Sabíamos que tarde o temprano algo así iba a terminar pasando, pero no pensaba que sería tan rápido. Un comprador que ha reservado un Porsche 911 R ya lo ha puesto a la venta, sin siquiera tenerlo en su poder. La especulación en el mundo de los automóviles clásicos es un mal endémico – cuya última consecuencia es privar a los verdaderos aficionados de disfrutar de los coches de sus sueños. El caso de este Porsche 911 R es especialmente esclarecedor: su precio de venta se ha multiplicado casi por seis. ¿Estamos locos?
El Porsche 911 R es uno de los coches más exclusivos en jamás salir de Zuffenhausen. Es prácticamente un Porsche 911 GT3 RS sin su aerodinámica extrema, y equipado con una caja de cambios manual de seis relaciones, en vez de una caja PDK. Sólo 991 unidades serán producidas, y todas y cada una de ellas ya tienen dueño. Un exclusivo deportivo de 500 CV de potencia y motor atmosférico, que ya sabíamos que se iba a revalorizar: los 911 GT3 RS se están vendiendo en el mercado secundario al doble de su PVP, sin mayores problemas.
Pero me sigue sorprendiendo que el precio «Buy It Now» de este Porsche 911 R de origen europeo – que recordemos, siquiera ha sido entregado a su dueño – sea de 1,25 millones de dólares. En la descripción del anuncio se puede leer que el futuro dueño del coche no lo venderá por menos de 950.000 euros. El vendedor va en serio, y no es un farol atrasado del April Fools’ Day, es completamente real. La venta se formalizará ante notario y el vendedor requiere un depósito de 200.000 euros como garantía de que se efectuará el pago completo.
Este pago debe formalizarse en las 48 horas siguientes a la compra. Teniendo en cuenta que su precio en España es de 217.468 euros, sólo la reserva es tan valiosa como el resto del coche. Entendemos que el Porsche 911 R será posiblemente el último Porsche para puristas – atmosférico, manual, con estética retro – pero seguimos pensando que esta especulación es absurda. Imagina comprarte un Porsche 911 R, y que alguien se lo lleve siquiera antes de que te puedas poner a su volante. Se me revuelve el estómago sólo de pensarlo.
Quizá simplemente es que somos «pobres», y no entendemos como funciona el mundo de los «ricos».
Fuente: autoevolution
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