El Salón de Pekín arranca esta misma noche. Mientras en España estaremos durmiendo, los fabricantes de coches presentan novedades de calado en el que es el segundo mercado automovilístico mundial en volumen. Es un mercado con peculiaridades – familias pequeñas, grandes aranceles a la importación de coches extranjeros – y en el que la berlina sigue siendo la reina. Mercedes presenta en exclusiva para el mercado chino su nuevo Clase E de batalla larga, construido por su joint-venture local con BAIC en el país asiático tomando como base los Mercedes Clase E.
Destacado: ver prueba del Mercedes Clase E y conducción autónoma DRIVE PILOT.
¿Qué cambia en el Mercedes Clase E de batalla larga?
Lo primero que nos llama la atención es su crecimiento exterior. Crece en 14 centímetros, llegando a los 5,06 metros. Es una longitud similar a la de un Audi A8 o un Mercedes Clase S de batalla corta. La batalla del Clase E aumenta en 140 mm con el objetivo de que los pasajeros de la fila trasera viajen en primera clase. Este aumento de batalla se traduce de forma directa en 134 mm adicionales de espacio para las piernas de los ocupantes de las plazas traseras, que acceden más fácilmente a las plazas gracias a puertas más grandes.
El diseño exterior apenas varía con respecto al Mercedes Clase E de cuatro puertas que ya conocemos. Sí es evidente el mayor tamaño de la puerta trasera y una superficie acristalada ligeramente modificada en la misma. Los vehículos con motores de menos de dos litros de cilindrada tienen ventajas fiscales sustanciales en China, por ello este Mercedes Clase E de batalla larga arranca en una versión E 200 L, dotada con un motor 2.0 turbo de 184 CV, asociado a la nueva caja automática 9G-TRONIC de nueve relaciones.
El Mercedes Clase E de batalla larga es el buque insignia de la berlina media alemana, y por ello puede equipar opcionalmente tecnologías interesantes como los faros MULTIBEAM LED, unos LEDs matriciales con nada menos que 84 diodos por óptica. El sistema DRIVE PILOT asiste al conductor en la conducción en autopista, hasta el punto de ser un asistente casi semiautónomo: guarda la distancia con los vehículos a los que sigue y puede detener el coche al completo en caso de necesidad, sin intervención física del conductor.
Un interior lujoso y refinado
Por supuesto, el Mercedes Clase E de batalla larga es un coche hecho para ser disfrutado en sus plazas traseras. Desde ellas se puede configurar una iluminación con 64 posibles tonos, y disfrutar del tapizado cuidado de sus dos butacones traseros. Realmente tiene tres plazas traseras, pero la plaza central se convierte en un refinado centro de infoentretenimiento, desde el que es posible controlar el sonido de los altavoces Burmester. El input es un sofisticado sistema táctil que también reconoce caracteres del alfabeto chino.
Fuente: Mercedes
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