Si pensamos en un coche de carreras de aceleración – o drag racing – normalmente pensamos en un muscle car americano, como un Chevrolet Camaro, normalmente equipado con un enorme motor V8 y más de 1.000 CV de potencia. Muchos están sobrealimentados por compresores, o turbos. Desde luego, nadie pensaría en un SEAT Arosa como un buen coche de drag racing. Pero, ¿y si os dijera que este pequeñín desayuna Godzilla y merienda músculo americano? No sólo eso: está equipado con un motor 2.0 TDI bomba-inyector con más de 500 CV de potencia.
Este benjamín es el «mimado» de Darkside Developments, un taller británico especializado en potenciaciones extremas sobre motores TDI del Grupo Volkswagen. Ya sabíamos de preparaciones 1.9 TDI con potencias cercanas a los 300 CV, pero ignoraba que se podía extraer tanta potencia de un simple 2.0 TDI bomba-inyector. Aunque comenzó su vida como un simple motor de 140 CV, ha recibido un turbo John Deere procedente de un tractor – soplando a 4,1 bares – una culata modificada para soportar el incremento de potencia y unos inyectores que permiten un flujo un 120% superior.
Además, el preparador ha instalado nuevos colectores, un escape libre, una admisión de competición y ha suprimido la EGR. La electrónica es completamente nueva, y además, cuenta con un kit de óxido nitroso. Este motor desarrolla la friolera de 507 CV y un par máximo de 813 Nm, ambos por encima de las 4.000 rpm. Sólo el Audi SQ7 TDI le puede hacer frente en lo tocante a par máximo. Y aún no hemos tocado el tren de rodaje. Este SEAT Arosa sigue mandando toda su potencia al tren delantero, a través de una caja 02M procedente de un Volkswagen Golf.
Es una caja de cambios manual de seis relaciones, convenientemente reforzada para soportar una potencia y par máximo para los que no fue diseñada. Es más, en muchas carreras el coche arranca en segunda marcha, porque la primera se le queda corta. Un diferencial autoblocante Quaife y unos enormes slicks de drag racing se encargan de que las salidas sean rápidas y sin pérdidas de tracción. Esta pequeña locomotora expulsa partículas como si no hubiera un mañana, hasta el punto de que a veces queda oculto en la tinta de calamar.
Su suspensión es completamente artesanal, y sus frenos se han también mejorado. Su interior se ha vaciado al completo, hasta el punto de perder todo el aislamiento y quedar en posición sólo un asiento de competición. Una jaula antivuelco y un fondo plano son las últimas modificaciones. El pequeño Arosa posiblemente no pese más de 800 kilogramos, y aunque su arrancada no es formidable por ser un tracción delantera, sus tiempos impresionan: tiene un récord de 10,14 segundos y 239,47 km/h en el cuarto de milla.
Todo esto se ve mucho mejor en vídeo, así que a continuación dejamos unos cuantos vídeos de este pequeño SEAT Arosa en acción. Desde luego, es muy diferente al Arosa 1.0 que tenía un amigo hace años…
Fuente: DarksideM
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