Han pasado más de cuatro años desde que probamos, por primera vez, los primeros híbridos de Peugeot y Citroën. Los franceses habían apostado por una solución diferente, atrevida por un lado, y con sentido por el otro, si tenemos en cuenta que pese a todo Europa sigue siendo muy fiel al diésel, y no parece que eso vaya a cambiar a corto plazo. ¿Qué ha sucedido entonces para que en este periodo de tiempo, corto para los ciclos que maneja la industria del automóvil, hoy podamos anunciar que oficialmente el híbrido diésel de Peugeot y Citroën ha muerto?
Por un lado, los híbridos diésel de PSA no cumplieron con las expectativas. Hemos de recordar que la apuesta realizada por el grupo automovilístico francés fue importante. Durante años, el Peugeot 508 RXH solo se comercializó con un motor híbrido diésel. No cumplieron con sus expectativas comerciales, porque su rango de precios quizás estuvo alejado de lo que sus clientes demandaba. Pero tampoco cumplió con su objetivo de ofrecer suficientes ventajas, con respecto a los diésel ya conocidos, como para asumir ese sobrecoste.
La idea del sistema Hybrid4 era muy inteligente, maximizar el rendimiento energético, ofrecer unas buenas prestaciones, y sobre todo unos consumos muy ajustados, con la ventaja añadida de contar con tracción en el eje trasero. Pero en la práctica, esas prestaciones no eran tan superiores con respecto a los diésel menos potentes y sin hibridación, y el ahorro de combustible, al menos en nuestras pruebas, apenas perceptible.
En los últimos años, e incluso meses, en Europa también se ha producido un cambio de chip. El diésel, definitivamente, ha dejado de estar bien visto y asociarse a ventajas medioambientales. El futuro del concepto de vehículo con conciencia medioambiental pasa por híbridos, con motores de gasolina; pero sobre todo por híbridos enchufables y eléctricos puros. El diésel ya no cuenta con el visto bueno de las autoridades en Europa, y pierde interés, interés que fuera de nuestro continente es prácticamente nulo.
Eso ha llevado a Peugeot y Citroën a tomar la decisión probablemente más lógica, detener la evolución del sistema híbrido diésel Hybrid4 y apostar por una nueva generación de híbridos enchufables que promete, y mucho. Híbridos que combinarán un motor de gasolina de entre 150 y 200 CV de potencia, con uno o dos motores eléctricos de 80 kW (110 CV) cada uno.
Hablamos de híbridos con potencias de hasta 300 CV, en modo combinado, con configuraciones de tracción a dos o cuatro ruedas, con autonomías de hasta 60 kilómetros en modo eléctrico puro, y con arquitecturas que conseguirán que esta tecnología no penalice el espacio a bordo, ni de carga en el maletero. Estos nuevos híbridos enchufables llegarán a los concesionarios en 2019, de manera que en 2021 habrá siete modelos de Peugeot, Citroën y DS con tecnología híbrida enchufable. Y mucho ojo, porque no solo serán modelos compactos, sino también turismos pequeños, del segmento B.
En definitiva, los diésel híbridos de Peugeot oficialmente han muerto. Muy pronto dejarán los concesionarios. Y tenemos la sensación de que no los echaremos de menos, especialmente a tenor de lo que prometen sus sustitutos.
Fuente: Peugeot | Citroën
En Diariomotor: