Ferruccio Lamborghini, sin duda una de las grandes personalidades automovilísticas del pasado. El granjero que desafió a Enzo Ferrari y construyó un imperio de superdeportivos, de los que Miura y Countach fueron sus abanderados internacionales. Podríamos pensar que el coche favorito de Ferruccio era el lujoso 400GT o uno de sus superdeportivos de motor central, pero la verdadera niña de sus ojos era el desconocido Lamborghini Jarama. ¿Por qué Ferruccio prefería este dinámico GT a otras espectaculares creaciones de la marca?
En una entrevista concedida en 1990 a Thoroughbred & Classic Car, Ferruccio Lamborghini contaba el porqué. Desde mediados de los años 70, el italiano no dirigía la marca, desencantado por las dificultades económicas derivadas del problemático negocio de tractores y la crisis del petróleo. Con nostalgia, recapitulaba acerca del fantástico Lamborghini Jarama, del que sólo 328 unidades fueron producidas entre 1970 y 1976. Fue el Lamborghini más exclusivo y esquivo jamás producido, pero no por ello el menos atractivo.
A finales de los años 60, Lamborghini necesitaba rediseñar el Islero para poder venderlo adecuadamente en el mercado estadounidense. Aprovecharon la inversión necesaria para crear su visión del GT perfecto. Era más pequeño y corto que el Espada, pero conservaba su potente motor V12 y 2+2 plazas. Diseñado por Marcello Giandini en Bertone, nacía con trazos agresivos, ópticas semi-escamoteables y una actitud masculina. Sin embargo, quedaba en tierra de nadie ante el protagonismo del Miura y la reputación sólida del Espada.
Bajo su capó, disponía de un puntiagudo V12 atmosférico de 3,9 litros, alimentado por seis carburadores Weber de doble cuerpo, desarrollando una potencia de 350 CV en su debút en 1971, Casi 100 CV por litro eran impresionantes hace casi 50 años. Su potencia pasaría a ser de 365 CV cuando se estrenó su versión GTS en 1972 – también conocida como Lamborghini Jarama S – junto a algunos detalles que mejoraban su estética. El Lamborghini Jarama pesaba 1.450 kilos, y era considerado un Gran Turismo, más que un deportivo verdadero.
No obstante, tenía unas prestaciones sobresalientes gracias a su enorme dosis de potencia: tenía una velocidad punta de casi 260 km/h. Equipaba una cantidad considerable de adelantos técnicos: tenía una caja de cambios de cinco relaciones, discos de frenos en las cuatro ruedas, dirección asistida opcional suspensión independiente en ambos ejes. De las 328 unidades producidas por Lamborghini, 152 unidades corresponden al Jarama GTS. El ejemplar personal de Ferruccio Lamborghini era un GTS, y está expuesto en el Museo Lamborghini.
Fuente: TS | R&T
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