Dicen en Tesla que están tan preocupados por aislar sus coches de agentes contaminantes, e incluso ataques con armas biológicas, como de proteger a los pasajeros en caso de accidente. Y nosotros nos preguntamos, ¿están vendiendo humo, y estamos ante un vago argumento de marketing más, o de verdad tiene sentido su estrategia? Sea como fuere, Tesla ha comenzado a explicar una cuestión técnica de sus coches que ya habían anticipado hace tiempo. Tanto el Tesla Model S, como el Tesla Model X (recuerda que tienes toda la información referente a estos modelos en nuestras portadas del Tesla Model S y el Tesla Model X), cuentan con un sistema denominado Bioweapon Defense Mode que es capaz de proteger a sus pasajeros de la contaminación exterior, e incluso de ataques con armamento biológico militar. ¿Y cómo funciona?
El sistema que anuncia Tesla se basaría en tres ideas fundamentales. La primera, y la más obvia, aislar el habitáculo para que los agentes contaminantes exteriores no penetren en el habitáculo. La segunda, y la más importante, contar con un sistema de filtrado del aire presente en los Tesla Model S (ver prueba del Tesla Model S) y Tesla Model X capaz de mantener un ambiente salubre en el habitáculo, sin que penetre cualquier agente contaminante, desde partículas sólidas y polen, hasta gases nocivos, bacterias, virus y esporas.
La tercera, y la que concierne a lo que han denominado Bioweapon Defense Mode, con un nombre por cierto rimbombante, es un sistema que se encarga de filtrar el aire del habitáculo con inmediatez si la contaminación ya ha conseguido penetrar en el habitáculo. Pongamos dos ejemplos válidos para hablar de su funcionamiento. El más cotidiano, el de acceder a nuestro habitáculo en un parking con el ambiente viciado por el gas de otros coches no eléctricos, y que el aire del habitáculo se regenere en cuanto accedemos. El más exótico, el de asistir a un ataque biológico, introducirnos en nuestro coche, y que en unos minutos el riesgo haya desaparecido, y podamos respirar incluso sin máscaras de protección.
¿Y en qué consiste la tecnología Bioweapon Defense Mode?
La tecnología es relativamente sencilla. Cualquier coche moderno emplea sistemas que están pensados para proteger el habitáculo de gases contaminantes, o de polen y partículas, con diferentes sistemas de filtrado. Tesla asegura que su sistema cuenta con tecnología similar a la utilizada por los sistemas de filtrado de aire de hospitales, y centros militares.
¿Y cómo han demostrado que su tecnología es efectiva?
Tesla puso a prueba a un Tesla Model X, cubriéndolo en una burbuja en la que se introdujeron 1.000 µg/m3 de partículas sólidas PM 2.5, partículas finas que la Organización Mundial de la Salud considera un riesgo si se superan concentraciones medias superiores a los 10 µg/m3 en un año, o a los 25 µg/m3 en 24 horas. Es decir, el ambiente en esta burbuja era altamente contaminante, y peligroso para la salud.
Según Tesla, se procedió a la apertura de puertas de tipo «ala de halcón» del Tesla Model X, para posteriormente cerrarlas, activar el Bioweapon Defense Mode y comprobar que la regeneración del habitáculo consiguió que esa concentración se redujera hasta límites insignificantes, en que los aparatos de medición eran incapaces de obtener concentraciones relevantes. Ese proceso se produciría en tan solo 2 minutos, el tiempo que tardarían el Tesla Model S y el Tesla Model X en regenerar el aire del habitáculo y, por supuesto, evitar la entrada de nuevos contaminantes.
¿Por qué es tan importante para Tesla?
Más allá del rimbombante nombre que han escogido, y de la mención a los ataques biológicos, que aún en el mundo en que vivimos es una cuestión que preocupa a muchos, y que el sistema de Tesla podría enfrentar, esta tecnología es importante para proteger de la contaminación que encontramos en nuestras ciudades. Tiene razón Tesla cuando reconoce que en el mundo fallecen más personas por causas derivadas directamente de la contaminación que genera la actividad humana, que por accidentes de tráfico. Y que por lo tanto su tecnología planta cara a un problema estadísticamente más relevante que el de los accidentes de tráfico.
Si tenemos que preocuparnos por la contaminación que llega hasta el habitáculo de nuestros coches, aún deberíamos estar más preocupados por la contaminación que nos encontraremos al bajar del coche. En cualquier caso, sí es importante que los vehículos cuenten con sistemas capaces de filtrar polen, esporas, partículas solidas, y gases contaminantes. Entre otras cosas porque están expuestos a altas concentraciones de estos agentes contaminantes y dañinos, ya sea por circular rodeados de coches que emiten gases y partículas, o por las altísimas concentraciones que se acumulan en túneles, o aparcamientos públicos soterrados.
¿Nos protegen otros fabricantes de esos contaminantes? Sí. ¿Es necesario un sistema tan sofisticado como el de Tesla? A priori parece que no. En cualquier caso, y dado que no parece que se trate de una tecnología extremadamente cara y exótica, hemos de felicitar a Tesla por su iniciativa. Y sobre todo, una vez más, felicitar a Tesla y a Elon Musk por sus estrategias de marketing…
Fuente: Tesla
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