Cuando Mercedes lanzó el Clase A en 1997 todos pensamos, «qué innovadores han sido en Mercedes, atreviéndose a entrar en un segmento para ellos ignoto». Lo que no sabía entonces es que Mercedes ya había estado a punto de lanzar un interesante utilitario a principios de los años 80, que desgraciadamente no pasó de la fase de prototipo. Se llamaba Mercedes 190 E Stadtwagen, y estaba basado sobre una plataforma W201 modificada – la plataforma del «baby Benz» que tanto éxito lograría en los 80. Esta es su historia.
A finales de los años 70, Mercedes estaba muy presente en el mundo de los rallyes. Querían competir con los italianos y los franceses en su propio territorio, y brevemente cotejaron la producción de este curioso engendro, que justificaría a nivel normativo la homologación del coche de rallyes. El Mercedes 190 E Stadtwagen medía menos de cuatro metros, y tenía una batalla de sólo 2.220 mm, gracias al uso de la plataforma acortada del W201 – conocido como Mercedes 190 a nivel comercial – que no sería lanzado hasta 1982.
¿Qué significa Stadtwagen? Literalmente, coche de ciudad. Tras el abandono de los rallyes por parte de Mercedes a finales de 1980, el proyecto quedó huérfano. Mercedes no quiso desaprovechar la inversión realizada en el proyecto, y otros departamentos de la marca comenzaron a experimentar con un futuro coche urbano, campo en el que Mercedes no tenía experiencia alguna. El engendro huérfano resultante fue bautizado como «Stadtwagen», y en su momento, causó gran conmoción en la industria automovilística europea.
Fue cazado por varios fotógrafos espía a finales de 1980, y sus competidores franceses veían claro que Mercedes lanzaría un utilitario, amenazando el espacio ocupado por los Citroën Visa y Peugeot 104. El diseño del Mercedes 190 E Stadwagen era el vivo ejemplo de lo provisional e incierto del proyecto. Su frontal era similar al de las mulas de los W201 – sin la calandra o paragolpes finales – y aunque usaba ya sus llantas, el portón del maletero pertenecía a la versión familiar de los ya veteranos Mercedes W123.
Su interior era idéntico a los Mercedes 190 E, y estaba equipado con una caja de cambios automática de cuatro relaciones. El motor que movía a este curioso vehículo era un cuatro cilindros de 2,0 litros y 122 CV de potencia, suficientes para impulsar a este ligero utilitario – de propulsión trasera – hasta los 175 km/h. Se desconocen el número de unidades producidas, aunque se cree que sólo existe un ejemplar, que se encuentra en las manos de Mercedes. Ocasionalmente se puede ver expuesto en su museo en Stuttgart.
16 años después, Mercedes lanzaría el Clase A. Su primera aventura comercial en un segmento cuya única experiencia había sido el W201 Stadtwagen. A pesar de los problemas del Clase A, siguió los pasos del Stadtwagen en cierto modo: ofrecía un espacio similar al de un vehículo de mayor tamaño y unas calidades similares a los superventas de la época. Por desgracia hay poco material audiovisual del W201 Stadtwagen, pero es posible hacerse a la idea de sus curiosas proporciones y extraño diseño.
Fuente: RWP
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