De alguna forma alivia acudir a un debate electoral, en estos tiempos de crispación general, y apenas escuchar reproches, insultos, o unas voces más altas que otras. Y aunque las discrepancias, que haberlas haylas, sean apreciables, la posibilidad de que exista un entendimiento, y de que este se materialice en grandes acuerdos sobre Seguridad Vial entre los cuatro partidos más importantes del panorama nacional, no parece ni mucho menos descabellada, al menos a este nivel. Pero vayamos al quid de la cuestión. Un día después del «debate a cuatro» para las elecciones del 26J, el RACE convocó a los cuatro partidos nacionales con mayor representación en el Congreso de los Diputados para analizar sus proyectos, y sus promesas, de cara a la próxima legislatura. ¿Qué plantean PP, PSOE, Podemos y Ciudadanos al respecto de la Seguridad Vial y, por extensión, la movilidad?
El Partido Popular: la situación no es tan mala, pero aún queda trabajo por hacer
Lo lógico hubiera sido que desde el primer minuto el debate se centrase en las decisiones tomadas por el Partido Popular en la última legislatura. Pero, incluso en este aspecto, nos encontramos con que dos polos políticos aparentemente opuestos como Luis Aznar, Senador por León del Grupo Popular, y Jacinto Morano, del Grupo Parlamentario Podemos en la Comunidad de Madrid, tenían muy claro que nuestro país no necesita nuevas infraestructuras, sino preservar las ya existentes. El compromiso electoral del Partido Popular pasaría precisamente por la mejora y el mantenimiento de las carreteras Españolas. En cualquier caso, y como veremos más adelante, no basta con eso.
Si algo hemos de destacar de este debate es el hecho de que los cuatro participantes, también Irene Rivera, Diputada por Málaga de Ciudadanos, y Zaida Cantera, Diputada por Madrid del PSOE, apuntasen en esa dirección concreta, la de trabajar para reforzar el mantenimiento y la mejora de nuestras carreteras.
Ciudadanos: por desgracia el mantenimiento, sin inauguraciones, no proporciona votos
Precisamente Irene Rivera apuntaba a uno de los aspectos más importantes, y quizás la razón por la cual España se ha visto desbordada por infraestructuras sin utilidad alguna. Las inauguraciones dan votos. Y para hacer inauguraciones es necesario crear infraestructuras. El mantenimiento de carreteras, por desgracia, es una labor ingrata para cualquiera que aspire a obtener un rédito electoral por lo que, en definitiva, es su responsabilidad.
¿Pero de dónde sale el dinero? He aquí otro de los grandes problemas. Como nuestros políticos, todos podremos estar de acuerdo en que es crucial que nuestras carreteras mejoren su mantenimiento. Nuestra seguridad depende de ello. Y ya no solo hablamos de mantenimiento, sino también de reformas importantes exigidas por la alta siniestralidad en ciertos tramos. El gran problema está en la dificultad de ajustar presupuestos para conseguir que el mantenimiento de nuestras carreteras sea el adecuado. Un gasto que, desde el punto de vista de la Seguridad Vial y el coste social que generan los siniestros, debería estar más que justificado.
Según publicaba la DGT en el número 212 de su revista hace unos años, la Xunta de Galicia cifraba en 6.000€/kilómetro el coste anual de mantenimiento de una carretera secundaria, que podía aumentar hasta 18.000€/kilómetro en el caso de una vía de alta capacidad. El mantenimiento de un kilómetro de autovía asciende a 42.000€/kilómetro. En cualquier caso, la inversión en mantenimiento anual de carreteras no debería ser inferior al 2% del valor patrimonial de la red.
Otro dato. Cada kilómetro de autovía nueva nos cuesta a los españoles entre 2 y 8,5 millones de euros.
Podemos: abogar por un nuevo modelo de infraestructuras y nuevas tasas para el transporte
Desde Podemos, y en palabras de Jacinto Morano, su representante en este debate, no dudaron en conectar el modelo de creación de infraestructuras español con la burbuja de la construcción. Jacinto destacaba, entre otras cosas, la existencia de vías infrautilizadas, como las famosas radiales y autopistas de peaje. Aún así, Podemos aboga por un modelo en el que no pretenderían aumentar las inversiones, sino destinarlas a tareas prioritarias. Inversiones que estarían destinadas a mejorar nuestras carreteras, asegurar su mantenimiento, y dar trabajo a aquellos profesionales de la construcción que con la crisis, y el fin de la burbuja inmobiliaria, se vieron abocados al paro. Inversiones que, en principio, no pretenderían la creación de nuevas carreteras, sino la mejora de las ya existentes.
Pero volvemos al gran problema, ¿cómo se financian todas estas inversiones? Limitados por el tiempo de debate, los ponentes no tuvieron suficiente tiempo para detallar algunas de las propuestas. Aún así, desde Podemos se habla del establecimiento de nuevas tasas a la circulación por carretera, tasas que requerirían de un estudio más pormenorizado antes de ponerse en práctica, pero que inicialmente no afectarían al particular que se desplaza con un turismo convencional, sino a otro tipo de vehículos, como el transporte de carga y viajeros.
Y es ahí donde Zaida Cantera, por parte del PSOE, tendría su réplica. Apuntando, en otro término, a un tema que también se destacó desde Podemos, el de los presupuestos de ayuntamientos y autonomías.
PSOE: las secundarias han de ser la prioridad
En unas Elecciones Generales lo lógico es que nos centremos en la política nacional. Pero no hemos de olvidarnos de que buena parte de los fallecidos en accidentes de tráfico se deben a siniestros que acontecen en vías secundarias, dependientes de las autonomías y los ayuntamientos. En ese punto tanto el PSOE, como Podemos, coincidieron en que los recortes que se han practicado en las partidas destinadas a administraciones locales y autonómicas redundan, necesariamente, en una menor inversión en estas infraestructuras que son de su competencia. Hablamos de un tema que no es, ni mucho menos, baladí en un momento en el que España sigue tratando de reducir el déficit público.
Al respecto de la medida de Podemos, de la búsqueda de nuevas tasas para el transporte, la representante del PSOE mostró su oposición por una sencilla razón, la de que aumentar los costes del transporte redundase en dificultar aún más el trabajo de muchas pequeñas y medianas empresas del sector.
Entre los puntos de consenso entre todos los partidos estuvieron, por supuesto, trabajar en líneas muy concretas, como la mejora del señalizado, la instalación de protecciones para motoristas, la localización de puntos negros (su señalización, y eliminación) y, de nuevo, abogar por la mejora y el mantenimiento de las infraestructuras y no por la creación de nuevas infraestructuras que no sean prioritarias.
Ahora nuestras dudas son las siguientes: ¿llegarán a un acuerdo de mínimos que refleje el consenso visto en este debate? Y lo que es aún más importante, ¿cumplirán con las promesas que reflejan en su programa electoral?