En Volkswagen son momentos de apretarse el cinturón. No es para menos. El coste de las reparaciones, indemnizaciones, y sanciones, derivado del escándalo de los diésel desatado en Estados Unidos ha puesto en serios aprietos la estabilidad del gigante alemán. Es por eso que quizás nos sorprenda que, a pesar de esta crisis, Volkswagen haya anunciado una bonificación de 3.950€ brutos para todos sus trabajadores en Alemania. Hablamos de más de 120.000 empleados. Y no solo eso, que esa bonificación se haya producido sobre todo gracias a su trabajo durante la crisis de los TDI.
¿Por qué bonificará a sus empleados en Alemania? Un fabricante bonifica, generalmente, a sus trabajadores como gratificación por los buenos resultados económicos que esa marca ha tenido durante el año precedente. Este año, por ejemplo, nos enterábamos de que Daimler (smart y Mercedes-Benz) bonificaría a sus trabajadores con 5.650€ y que Porsche haría lo propio con una bonificación de 8.911€.
Lo que no esperábamos, ni mucho menos, es que Volkswagen, con una pérdida neta de 1.600 millones de euros por todo lo sucedido en los últimos meses con el escándalo de los TDI, bonificase a sus empleados (ver noticia en Expansión).
La decisión de bonificar a sus trabajadores en Alemania con 3.950€, que desde la marca se anuncia como una gratificación «por su esfuerzo en el éxito de la compañía en un año difícil», forma parte de un ajuste del convenio colectivo con el sindicato del sector del metal. Una decisión que se ha tomado tras las negociaciones entre la junta directiva de la compañía y el comité de empresa de las fábricas de Braunschweig, Emden, Hannover, Kassel, Saltzgitter y Wolfsburg.
Por otro lado, tampoco podemos olvidarnos de otro de los puntos que más polémica está generando estos días, el de los salarios y bonificaciones de los ejecutivo de Volkswagen, que habría supuesto 400 millones de euros desde 2011 para la marca (Automotive News). No son pocos los que se han escandalizado por el hecho de que Martin Winterkorn, antiguo CEO de Volkswagen, recibiera una indemnización de 9,3 millones de euros tras dejar su posición, asumiendo la responsabilidad que conlleva su cargo después de un escándalo tan importante como el de los TDI en Estados Unidos.
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