movilidad más eficiente, se refiere. ¿Qué podemos esperar del nuevo Renault Clio?
1. El sistema híbrido de Renault Scénic, Mégane y Mégane Sport Tourer.
No es ningún secreto que Renault está trabajando para conseguir la hibridación de toda su gama de productos. Hace unos días os hablábamos del sistema híbrido del nuevo Renault Scénic Hybrid Assist y os contábamos que estamos ante un sistema que, a pesar de ser muy diferente al ya aplicado por la competencia, como el Toyota Prius, parece realmente interesante. Interesante porque Renault ha recurrido a un sistema en el que el motor térmico siga siendo el gran protagonista, con un motor diésel, cambio manual, una batería muy compacta, y un circuito eléctrico de 48 voltios. Todo apunta que estaremos ante una solución mild hybrid, un híbrido asequible, con unos consumos muy bajos, incluso para un diésel, y sin la complejidad de otros híbridos.
En conversaciones con Auto Express, Bruno Ancelin, Executive Vice-President de Renault, reconoció que este sistema híbrido se extenderá por la gama Renault, incluido su nuevo Clio.
2. Un sistema híbrido aún más avanzado.
Renault aún sigue descartando el híbrido enchufable como alternativa por una cuestión de costes. Pero estaréis conmigo en que jugársela a una única carta, la del diésel híbrido, y más en estos tiempos que corren, no parece demasiado sensato.
Es por eso que hemos recordado el prototipo Renault Eolab, el mismo que probamos hace dos años (ver prueba del Renault Eolab). Renault nos recordó que en 2018 sus coches habrían estrenado 50 de las 100 tecnologías anticipadas por ese prototipo, y que en 2022, habrían llegado a estrenar 90 de esas 100 tecnologías. Es decir, más de la mitad de los avances que probamos en aquel prototipo llegarán a la calle para el tiempo en que el Renault Clio de la próxima generación aterrice en los concesionarios.
El Renault Eolab sí empleaba una mecánica híbrida enchufable, que quizás podría simplificarse para ahorrar peso, y dinero, en baterías, aunque por el camino no se consiga la cifra de 1.0 litros/100 kilómetros que hubiera homologado el Eolab según el ciclo europeo. No solo nos interesa su mecánica, sino también su transmisión. Renault también nos presentó un cambio de tres marchas (ver el cambio híbrido de tres marchas de Renault), diseñado específicamente para híbridos, que con nueve modos de funcionamiento sería más que suficiente para garantizar confort y prestaciones en un híbrido.
3. Un utilitario ultraligero.
Si Renault cumple con lo prometido, es muy probable que el nuevo Renault Clio se nutra de materiales ligeros, un tanto «exóticos», nótese el entrecomillado. No es habitual que nos encontremos con un utilitario asequible que, por ejemplo, goce de una carrocería ensamblada con un alto porcentaje de aluminio. Pero este sí podría ser el caso. En el prototipo Renault Eolab no solo vimos cómo Renault estaba trabajando con Magnesio, con el que podrían hacer que el techo del nuevo Clio pesase solo 4 kilogramos. También vimos otras aplicaciones más plausibles a medio plazo, como la fibra de vidrio, o el aluminio, y un exquisito trabajo de ingeniería para aligerar el peso estudiando paneles, lunas, revestimientos interiores, y cualquier elemento susceptible de añadir peso.
4. Grandes progresos en aerodinámica.
Otro de los pilares fundamentales en ese hipotético Renault Clio eficiente del futuro sería el trabajo aerodinámico. Tuvimos ocasión de probar un Renault Eolab con suspensiones neumáticas capaces de oscilar en altura 25 milímetros, para facilitar el acceso, y el confort en tramos mal pavimentados, y pegarse al asfalto en carretera. Renault también inundó la carrocería de este prototipo con aletines activos, que se abrirían y cerrarían automáticamente en función de la velocidad que alcanzásemos, como los radios de unas llantas capaces de carenarse por completo para reducir las turbulencias aerodinámicas, y abrirse para refrigerar los frenos. ¡Renault llegó incluso a eliminar los retrovisores!
5. Neumáticos muy altos y muy estrechos.
Sin ir más lejos, las llantas de 20″ de serie en el nuevo Renault Scénic son un buen ejemplo de lo que sucederá en los nuevos Renault en los próximos años. Renault apuesta por neumáticos extraordinariamente altos, que además encajarán bien en la estética del producto, pero a la vez estrechos (ver nuestra prueba del neumático del futuro). El prototipo Renault Eolab que probamos hace dos años contaba con llantas de 17″ y neumáticos con 145 milímetros de anchura. Es probable que nos tengamos que acostumbrar a estas dimensiones en los próximos años, e incluso que la idea no nos resulte demasiado descabellada.
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