En ocasiones la especulación no funciona, amigos míos. Porque es difícil clasificar de otra manera anuncios como el que os muestro. Un estadounidense adquirió en 2010 un fantástico Shelby Mustang GT500, quizá con el objetivo de venderlo unos años después con pingües beneficios. Este precioso deportivo se puso a la venta con sólo 21 millas en su odómetro, equivalentes a unos 33 km. Además de haber puesto en peligro su mecánica por falta de uso, su dueño no disfrutó de las espectaculares prestaciones del muscle car.
La historia es sin duda extraña. El coche fue adquirido por un tal Gene Ellingsen en 2010. En vez de matricularlo, ordenó al concesionario que fuese entregado directamente en su propiedad, donde el coche fue almacenado en un granero, se supone convenientemente protegido. Este fantástico muscle car no volvió a moverse del sitio, y se ignora el motivo. Quizá su dueño tenía el carnet de conducir retirado, o pensaba tratarlo como un instrumento de acumulación de riqueza. Pero la vida a veces no tiene en cuenta nuestros planes.
Ellingsen falleció hace unos meses, y sus herederos descubrieron el coche en su granero. El coche fue ofertado en subasta y la puja por eBay ha concluido hace unos días con un precio de venta de 40.200 dólares. Una ganga para un coche que en su momento costaba 48.175 dólares, teniendo en cuenta que está nuevo a estrenar, tal y como salió del concesionario hace unos años. Su actual vendedor ha intentado aprovechar la historia del granero para obtener un mayor beneficio, pero no parece haber funcionado en esta ocasión, por desgracia para él.
Veamos por qué. En primer lugar, hay que reconocer que el coche está en un estado aparente impecable. No presenta óxido de ningún tipo, y tanto su carrocería como su interior presentan un aspecto magnífico. Su mecánica es quizá el punto más oscuro. Un motor 5.4 V8 sobrealimentado por compresor, con una potencia de 540 CV y un par máximo de camión: 690 Nm. Un torrente de potencia, canalizado al eje trasero y rodeado de un tren de rodaje reforzado. Pero una mecánica no usada en más de un lustro puede estar seriamente deteriorada.
Si no se han tomado las precauciones adecuadas en el momento de su almacenamiento – vaciado de fluidos y protección del motor – pueden ser necesarias reparaciones de importancia, incluso llegando a requerir de un desmontaje completo del propulsor, sustitución del sistema de alimentación de combustible, etc. En resumen, la puesta a punto necesaria es de varios miles de euros, mucho más severa que un simple cambio de aceite, bujías y filtros. Y posiblemente el coche desarrolle algún problema adicional, fruto de la inactividad.
¿Y tú? ¿Comprarías un Ford Mustang de hace 6 años completamente «nuevo»? Es tentador, pero teniendo en cuenta los peligros asociados – y que no ha sido un coche de producción tan limitada – yo me lo habría pensado dos veces. Esperamos al menos que su comprador lo disfrute, y le quite las legañas en una buena carretera de montaña, o en un circuito. Es un coche hecho para ser conducido con fiereza, no para acumular polvo en un granero.
Fuente: Autoblog
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