Sin duda es el gran rumor de la semana. Un medio de Rumanía soltaba la pista. El regreso del SEAT Marbella está cerca. La noticia aún es difícil de contrastar, y más sabiendo el secretismo con que los fabricantes suelen tratar este tipo de acontecimientos. No hay más que recordar el último caso, el más cercano, y la cantidad de nombres que se le atribuyeron al SEAT Ateca hasta que se hiciera oficial. En cualquier caso, tras el rumor surgido alrededor de su nombre, hemos de tener en cuenta que el hipotético regreso del SEAT Marbella sí esconde un plan de producto sumamente importante para SEAT en los próximos años.
1. Porque los viejos rockeros nunca mueren.
Qué demonios. El regreso de una marca emblemática es un acontecimiento que de alguna u otra forma a todos nos ilusiona. Y en este caso más si se trata de una marca con cierto peso, como el SEAT Marbella, y un fabricante que ha sido tan importante para nuestro país, y ha estado tan vinculado a la motorización de tantos conductores. El SEAT Marbella nacía en los años ochenta a modo de revisión del concepto del SEAT Panda, derivado a su vez del Fiat Panda. Nunca nos olvidaremos de sus líneas angulosas, a modo de caja de zapatos, de sus derivados comerciales, ni del hecho de que este fuera el último modelo en recurrir a aquella estética ochentera.
La idea de resurgir el nombre SEAT Marbella tiene mucho sentido, y más en estos días en los que los remakes están a la orden del día, y la recuperación de iconos de antaño se torna un ejercicio de marketing la mar de interesante. Ahora bien, ¿será el heredero espiritual del SEAT Marbella, o únicamente un modelo que retomará su nombre?
2. Porque si el SEAT Marbella hubiera nacido en esta década sería un crossover.
Si tuviéramos que trazar la línea genealógica de la gama actual de SEAT nos encontraríamos con que el SEAT Mii fue el verdadero heredero del SEAT Arosa, como utilitarios urbanos, y de que el SEAT de la ría gallega a su vez ocuparía, desde una posición moderna, el espacio dejado por el SEAT Marbella tras el cese de su comercialización.
El nuevo SEAT Marbella habría de ser un producto de volumen, para todos los públicos, para todos los bolsillos, contenido, pero a la vez atractivo. Y hoy en día parece no existir mejor forma de atraer al cliente que lanzar un crossover. El crecimiento de la gama SEAT con un SUV por debajo del SEAT Ateca parece, a todas luces, el movimiento más importante que podría realizar la marca de Martorell desde el punto de vista comercial. Entrar en la pugna con el Nissan Juke, o incluso atreverse con un producto más contenido, económico, y urbano, que el de Nissan, puede ser una de las claves del crecimiento que han previsto en SEAT. Crecimiento que según las cifras que nos chivan exige algo más que un SEAT Ateca para animar las ventas.
3. Porque podría animar la electrificación de SEAT.
La misma pista de Rumanía apuntaba en una dirección no menos interesante, la de que esta fuera la base ideal para lanzar el nuevo eléctrico de SEAT. Es cierto que los eléctricos aún están arrancando, y sus cifras de ventas aún son demasiado discretas. Es más, SEAT tiene suficientes frentes que reforzar como para centrar su atención en un producto eléctrico. Pero aún así la idea de lanzar un eléctrico puro sigue siendo interesante, e importante desde el punto de vista tecnológico. Más aún si tenemos en cuenta que las cifras de SEAT Mii, que también gozó de variante eléctrica, fueron como mínimo discretas.
SEAT no puede perder la vista de los avances que se están presentando en el Grupo Volkswagen en los últimos años. Y tras la electrificación de Volkswagen, SEAT también debería gozar de la oportunidad de tener sus propios eléctricos basados en plataformas, tecnologías, y mecánicas, heredadas de sus hermanos mayores de Wolfsburgo.
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