Lo inevitable ha ocurrido. La temporada 23 de Top Gear nació maldita, con un formato casi completamente nuevo, y un elenco completo de presentadores. Dejando a un lado críticas de contenido automovilístico, las quejas de la audiencia – traducidas en unos rátings desastrosos – estaban centradas en la actitud y presencia televisiva de Chris Evans. Incluso sus propios compañeros no soportaban su arrogancia: según varios tabloides británicos, Matt LeBlanc habría llegado a dar un ultimátum a la BBC.
O Chris Evans o él al frente del programa de motor más famoso del planeta – al menos hasta el estreno en unos meses de The Grand Tour, que no podría tener mejor pinta. Hace apenas unas horas, Chris Evans anunciaba en Twitter que Top Gear continuará sin su presencia al frente. En parte es comprensible, ya que las críticas hacia el elenco se centraban casi exclusivamente en su persona, recibiendo el resto de presentadores alabanzas varias – especialmente Chris Harris y Matt LeBlanc, del que hemos descubierto una faceta petrolhead.
Chris Evans se despedía de sus compañeros con elegancia, alabando su entereza y calidad como equipo. Chris Evans continuará llevando shows en la radio – los mismos que le han hecho famoso – así como otros proyectos relacionados con el automóvil. Se cree que el británico tenía un contrato de tres años con la BBC, por un importe desconocido – elevado con toda seguridad – y un paracaídas dorado en caso de problemas en el programa. No descartamos que haya recibido varios millones por abandonar Top Gear.
Sea como fuere, se abren incógnitas acerca de Top Gear. Pero la puerta a la esperanza está abierta. Rory Reid, Chris Harris y Matt LeBlanc harían un gran papel como nuevo «trío calavera», con Sabine Schmitz como invitada ocasional de lujo. La receta para un gran show de coches está ahí. Sólo necesitan ser un poco más mordaces, un poco más políticamente incorrectos. Ser más críticos, más ácidos. Top Gear tiene una segunda oportunidad sin Chris Evans, y deben aprovecharla para enmendar los errores del pasado.
Desde luego, los rátings han reflejado de forma clara que el formato actual debe corregir sus defectos. Defectos que no tienen que ver con la cinematografía o los coches presentes en el programa. La filmación de la temporada 24 de Top Gear está actualmente en curso, y se espera que su estreno coincida con el de «The Grand Tour», de Jeremy Clarkson, Richard Hammond y James May. Este choque de talentos automovilísticos podría ser lo mejor que le ha pasado al mundo del motor televisado en los últimos años. Soy optimista.
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