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Prueba de contacto nuevo Mercedes Clase E 220d: las apariencias engañan

Antes de probar el nuevo Mercedes Clase E espero encontrarme con un coche de lujo para circular en medio de un absoluto silencio y confort, con el destacado apoyo de sus avanzados sistemas de conducción semi-autónoma (por aquí os dejamos la prueba específica de la conducción autónoma del nuevo Mercedes Clase E) y muy centrado en el cuidado de sus ocupantes.

No es una limusina autónoma, es un coche para disfrutar conduciendo, ¿quién nos lo iba a decir?

Lo que me encuentro es un coche sorprendente, para bien y para mal. Sorprendente para bien porque el comportamiento dinámico y el tacto de conducción de esta gran berlina han resultado ser sobresalientes, como si Mercedes hubiese querido estrechar las distancias con BMW en este aspecto (en espera del próximo BMW Serie 5). Sorprendente para bien por la enorme calidad de sus interiores, que estrechan a su vez la distancia con Audi hasta cancelarla por completo (en espera del próximo Audi A6).

Finalmente, la sorpresa negativa del Clase E ha sido su nivel de confort, muy lejos de un Clase S, y el grado de automatización real de la conducción que, siendo el mejor del mercado, al volante no acaba de ser el inmenso salto adelante que se podía intuir, sino más bien la siguiente evolución lógica de todo lo conocido.

El precio de partida para un E 220d básico es de 48.500 €

La unidad probada es un Mercedes Clase E 220d en acabado Exclusive. Incorpora el nuevo motor 2.0 diésel de 194 CV que presume de un increíble consumo homologado de 3,9 l/100km, una auténtica proeza en un coche de este tamaño. Es de esperar que este motor se incorpore al resto de la gama Mercedes prácticamente al completo (Clase A, B, C y previsiblemente también incluso al Clase S, aunque pueda sonar algo extraño).

El precio del Mercedes Clase E parte de los 48.500 € en una configuración «básica» con la que pocos clientes se conformarán, al perderse casi todo el equipamiento de asistencia a la conducción y los principales gadgets que hacen este coche realmente atractivo.

Interior Mercedes Clase E

Mercedes Clase E: diseño interior y exterior

El nuevo Mercedes Clase E es tan similar exteriormente a un Clase S y tan grande que resulta difícil distinguirlos. Creo que con eso está todo dicho sobre su diseño exterior, a mitad de camino entre el Clase C y el S, parecidos como tres gotas de agua de diferentes tamaños.

En el interior, volvemos a encontrar similitudes con el Clase S, con el que prácticamente comparte salpicadero y pantallas digitales, pero recortando un poco la anchura total. Dicho esto, el interior no es menos impresionante por ser ya familiar y el salto adelante con respecto a la anterior generación es un auténtico abismo en diseño y calidad, como si hubiesen pasado 20 años entre ambas generaciones.

La terminación es sobresaliente, el nivel de acabados brutal

Hemos probado el Mercedes Clase E 220d con el acabado Exclusive y todas las opciones imaginables, con un interior bitono en colores blanco y marrón y unos maravillosos asientos ventilados, calefactados, con masaje y tapizados en piel perforada de primera calidad. Destaca la parte superior del salpicadero tapizada en piel, una banda horizontal que lo recorre en negro piano con líneas que parecen recordar un pentagrama y sobre todo las dos pantallas gigantes que hacen de instrumentación y de pantalla central.

La terminación es sobresaliente, el nivel de acabados brutal y la definición de las pantallas es comparable a un iPad retina. No acabo de ver qué pinta un reloj analógico en medio de tanta tecnología, pero supongo que es ese toque clásico que Mercedes no puede dejar de imprimir en sus coches.

El interior es amplio, sin llegar a ser inmenso

El coche es amplio, sin llegar a ser inmenso, y me llama la atención la posición tan baja de todos los ocupantes, responsable de que toda esa longitud se pierda un poco en viajar con las piernas bastante estiradas en horizontal. Ha ganado en batalla y longitud con respecto al anterior Clase E, llegando ahora a los 4.923 mm de longitud total. El maletero mantiene los 540 litros del modelo anterior.

Teniendo en cuenta el tamaño de las salidas de aire y la altura de las pantallas frontales, combinada con la escasa altura del coche y su cintura alta, el Mercedes Clase E nos deja con un parabrisas sorprendentemente pequeño, muy vertical, y con una visibilidad hacia la izquierda muy limitada por el gran espejo exterior.

La visibilidad hacia la izquierda queda muy limitada por el espejo exterior y la escasa superficie acristalada

La visibilidad es un claro punto flaco, que nos impide ver el bordillo de una glorieta, por ejemplo, y que volveremos a recordar cada vez que miramos por la ventanilla del conductor y no vemos prácticamente nada. Con esta limitación cobra todo el sentido el sistema de detección de peatones, aunque no estaría de más poder ver algo mejor hacia los lados.

Confort de marcha y tacto de conducción

Esperamos encontrarnos con el silencio y la comodidad de una limusina. Pero no

El confort de marcha es una de las claves de una berlina de este porte, con casi 5 metros de largo y una estrella sobre el capó. Básicamente esperamos encontrarnos con el silencio y la comodidad de una limusina. Pero no.

La unidad probada contaba con la suspensión más avanzada disponible, un sistema neumático ajustable en diversas posiciones que pretende ofrecer el máximo confort combinado con un perfecto control de las inercias. No lleva las cámaras de visión de la carretera que incorpora el Clase S, pero el mecanismo es similar.

La suspensión no termine de ser realmente cómoda en ningún momento

Los modos de conducción son Eco, Confort, Sport y Sport+ con efecto sobre dirección, cambio, acelerador y suspensión. En realidad, el efecto más perceptible es sobre la gestión del cambio automático, ya que el modo Eco introduce la conducción «a vela» desconectando la transmisión en tramos llanos y suaves descensos para ahorrar combustible, mientras que los modos Sport y Sport + tienden a estirar más las marchas.

El efecto en dirección es difícil de detectar, pero lo más sorprendente es que la suspensión no termine de ser realmente cómoda en ningún momento, leyendo bastante las irregularidades del terreno incluso en modo Confort, pero tampoco es muy firme ni siquiera en modo Sport+. Resulta casi imposible distinguir en qué modo nos encontramos en cada momento sin comprobarlo en el cuadro.

Lo que sí hace bien la suspensión es mantener el control de coche, mientras que la dirección es bastante comunicativa (algo bastante inesperado), con lo que el coche resulta ser un arma bastante afinada para aquellos a quienes les guste de verdad conducir (aunque ese slogan es de otra marca).

Quien lo iba a decir, pero resulta que el Clase E es un coche divertido al volante, con un buen feedback de dirección y una suspensión que lo mantiene siempre en su sitio sin ningún balanceo. La dirección es suficientemente rápida y la respuesta del cambio en modo Sport+ es instantánea al acelerador. Los tramos virados se convierten en rato de conducción muy agradable.

Quien lo iba a decir, pero resulta que el Clase E es un coche divertido al volante

Cabe destacar también, ya que hemos podido probarlo, el comportamiento a alta velocidad en autopista, un ámbito en el que el coche se encuentra como pez en el agua. El programador funciona hasta 210 km/h, aunque nosotros nos quedamos en 200 km/h, y la sensación de control y aplomo es total.

Gama y precios del Mercedes Clase E

En el momento del lanzamiento, la gama consta de tres motorizaciones que dan lugar a los siguientes modelos:

Modelo Potencia Precio
Mercedes E 200 184 CV 49.300 €
Mercedes E 220d 194 CV 48.500 €
Mercedes E 220d 258 CV 61.800 €

Las diferencias de precio se acentúan por culpa del impuesto de matriculación, que beneficia mucho al 220d hasta el punto de ser más barato que su homólogo de gasolina con menor potencia.

Mercedes Clase E Avantgarde

Los niveles de acabado son las tradicionales denominaciones Avantgarde, Exclusive y AMG line, y la lista de opciones ocupa páginas y páginas de un catálogo infinito, con lo que habrá que tener en cuenta numerosas opciones no precisamente baratas para redondear esos precios de partida.

Nuevo motor 2.0 diésel de 194 CV

Con respecto al nuevo motor diésel de aluminio, con 2 litros de cilindrada y una potencia máxima de 194 CV, lo esencial es que consume poquísimo (al menos en cifras oficiales, que marcan 3,9 l/100km oficiales) y tiene una buena respuesta que se percibe como más que suficiente para mover un coche tan grande como el Clase E.

Acoplado al nuevo cambio de 9 relaciones (que funciona como la seda) resulta irrelevante su elasticidad, ya que el cambio se va a encargar de mantenerlo siempre en el régimen óptimo para la respuesta que solicitamos. Va francamente bien.

Lo que no me ha gustado nada, siendo una característica ya endémica en los diésel de Mercedes, es un sonido feo a alto régimen, como que «rasca» un poco y nos recuerda que no es un gasolina incluso en un coche nuevo como la unidad probada. En ese sentido, mantiene el sonido del anterior E 220 CDI que no era precisamente su mejor virtud, generando una especie de anticlímax al querer exprimirlo para disfrutar al máximo al volante.

En circunstancias normales y en los modos Confort y Eco el cambio tiende a mantener el motor casi al ralentí, con lo que al no haber vibraciones el motor pasará totalmente desapercibido.

Conclusiones

Mercedes nos propone en realidad un coche muy orientado al placer de conducción más que a la comodidad absoluta

Bajo el aspecto de una limusina de casi 5 metros repleto de asistencias a la conducción, Mercedes nos propone en realidad un coche muy orientado al placer de conducción más que a la comodidad absoluta, con un nivel de vigilancia, asistencia y prevención de accidentes sin parangón en el mercado en el momento de su lanzamiento.

El salto adelante en calidades y diseño de interiores respecto a la anterior generación es colosal, al igual que la mejora de sensaciones al volante, lo que sitúa a esta gran berlina en una posición de igualdad con sus oponentes de Audi y BMW en sus respectivos puntos fuertes, a la vez que se posiciona por delante en seguridad y conducción autónoma con sistemas que por el momento nadie más puede ofrecer (ver prueba de conducción autónoma con vídeos)

Me ha parecido un gran, gran coche

El Clase E es un coche muy recomendable para quien guste de berlinas grandes y pueda permitirse los casi 50.000 € de partida y no menos de otros 15.000 € en extras que el coche pide a gritos, como el paquete Premium plus, que incluye los faros LED Mutibeam, asientos calefactados, navegador, controles táctiles, cámara de aparcamiento 360º, sistema de sonido Burmester con altavoces hasta en el techo, memorias en los asientos y techo corredizo panorámico eléctrico (desde 9.038 €) o el paquete completo de asistencia a la conducción DRIVE PILOT (desde 3.194 €) más unas llantas a nuestro gusto que no bajarán de 2.000 € y alguna otra golosina que os aseguro que encontraremos en la lista de opcionales.

Es caro, pero es un gran, gran coche.

Vídeo destacado del Mercedes Clase E

Imagen para el vídeo destacado del Mercedes Clase E Botón de play

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David García Artés

David comenzó a trabajar en Diariomotor en junio de 2011, escribiendo artículos casi como hobbie, en lugar de ver la televisión después del trabajo. Poco a poco fue ganando responsabilidades, primero como coordinador editorial en Tecmovia, más tarde como probador (nunca ha dejado de serlo) y finalmente como Director General desde julio de 2020. Es economista (1998) e ingeniero (2011) de formación. Seguir leyendo...

Firma de David García Artés
Mercedes Benz E Class Saloon (br 214), 2023

El Clase E es una berlina grande con acabados muy cuidados y muchas posibilidades de equipamiento. La oferta de motores es variada, incluyendo una alternativa híbrida. Lo malo es que los precios arrancan en cifras algo altas

Ficha Clase E
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