Los motores pierden potencia con la edad. El mero desgaste de sus componentes internos provoca que la compresión del motor no sea tan buena como cuando salió del concesionario. Incluso en motores perfectamente cuidados, el deterioro de filtros, bujías y sistemas de alimentación de combustible provoca una pérdida gradual de potencia. ¿Es posible recuperar la potencia inicial del coche, años después? En Fifth Gear se ponen manos a la obra, usando un Volkswagen Corrado 2.8 VR6 para comprobar si pueden restaurar su potencia original.
Este Volkswagen Corrado fue comprado de segunda mano por parte de Fifth Gear, y en el momento de realizar este experimento tenía ya 18 años de edad. Tras un paso por el banco de potencia, el coche arrojó una potencia total de 177,5 CV, una disminución considerable con respecto a los 190 CV que el motor de 2,8 litros especifica en ficha. El primer tratamiento de Fifth Gear ha sido usar un producto limpiador para el sistema de alimentación de combustible. Las típicas botellitas que se pueden comprar en gasolineras y grandes superficies.
Sobre el papel, limpian la suciedad acumulada en las líneas de combustible, bomba de combustible e inyectores. Tras echar sus 250 ml en un depósito lleno y usarlo durante una semana, el coche volvió al banco de potencia. ¡Había recuperado 5,9 CV! Hay que decir que el hecho de conducir un coche regularmente también ayuda a que el motor funcione más desahogadamente. Es necesario mencionar que es un tratamiento único, una vez el sistema de alimentación de combustible está limpio, no tiene sentido seguir usando este producto.
Con 183,4 CV de potencia, el experimento de Fifth Gear no se detuvo ahí. El siguiente punto fue una puesta a punto completa. Se reemplazó el filtro de aire y se limpió su caja, donde se había acumulado suciedad y hojas secas. A continuación, se cambió el aceite y el filtro del aceite al coche, usando componentes de calidad. El resultado fueron 2 CV adicionales recuperados. El Corrado ya estaba a sólo 4,6 CV de su especificación de fábrica. Pero Fifth Gear no se detuvo ahí, y siguió su puesta a punto.
Nuevas bujías y un nuevo cableado para las mismas fueron el siguiente paso. Una operación ya algo más costosa, pero que cualquiera puede llevar a cabo con cierta habilidad y herramientas básicas. 3,3 CV adicionales fueron recuperados tras el reemplazo de estos componentes, llevando la potencia final del coche a 188,7 CV, sólo 1,3 CV por debajo de su valor en ficha. Parece que el coche no había perdido tanta potencia, y estaba bien de compresión, sólo requiriendo una buena puesta a punto con buenos componentes.
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