Un coche moderno no se entendería sin una compleja instalación eléctrica. Un cableado que no solo te permite bajar y subir las ventanillas accionando un botón, sino que también conecta toda una serie de componentes eléctricos individuales en una inmensa red interna que, de visualizarse sin la carrocería, tendría un aspecto muy parecido al del Bentley Bentayga que ves en estas imágenes. Así es la compleja red eléctrica del Bentley Bentayga, y el corazón de todos esos sistemas que hacen nuestra vida más sencilla y, sobre todo, cómoda, algo imprescindible en un Bentley.
Gracias a esta instalación, el Bentley Bentayga puede gozar de cuatro radares, doce sensores ultrasónicos, seis cámaras, suspensiones adaptativas alimentadas por un circuito de 48 voltios, una naevera para el champán, un equipo de sonido con 18 altavoces, y asientos con calefacción, refrigeración y función de masaje.
Según la revista estadounidense Car & Driver el cableado del Bentley Bentayga pesa 50 kilogramos. Unas cifras increíbles, si tenemos en cuenta que el circuito eléctrico de un muscle-car de los de antes apenas pesaba 5 kilogramos.
Y eso no es todo. Uno de los responsables de la producción del Bentley Bentayga reconocía que el cableado de este vehículo es tan voluminoso que ocupaba un palé completo del tamaño del propio Bentayga, de manera que su aspecto sería muy diferente al que hubiéramos podido imaginar, el de un manojo de cables.
En cada Bentley Bentayga hay 100 millones de líneas de código, las que componen el software de este gran SUV de lujo y definen el funcionamiento de todos sus componentes eléctricos. El Bentley Bentayga tiene un total de 90 módulos de control conectados en una red supervisada por el ordenador de la centralita.
Por último, y para complicar aún más su producción, cada Bentley Bentayga cuenta con una instalación propia y diferente de otros Bentayga que ha sido diseñada en función de los sistemas que el cliente haya equipado en su coche.
¿No es impresionante?
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