El Insurance Institute for Highway Safety o IIHS nos trae hoy una comparativa de pruebas de choque de lo más interesante enfrentando a los modelos Ford Mustang, Chevrolet Camaro y Dodge Challenger en sus versiones V8, una prueba de choque dedicada a los Muscle Car para que nos entendamos. El IIHS reconoce que estos coches son muy rápidos, pero tras estas pruebas no puede sino corroborar que hay bastantes cosas que se pueden mejorar. ¿Qué Muscle Car es el más seguro? ¿Existe riesgo de lesión o muerte al conducir estos deportivos?
El IIHS se ha convertido en uno de los organismos de referencia en materia de seguridad como alternativa a las pruebas realizadas por GlobalNCAP o sus filiales y la NHTSA en EE.UU. El IIHS emplea un protocolo bastante más exigente a la hora de realizar pruebas de choque o crash test, destacando la prueba conocida como Small Overlap Test donde se hace impactar el vehículo contra un muro vertical a una velocidad de 64,37 Km/h y empleando como superficie de impacto tan sólo el 25% de la superficie frontal. Esta prueba se ha convertido en un serio dolor de cabeza para más de un fabricante, y hoy vuelve a hacer de las suyas.
Pero vayamos a los resultados. Las diferencias entre un modelo y otro son notables, quedando todos ellos lejos del reconocimiento Top Safety Pick que entrega el IIHS al modelo que obtenga mejores resultados. Las pruebas realizadas a las versiones 2016 del Ford Mustang, Chevrolet Camaro y Dodge Challenger analizan 6 puntos clave: choque frontal con un 25% de superficie de impacto, choque frontal con un 40% de superficie de impacto, resistencia del techo, impacto lateral, efectividad de asiento y reposacabezas y sistemas de seguridad para la prevención de colisión o atropello.
El Ford Mustang ha conseguido hacerse con la mejor valoración de estas tres pruebas de choque entre Muscle Cars. El deportivo de Ford ha conseguido buenos resultados en términos globales, llevándose tan sólo un tirón de orejas en la polémica y ya citada prueba Small Overlap Test donde ha conseguido una puntuación de «aceptable».
En el caso del Chevrolet Camaro nos encontramos con unos resultados similares al Ford Mustang. La reciente actualización del Chevrolet Camaro ha servido para mejorar sensiblemente el modelo en materia de seguridad, sin embargo el IIHS señala que su puntuación se ha visto penalizada por una resistencia del techo puntuada con la calificación de «aceptable» y la ausencia de ayudas a la prevención de colisión o atropello.
La peor nota en seguridad la encontramos en el Dodge Challenger, un deportivo que según el IIHS tiene graves deficiencias. Es justo reconocer que el Dodge Challenger es el más veterano de los tres modelos utilizados, empleando una plataforma desfasada y con mínimas mejoras desde que fuese lanzado en 2008. El IIHS ha encontrado graves problemas de seguridad a la hora de evaluar los resultados del Small Overlap Test. Tras el impacto, la rueda frontal izquierda ha invadido el habitáculo, llegando a atrapar la pierna del dummy y alcanzando así la puntuación de «marginal». Del mismo modo la deformación del habitáculo y la protección de asientos y reposacabezas ha resultado peor de lo esperado consiguiendo la valoración de «aceptable».
Analizando los resultado de esta atípica prueba de choque a 3 Muscle Car nos encontramos con que los fabricantes Ford y Chevrolet han hecho sus deberes para hacer a sus deportivos coches seguros, aunque esto no quita que no tengan margen de mejora. El caso del Dodge Challenger es el más preocupante, ya que hablamos de graves lesiones para sus ocupantes en caso de accidente, unos resultados que nos animan a cuestionarnos cuántos de todos esos coches deportivos o de lujo disponibles en el mercado son realmente seguros.
Fuente: IIHS
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