Cuando uno adquiere un coche espera que este no se averíe, o se averíe poco, ni que adolezca de enfermedades de nacimiento que requieran que pase por el taller para una llamada a revisión, especialmente si se debe a un problema que concierne a la seguridad de los pasajeros. Pero como podrás imaginar, cuando uno adquiere un vehículo por valor de varios millones de euros, un Bugatti, también espera que no haya absolutamente ningún problema. Pero, por desgracia, estos problemas suceden hasta en las mejores familias. Y qué mejor ejemplo que el del Bugatti Veyron, justo ahora que ya ha sido sustituido por el Bugatti Chiron. El hiperdeportivo que ha hecho correr ríos de tinta durante años tendrá que pasar por el taller. 85 unidades del Bugatti Veyron 16.4 en Estados Unidos fueron llamadas a revisión. Ver coste de mantenimiento de un Bugatti Veyron.
Hablamos de dos llamadas a revisión independientes, una de las cuales concierne a 72 unidades del Bugatti Veyron 16.4 fabricado entre 2006 y 2010, y el Bugatti Veyron 16.4 Grand Sport (la versión descapotable) fabricado entre 2010 y 2011. Esta llamada a revisión, según Wall Street Journal, se debe a un problema aparentemente trivial, que el sistema de medición de su depósito de combustible de casi 100 litros podría indicar que resta más combustible, del que realmente hay en el depósito. Un problema, decíamos, trivial si no fuera por el hecho de que el consumo de un deportivo de estas características sea tan elevado, que el conocimiento del combustible restante es sumamente importante para no quedarnos tirados. Son cosas que hemos de comprender en un deportivo del que tan solo se fabricaron 450 unidades.
A un ritmo alto, ni tan siquiera un depósito de ese volumen va a impedir que un Bugatti Veyron lo agote en menos de 200 kilómetros.
La segunda llamada a revisión, la que concierne a 13 unidades del Bugatti Veyron 16.4, se debe a un defecto detectado en la instalación eléctrica del alternador, que por efecto de la corrosión puede sobrecalentarse, en condiciones extremas, y producir un incendio. Bugatti asegura que no conocen ningún caso en el que se haya producido un incendio derivado de este problema, pero que el defecto efectivamente habría sido existido.
Lo curioso del caso es que estos problemas ya han sido subsanados. Bugatti identificó los problemas hace años, y los resolvió a iniciativa propia y sin comunicar el caso a las administraciones estadounidenses, a la NHTS. Y he aquí el error, en tanto estos problemas han de comunicarse de inmediato, en cinco días laborales, a la NHTS desde el momento en que la marca tiene conocimiento de ello.
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