Para comprender cómo entendemos a un todoterreno en esta época que nos ha tocado vivir, hemos de analizar primero las tendencias del mercado, las modas, y lo que busca el cliente. Ese es precisamente el ejercicio que ha hecho Audi, y la impresión que nos hemos llevado de uno de sus últimos lanzamientos, del cual os hablaremos en esta prueba del Audi Q7. Los todoterreno que aún se presentan como auténticas máquinas devoradoras de trialeras pueden contarse prácticamente con los dedos de una mano. ¿Cómo ha evolucionado el Audi Q7?
En su lugar, tenemos grandes SUV – que es como deberíamos denominar con propiedad al nuevo Audi Q7 – que gracias a la tecnología pueden enfrentarse a pruebas relativamente exigentes fuera del asfalto, pero sobre todo dominar el asfalto. Y es ahí donde este Audi Q7 ha alcanzado su madurez, hasta el punto en que bien podríamos definirlo como un Audi A6, un sedán de lujo y representación, confortable, y ágil, pero a la vez capaz de salir del asfalto y de ofrecer una amplitud, un confort, y un espacio de carga, que un sedán de tres cuerpos jamás podría alcanzar.
El Audi Q7 es un SUV maduro, con conducción y calidad de rodadura digna de sedán de lujo
He de deciros que me agrada bastante la evolución que estoy viendo en la conducción de los últimos lanzamientos de Audi. Fuera de su gama deportiva, de los S y RS, Audi está imprimiendo un tacto mucho más agradecido con aquellos a los que nos gusta disfrutar conduciendo, está consiguiendo que sus coches sean más ágiles y deportivos.
Eso no significa que de un día para otro este Audi Q7 vaya a ser el más ágil y deportivo de su categoría, porque no lo es. Pero sí que desde Ingolstadt se están esforzando por conseguir que, dentro de ese tacto confortable, y si me lo permiten mainstream, para todos los públicos, que caracteriza a un Audi, encontremos un pequeño resquicio para la deportividad, sin necesidad de irnos a los motores más potentes y a las versiones S, y RS.
¿Y cómo ha conseguido Audi hacer que su Q7 sea más ágil?
Probablemente la virtud más importante de este Audi Q7 la encontremos en su dieta milagro. Fijaos que este Audi Q7 no llega a las dos toneladas, y que ha adelgazado con respecto a su predecesor en hasta 325 kilogramos, según versiones. Y eso creedme que se nota. Este Audi se inscribe con más confianza en las curvas, su inmensa carrocería de 5,05 metros de longitud y 1,97 metros de altura cabecea y balancea poco, para sus proporciones, e incluso la aceleración y la frenada transcurren como si viajásemos con nuestro trasero mucho más cerca del suelo, en un sedán.
Audi ha diseñado un nuevo sistema de suspensiones para este coche, más ligeras, y con cinco brazos, frente a los dobles triángulos de su predecesor. En el eje delantero se ahorra 27 kilogramos, y en el trasero 40 kilogramos. Cuenta con dirección asistida electromecánica. Y todos estos aspectos se ajustan a nuestras necesidades, y nuestro estilo de conducción, gracias a los modos Audi drive select.
Y como tampoco podemos olvidarnos de que el Audi Q7 es, en definitiva, un todocamino, Audi ha dotado a este modelo opcionalmente de suspensiones neumáticas que pueden elevar la carrocería en 25 milímetros y a velocidades de hasta 80 km/h. También podemos elevarla aún más, 35 milímetros, si queremos sortear un obstáculo concreto a una velocidad máxima de 30 km/h. E incluso bajar la carrocería 55 milímetros para facilitar la carga. Automáticamente también desciende la altura en 15 milímetros a 120 o 160 km/h para reducir la resistencia aerodinámica y mejorar la estabilidad.
El nuevo Audi Q7 también incluye opcionalmente dirección a las cuatro ruedas, con un giro de hasta 5º a baja velocidad para acortar el radio de giro, y hasta 3,5º en alta velocidad para mejorar la estabilidad y la respuesta de la dirección.
En cuanto a motores existe una elección segura, el Audi Q7 3.0 TDI con 272 CV de potencia. Hablamos de un motor diésel, de seis cilindros, que brilla por sus prestaciones, su empuje en todo el régimen de revoluciones (el par máximo es de 600 Nm y lo alcanza entre 1.500 y 3.000 rpm), la suavidad que le otorga el equilibrio de sus seis cilindros en uve, y los soportes hidráulicos ajustables en el subchasis delantero sobre los que reposa el motor, y unos consumos muy correctos para su potencia. Este motor es precisamente el que equipaba nuestra unidad de pruebas.
En cualquier caso, es probable que la decisión inteligente sea la de optar por un motor más modesto, pero no por ello menos interesante. Por 4.000€ menos existe la opción del Audi Q7 ultra 3.0 TDI que con 218 CV homologa 5,5 litros/100 kilómetros en ciclo mixto. Si lo tuyo es la gasolina, también está disponible un 3.0 TFSI de 333 CV. Más información del Audi Q7 3.0 TDI quattro ultra.
Como alternativas, también tenemos un Audi Q7 e-tron quattro, que además de diésel, y entregar 373 CV de potencia, cuenta con una autonomía en modo eléctrico de 56 kilómetros (según homologación), puesto que es híbrido y enchufable. Más información del Audi Q7 e-tron quattro híbrido y enchufable.
Y muy pronto existirá una versión deportiva, y diésel, un Audi SQ7 TDI de 435 CV con unas prestaciones de altos vuelos, y una solución tecnológica inédita en un turismo de calle, el compresor eléctrico. Viene a ser una visión moderna de lo que en su día fue el Audi Q7 V12 TDI. Más información del Audi SQ7 TDI.
En cuanto al diésel probado, ya os decíamos que por refinamiento encaja perfectamente en lo que entendemos por un coche de lujo. Como el resto de motores, el Audi Q7 3.0 TDI de 272 CV cuenta de serie con tracción total y cambio tiptronic de ocho velocidades, que encaja perfectamente en los requisitos de suavidad, eficiencia y confort que uno espera de un coche de estas características.
Su consumo, en condiciones normales, es estupendo para un coche de su tamaño. Nosotros estuvimos en ciclos alternando ciudad y carretera sobre los 8 litros/100 kilómetros, pero en carretera lo normal es estar en el rango que marca esa cifra y los 7 litros/100 kilómetros. Quizás esta cifra no sea la más importante, si estás pensando en comprarte un gran SUV de lujo de más de 5 metros, pero también es probable que te interese más saber que con 75 litros de depósito hacer más de 1.000 kilómetros con un repostaje lleno, por favor, es factible.
Pero hay algo más que nos ha gustado de este Audi Q7, y otra razón por la cual insistimos en que nos hemos sentido en él, de alguna forma, como si viajásemos en un sedán de lujo. Los materiales a bordo nos han parecido excelentes, sobre todo los tapizados de piel y Alcantara de los asientos, y las inserciones de aluminio mate y cepillado.
Y también nos ha encantado su dotación tecnológica. Y eso que nuestra unidad de pruebas – inexplicablemente – no contaba con el famoso Audi virtual cockpit, un cuadro de mandos completamente digital. Suerte que este juntaletras no es muy fan de toda esta parafernalia.
Interesante, como mínimo, el hecho de contar con un inmenso touchpad, como el de un ordenador portátil, en la consola central. Generalmente considero que es mucho más cómodo navegar por el menú con la interfaz giratoria, pero esa superficie táctil – que Audi ha denominado como MMI all-in-touch – es muy útil para hacer zoom en el mapa del navegador, desplazarse por la lista, o dibujar letras con el dedo para escribir la dirección de nuestro destino, sin concentrarnos demasiado, porque ya cuenta con un sistema predictivo que se encarga de interpretar nuestros garabatos como letras.
También soy muy fan de la iluminación ambiental LED, que crean un entorno muy agradable en los trayectos nocturnos.
Confort de sedán de lujo, faltaría más, y para ello qué mejor que contar con un climatizador de cuatro zonas como el del Audi Q7.
La banqueta trasera es reclinable, y deslizante, para mejorar la versatilidad, ajustar la carga del maletero al uso que vayamos a dar del coche, o aumentar el espacio de la sexta y la séptima plazas.
La tercera fila de asientos es correcta para niños, o para un uso ocasional, y puede contar con un sistema eléctrico que pliega los asientos al toque de un botón de manera que quedan escondidos en el suelo del maletero.
Otro extra que no debería faltar en un coche como este son los faros Audi Matrix LED. Sinceramente son de lo mejor que he probado. Su precio es de 3.150€, pero su capacidad para iluminar el máximo área de la carretera sin deslumbrar a otros conductores hace que la experiencia de conducir por la noche sea completamente diferente. Probablemente sean los mejores faros con esta tecnología que he probado.
Para terminar por hoy, porque seguiremos hablando del Audi Q7, tan solo repasar su precio. El Audi Q7 3.0 TDI quattro tiptronic arranca en 66.270€. Y a partir de ahí podemos ir aumentando la factura casi todo lo que queramos. Audi ofrece dos líneas, una más centrada en el confort, y otra más picante, la línea Q7 sport que ya incluye detalles de paquete S-Line, llantas de aleación de 20″, y otros extras, haciendo que la factura suba sobre los 74.990€.
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