El mundo se divide en dos tipos de conductores, los que tensan el freno de mano pulsando el botón de desbloqueo, y los que lo tensan dejando que suene ese característico crack de carraca. La razón por la cual los primeros pulsan el botón de desbloqueo, el mismo que nos sirve para retirar el freno de estacionamiento y reanudar la marcha, pasa por evitar un sonido desagradable, y a menudo la creencia de que así están protegiendo el freno de estacionamiento de averías. ¿Pero de verdad estamos dañando nuestro freno de estacionamiento si tiramos de la palanca sin pulsar el botón?
¿Por qué se escucha ese crujido cuando tensamos el freno de mano? La razón no es otra que la naturaleza del mecanismo que emplea un freno de mano o estacionamiento. Bajo la palanca nos encontramos con una carraca, un disco dentado y un diente que encaja perfectamente en sus muescas para retenerlo. La misión de una carraca es sencilla, permitir el movimiento del disco dentado en un único sentido, y retener en el contrario, salvo que pulsemos el botón de desbloqueo, que repliega el diente y nos permite desplazar la palanca, y por ende el disco, en ambos sentidos.
Eso quiere decir que, pulsando y sin pulsar el botón, la palanca puede desplazarse en un sentido, para tensar el freno de estacionamiento. Para destensarlo, por contra, solo podremos realizar la maniobra pulsando el botón, soltando el diente de la carraca. El mecanismo es exactamente el mismo que el utilizado por una llave de carraca, que al apretar ejerce resistencia, y que al desplazarla en sentido contrario no presiona la tuerca para facilitarnos el trabajo, y viceversa si la carraca está en el modo para aflojar tuercas.
En el vídeo superior, del canal Engineering Explained (si os gustan estas cosas os recomiendo que os suscribáis), nos explican mejor cómo funciona. En él ya vemos que ese sonido de la carraca no tiene que ver con el del mecanismo que realmente tensa los frenos. El sonido de carraca se debe al sistema que se encarga de retener la palanca, y por ende el freno de estacionamiento, en la posición deseable para evitar que el coche se desplace por una pendiente.
La realidad no es otra que esa carraca ha sido diseñada para que desplacemos la palanca haciendo ruido, sin pulsar el botón. Como una llave de carraca ha sido diseñada para hacer ruido y facilitarnos la maniobra de aflojar o apretar una tuerca. Por lo tanto, teóricamente no hay ningún problema en tirar de la palanca sin pulsar el botón, aunque evidentemente la fricción es mayor que si lo pulsamos, y la fricción conlleva desgaste, por mínimo que este sea. En cualquier caso estoy de acuerdo con el protagonista del vídeo en que una carraca, salvo por problemas en el mecanismo, debería resistir la vida útil de un automóvil, y aunque la fricción genere desgaste, no debería llegar hasta el punto en que se produzca una avería. Los problemas con el freno de estacionamiento más habituales se producen por falta de tensión, u otros problemas con los frenos que bloquean las ruedas.
Al tensar el freno de mano pulsando el botón también hemos de tener cuidado, especialmente si realizamos la maniobra muy rápido. Es importante que soltemos el botón primero, para bloquear el disco dentado, y después la palanca, y no al revés. De hacerlo en sentido inverso siempre se corre el riesgo de generar fricción en la carraca, aún mayor que si no pulsamos el botón, o incluso de que la tensión del freno de estacionamiento sea menor que la que buscábamos.
Por suerte, o por desgracia, muy pronto ya no tendremos que preocuparnos de ello, en tanto los frenos de estacionamiento manuales han caído en desuso con la llegada de los frenos de estacionamiento eléctricos.
Fuente: Engineering Explained | Vía: Lifehacker
En Diariomotor: