¿Cómo podemos reducir el CO2 emitido a la atmósfera, y a la vez reducir nuestra dependencia del petróleo? Muchos lo tienen claro y vislumbran un futuro en el que bastará con el aire para generar gasolina, e incluso producir plástico. Visto así, puede parecer brujería, o una fantasía digna de las ideas de aquellos alquimistas del medievo. Pero mientras nos preguntamos hasta qué punto estamos ante una fantasía, muchos investigadores ya están sintetizando combustibles, y plásticos, empleando sustancias tan abundantes como el agua, y el CO2. ¿Cómo pretende Ford crear estos plásticos a partir del aire?
Ford ha estado trabajando, desde 2013, con diferentes compañías e investigadores universitarios para capturar el CO2 del aire y buscar diferentes aplicaciones para ese CO2 capturado. Según anuncian estos días, ya habrían conseguido sintetizar una serie de compuestos, denominados alcoholes polihídricos, cuya composición estaría formulada en un 50% gracias al CO2.
La clave de estos alcoholes polihídricos está precisamente en que pueden emplearse para crear diferentes plásticos, y espumas sintéticas, como las que dan consistencia al relleno de los asientos de tu coche, o las que se esconden tras los paneles de las puertas, el salpicadero, los bajos, y los pasos de rueda, para aislar el habitáculo de ruidos externos, o el sonido del motor.
En definitiva, Ford y estos investigadores han conseguido producir plástico prescindiendo del petróleo, empleando en su lugar CO2 capturado del aire. No es la única forma de producir plástico. Ford asegura que todos sus modelos comercializados en Estados Unidos emplean espumas artificiales, creadas mediante soja, en diferentes rellenos. También nos recuerdan que muchos revestimientos de maletero están creados mediante fibras de coco.
En los últimos meses ya os habíamos hablado de cómo algunos fabricantes, como Audi, están produciendo combustible empleando agua y aire.
La idea de Ford no es muy diferente de la que ya se está aplicando para sintetizar combustibles. Pero el gran problema de estos avances sigue siendo el mismo. ¿Cuánto nos cuesta, y no solo en dinero, sino también en energía, capturar CO2 y emplearlo para sintetizar plástico? El gran problema está en que en muchos casos estamos hablando de procesos de laboratorio, tan complejos, y costosos (repito, en términos energéticos), que por desgracia siguen siendo viables mientras existan materias primas relativamente abundantes, como los vegetales, o tan abundantes y accesibles como picar en la corteza terrestre y extraer petróleo.
En cualquier caso estaréis conmigo en que, como mínimo, merece la pena que haya investigadores que sigan trabajando en estas tecnologías, ¿no crees?
Fuente: Ford
En Diariomotor: