Que las plataformas como Uber están revolucionando el transporte tal y como lo conocemos es algo que ya todos sabemos, pero tal es su repercusión que la NHTSA ha decidido cambiar su protocolo para realizar las pruebas de choques o crash-test excusándose en el auge del coche compartido. Los pasajeros de los asientos traseros son los grandes olvidados a la hora de evaluar las lesiones ante un accidente simulado, pero a partir de ahora eso va a cambiar.
Según ha comunicado la National Highway Traffic Safety Administration (NHTSA), a partir de 2019 planean introducir una serie de cambios en los protocolos que rigen las pruebas de choque para, además de endurecer la obtención de las puntuaciones, incluir nuevas pruebas que permitan evaluar las lesiones sufridas por los ocupantes de las plazas posteriores.
La NHTSA subraya la importancia que están adquiriendo las plataformas de coche compatido como Uber, Maven y Lyft en EE.UU., motivo por el cual cada día resulta más importante proteger a los ocupantes de las plazas posteriores. El objetivo es que las medidas de seguridad crezcan en relación a los ocupantes de la plazas posteriores y, además, obligar a los fabricantes de coches y compañías aseguradoras a incluir estos supuestos en el desarrollo de los coches y su protección ante accidente. Recordemos que en España ya se han dado casos donde las compañías de seguros no cubren los daños a pasajeros concertados a través de plataformas como BlaBlaCar.
Sea como fuere la noticia comunicada por la NHTSA es bastante importante. Aunque el plazo para la introducción del nuevo protocolo se demorará hasta 2019, lo importante es que ya se avisa a los fabricantes para que muestren mayor interés en la seguridad de las plazas traseras. Tras este anuncio de la NHTSA no será de extrañar que otros organismos como EuroNCAP apuesten por introducir nuevas pruebas para alcanzar los mismos objetivos.
Fuente: NHTSA
En Diariomotor: