¿Dónde está el límite? En Koenigsegg están enfrascados en una bonita y apasionante carrera tecnológica para desarrollar motores innovadores. Ya no solo hablamos de superdeportivos inalcanzables para la mayoría de los mortales, de máquinas como el Koenigsegg Regera, con más de 1.500 CV de potencia, sin caja de cambios, ni árbol de levas. Hablamos de motores aptos para todos los públicos, para los coches que a diario vemos por la calle. Y es que en Koenigsegg están convencidos de que la misma tecnología que lleva a sus deportivos muy por encima de los 1.000 CV de potencia podría aplicarse en motores más pequeños, y conseguir que un cuatro cilindros de 1.6 litros entregue 400 CV de potencia. ¿Cómo pretenden conseguirlo?
En declaraciones a Carbuzz, Christian von Koenigsegg ha reconocido que ya tienen prácticamente listo un motor de gasolina de 1.6 litros y 400 CV de potencia. Koenigsegg quiere liderar la carrera del rendimiento, diseñar los motores con mayor potencia específica, con mayor potencia entregada en relación con su desplazamiento, con su cilindrada.
Ahora bien, Koenigsegg se enfrenta a dos problemas realmente importantes. El primero, hacer que la tecnología de estos motores sea viable en una economía de escala. La segunda, luchar contra uno de los aspectos que más contribuye a reducir el rendimiento energético de un motor, las pérdidas energéticas por disipación del calor.
En lo que respecta a la reducción de las pérdidas energéticas, Christian von Koenigsegg reconoce que han avanzado mucho con una solución un tanto obvia, la de crear motores que reduzcan las pérdidas térmicas en la medida de lo posible. Motores en los que se recurriría a cilindros de menor diámetro, y carrera larga. A su vez, esos motores emplearían bielas, pistones y válvulas forjados en materiales de calidad. Materiales que definitivamente son mucho más caros que los empleados hasta la fecha, pero que en una economía de escala podrían ser viables.
Lo interesante es que Koenigsegg mira más allá del turbo, mucho más allá del turbo. Al respecto de los últimos avances en sobrealimentación, hablando de los compresores eléctricos, Koenigsegg cree que existen soluciones más sencillas para lograr el mismo objetivo. En cualquier caso, Koenigsegg piensa que, tanto para conseguir el máximo rendimiento de un deportivo, como para crear motores con potencias tan específicas tan elevadas para turismos más convencionales, la sobrealimentación por turbo sigue siendo imprescindible.
¿Cuándo veremos estos motores en turismos para todos los públicos? De momento estamos en una fase muy temprana de este proyecto. Koenigsegg está trabajando con prototipos, pero también estrechando su relación con algunos fabricantes para convertirse en su proveedor tecnológico. Diversificar sus actividades, y formar la compañía FreeValve AB, encargada del desarrollo de motores sin árboles de levas, son un buen ejemplo de ello. Sin ir más lejos, la compañía china Qoros ya está en conversaciones con Koenigsegg para utilizar estas tecnologías, y hace poco presentó un prototipo equipado con un motor con la tecnología de Koenigsegg y FreeValve. Lo cual resulta muy prometedor.
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