Mazda se ha sacado un as de la manga al que llama G-Vectoring Control y que promete una sensible mejora en nuestra experiencia de conducción. No hablamos de ruedas directrices adicionales como el Renault Talisman, ni siquiera de sistemas de control de ángulo de guiñada como el Ferrari GTC4Lusso, la idea de Mazda es mucho más sencilla pero busca ofrecer una mejor experiencia a conductor y acompañantes mediante una nueva forma de entender la dirección asistida a través de la tecnología G-Vectoring Control.
Ya nadie puede negar que la electrónica es reina absoluta a la hora de hablar del control de nuestro vehículo. Todos aquellos complejos sistemas de reparto de par, diferenciales controlados, trenes autodireccionales, etc. están pasando a mejor vida gracias a los beneficios de la electrónica y su evolución en los últimos años. Por este motivo Mazda ha querido dar una vuelta de tuerca las posibilidades del control vectorial del par, y así ha nacido la tecnología G-Vectoring Control que muy pronto llegará a todos los modelos de su gama.
¿Cuál es el objetivo de Mazda usando el sistema G-Vectoring Control? Ofrecer un mejor paso curva y una menor necesidad de correcciones sobre la dirección durante los giros. Mazda hace uso de la electrónica para dosificar el par de salida del motor durante la trazada de una curva, hablamos de variaciones de unos muy pocos Nm pero que son suficintes. Este sistema permite así distribuir la entrega de par y reducir de forma sensible las correcciones que ha de hacer el conductor durante el giro de la curva. Por decirlo de una forma un tanto más simple, Mazda permitirá que coloques el volante en un ángulo y prácticamente no tengas que moverlo durante el giro.
El objetivo de Mazda no es convertirte en piloto, ni mucho menos, sino aumentar el confort de conductor y acompañantes al reducir las correcciones sobre la dirección y con ello las alteraciones en la aceleración lateral.
Las primeras pruebas realizadas con la tecnología G-Vectoring Control por medios confirman que el sistema trabaja de forma transparente al conductor, aunque a posteriori se puede comprobar mediante telemetría que efectivamente el conductor ha tenido que corregir menos veces la dirección.
Fuente: Road&Track
En Diariomotor: