¿Sabías que algunos coches del mercado ya usan piezas fabricadas mediante impresión 3D? No son muchos los fabricantes, pero BMW, Ford o Koenigsegg ya han empezado a introducir esta novedosa técnica de fabricación a a luz de sus muchos beneficios. Pero seamos sinceros, la industria está prácticamente en pañales con respecto a la impresión 3D y apenas ha comenzado a recorrer los primeros metros de esta revolución. Por ello es tan importante que conozcamos cuáles serán los beneficios que disfrutaremos una vez la impresión 3D sea una técnica más de cualquier línea de producción.
1 – Se acabó la falta de Stock
¿Alguna vez has ido al taller por una determinada pieza y te han respondido con «falta de stock»?. La fabricación de piezas para modelos a la venta o relativamente «viejos» se realiza por grandes pedidos en lotes, motivo por el que los fabricantes intentan atesorar grandes stock de piezas en fábricas, almacenes y talleres. El problema viene cuando la necesidad de abaratar procesos obliga a que esos pedidos para satisfacer el stock tengan que acumular miles de solicitudes, lo que deja al cliente esperando días, sino semanas, para recibir esa codiciada pieza.
Con la impresión 3D, los fabricantes de componentes podrán abaratar la fabricación de piezas, no necesitando de caras matrices para fabricar determinados lotes. Si la impresión 3D se introduce a gran escala, incluso algunos fabricantes auxiliares hablan de fabricación de piezas on demand, lo cual significaría un importante ahorro de tiempo y dinero para todas las partes.
2 – Piezas descatalogadas volverán a la vida y serán mejores que su original
Si a veces ya es difícil conseguir determinados componentes para vehículos modernos, cuando hablamos de clásicos nos encontramos con dos verdaderos problemas: la posible inexistencia de la pieza que buscamos y el desorbitado precio de esa pieza si tenemos la suerte de encontrarla.
La impresión 3D solucionará este problema. Fabricantes como Jaguar Land Rover y Ford, cuyo interés por mantener con vida sus clásicos, e incluso rescatarlos, es cada vez más importante, han hablado largo y tendido sobre las posibilidades de la impresión 3D a la hora de ofrecer soporte a sus clientes y mantener con vida a sus mejores modelos históricos. Nuevas piezas siguiendo los diseños originales, pero empleando materiales y procesos innovadores que permiten incluso mejorar las características de aquel clásico concebido en los años ’60.
3 – Abaratamiento y deslocalización
Allí donde haya una impresora 3D y un ordenador se podrán fabricar piezas. Esta idea nunca ha sido posible de aplicar, siendo ahora el momento para pensar a lo grande y comenzar a convertir las delegaciones de según que fabricantes en industrias a escalas donde poder producir componentes y piezas bajo demanda. Las fábricas seguirán siendo los grandes consumidores, pero por qué no imaginar un servicio oficial capaz de fabricarte una determinada pieza.
Este proceso además ofrecería un importante abaratamiento de las piezas al eliminar la logística, teniendo como único escollo las patentes de fabricación y el uso protegido de éstas.
4 – La personalización por fin será infinita
La personalización se ha convertido el nuevo valor añadido de cada fabricante que se precie. La idea de poseer un coche único vende, y vende mucho, pero por el momento sólo los fabricantes más lujosos pueden permitirse aquello de poner al servicio del cliente una legión de diseñadores y artesanos dispuestos a cumplir sus deseos. Ferrari, Aston Martin y Bentley son las grandes especialistas en hacer realidad ese idea del coche verdaderamente único, pero cuanto mayor sea su grado de personalización mayor será su coste viendo verdaderas locuras con cifras de 3, 4 y 5 millones de euros.
De este modo resulta imposible ofrecer verdadera personalización para las marcas generalistas, pues fabricar grandes volúmenes de coches con detalles específicos cada uno sería una locura. Aquí la impresión 3D vuelve a ofrecer un importante empujón gracias a la posibilidad de crear piezas únicas, de verdad, pudiendo ser añadidas durante el proceso de fabricación una a una y sin tener que desarrollar procesos paralelos para conseguirlo.
Pero podríamos mirar aún más allá. Imagina que los fabricantes permitiesen la descarga de planos de determinadas piezas para, usando nuestra propia impresora 3D en casa, fabricar nuestra propia carcasa del espejo retrovisor, molduras del interior a nuestro gusto, accesorios…
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