El monovolumen ha muerto. Eso quieren decirnos todos los fabricantes de crossovers y SUVs. Y en parte es cierto: estos vehículos han devorado una gran parte del espacio ocupado en el mercado por las berlinas tradicionales y los monovolúmenes tradicionales. ¿Tienen aún argumentos de peso los coches como el Volkswagen Touran frente a los crossover? Para comprobarlo hemos puesto a prueba durante casi dos semanas a un Volkswagen Touran equipado con un motor 1.6 TDI de 115 CV y acabado Advance, posiblemente la combinación más vendida de la gama.
Lo dejo claro desde el principio. El diseño del Volkswagen Touran no emociona. Al menos no en el caso de nuestra unidad, de color marrón oscuro y equipada con unas discretas llantas de 16 pulgadas. No puede decirse lo mismo de las espectaculares unidades dotadas con llantas de 18 pulgadas, acabados deportivos y llamativa pintura de color azul metalizado. Como la que posiblemente habréis visto en anuncios de televisión y prensa. Nuestra unidad de pruebas es más realista en esta ocasión, no tan equipada como otros vehículos de prueba.
Este Volkswagen Touran hereda el diseño frontal de la familia Golf y Passat, combinándolo con unas ópticas cuyos LEDs diurnos son el máximo punto de diferenciación con otros Volkswagen. Su aspecto es armónico, dentro de lo excesivamente sensato y cuadriculado que es este monovolumen. No es una queja la enorme superficie acristalada del coche, que da más sensación de espacio interior y posibilita una mejor visibilidad hacia atrás. Realmente es un coche como pocos quedan en el mercado, donde forma aún sigue a función.
Siete plazas de serie
Aunque el Volkswagen Touran mide únicamente 4,53 metros de largo, medidas superiores a su primera generación pero aún compactas, se vende de serie con 7 plazas. Es una de las principales diferencias con otros rivales, en los que se deben especificar como opción – es el caso del Kia Carens, que también hemos probado recientemente – y otros en los que se debe adquirir la versión larga: es el caso de los Citroën C4 Grand Picasso frente a los Citroën C4 Picasso. El Touran es más compacto que dichas versiones alargadas de sus rivales.
Nos sentiremos muy «en casa» en el puesto de conducción del Volkswagen Touran si conocemos los vehículos del Grupo Volkswagen. Su postura de conducción es ligeramente elevada con respecto a un turismo y es casi perfecta en lo tocante a la ergonomía, con espacio a raudales para los ocupantes de las plazas delanteras y múltiples posibilidades de ajuste. Es especialmente grande el espacio libre hasta el techo, fruto del diseño cuadriculado y los 1,66 metros de altura de su carrocería.
La segunda fila de asientos está compuesta de tres asientos individuales, los tres dotados con un anclaje ISOFIX, y los tres regulables tanto longitudinalmente como en inclinación para su respaldo. La segunda fila también posee una regulación individual de temperatura. Si la segunda fila no está desplegada, cuentan con abundante espacio para las piernas y son suficientemente anchas para que tres adultos viajen con cierta comodidad. Si no son demasiado anchas, tres sillitas infantiles deberían caber sin problemas.
La tercera fila de asientos se despliega fácilmente desde el maletero – mediante cómodos tiradores – y tiene dos butacas. Me han parecido ligeramente mejores a nivel de comodidad que las del Kia Carens, por ejemplo. Tienen una posición algo más natural, y no obligan a llevar las rodillas tan elevadas. Aunque un adulto de estatura media sólo viajará cómodamente en ellas en viajes cortos y el espacio para las piernas depende del que sacrifiquen los pasajeros de la segunda fila, están por encima de la media en el segmento.
Volkswagen ofrece sin coste el Touran con cinco plazas. La diferencia fundamental es que el maletero pasa de los abundantes 633 litros – con la tercera fila abatida – de la versión de siete plazas a unos monumentales 743 litros en configuración de cinco plazas. Si no vamos a utilizar las dos plazas traseras habitualmente, recomendamos la versión de cinco asientos, más práctica y amplia. El enorme maletero del Touran viene a costa de algunos sacrificios: todos se venden con un kit antipinchazos, no rueda de repuesto.
Si circulamos con las siete plazas desplegadas en el maletero apenas cabrán un par de maletas de cabina o unas mochilas. Si abatimos todos los asientos, llegamos prácticamente a los dos metros cúbicos de volumen de carga. Si esto nos parece poco, Volkswagen ha repartido por el habitáculo 47 huecos portaobjetos. Hay mesitas tipo avión instaladas en la parte trasera de los asientos delanteros. En todas las puertas se pueden almacenar botellas de agua de litro y medio, e incluso la tercera fija tiene portabebidas en las molduras laterales.
Al volante del motor 1.6 TDI de 115 CV
El motor 1.6 TDI de 115 CV es el motor de acceso en diésel a la gama Touran y previsiblemente será el superventas de la gama, puesta a la venta hace unos meses. Es un motor Euro6 que usa inyección de AdBlue para tratar los gases de escape. Su ordenador de a bordo nos indica la autonomía restante de AdBlue (¿qué es el AdBlue?) hasta su futura recarga, realizada junto al boquerel del depósito de combustible. A los 115 CV de su motor los acompaña un correcto par máximo de 250 Nm, constantes entre las 1.500 rpm y las 3.250 rpm.
Nuestra unidad tenía su motor asociado a una caja manual de seis relaciones, pero también se ofrece una caja DSG de doble embrague y siete relaciones con este propulsor. Sobre el papel, hace el 0 a 100 km/h en 11,4 segundos, tiene una velocidad punta de 190 km/h y su consumo medio homologado es de 4,6 l/100 km. Lo que destacamos acerca del Volkswagen Touran es su buen aislamiento, tanto del viento como del ruido de rodadura y las imperfecciones de la carretera. Realmente es un coche hecho para ser cómodo en largos viajes.
Su suspensión es confortable y sus neumáticos tienen un perfil generoso, y baja resistencia a la rodadura. Viajar largas distancias en el Touran es un placer, y ni siquiera nuestras espaldas acusan el cansancio tras maratones de más de 500 kilómetros. Las posibilidades de ajuste de los asientos y su silencio a bordo también ayudan sustancialmente. Aunque ha adelgazado una media de 62 kilos con respecto a su anterior generación gracias a la plataforma MQB, no deberíamos esperar grandes prestaciones del motor que hemos probado.
Es ideal para circular por vías extraurbanas con un bajo consumo: hemos medido una media de 5,5 l/100 km en un trayecto por autopista entre Madrid y Gijón a velocidades legales, y raramente ha superado la media los 7 l/100 km – con la excepción de la circulación urbana, donde se rondan los 8 l/100 km. El conjunto tiene un manejo agradable: un buen tacto tanto para palanca de cambios como dirección, una suspensión sin balanceos exagerados y una buena puesta a punto, que quedan empañados por un motor sin garra.
Una pena, ya que el chasis permite un comportamiento relativamente ágil, comparable al de otros vehículos construidos sobre la plataforma MQB, si bien se notan algo más las inercias si circulamos más ágilmente. Si vas a conducir por carreteras secundarias habitualmente, haciendo frecuentes adelantamientos o quieres más prestaciones, te recomendamos el motor 2.0 TDI de 150 CV. Si vas a circular a ritmos tranquilos por autopistas y rondas de circunvalación, el 1.6 TDI cumplirá con creces tus expectativas.
Rivales, tecnología y precios
Volkswagen ha apoyado sus campañas en la promoción de la vertiente tecnológica del Touran. La cámara de marcha atrás es de serie en el acabado Advance, así como los sensores de aparcamiento tanto delanteros como traseros. A ellos se une una completa suite de seguridad activa, que debe ser adquirida a base de chequera: el avisador de vehículo en punto muerto o el avisador de salida de carril son opcionales, y cuestan 1.040 euros en combinación con la alerta de tráfico cruzado para salir marcha atrás de un aparcamiento en batería.
También existe una ayuda que posibilita la conducción semi-autónoma en atascos, aunque no hemos podido probarla. De forma opcional está disponible el sistema App-Connect, que permite la integración de un smartphone mediante MirrorLink, Android Auto o Apple Car Play, así como una completa suite de servicios disponible a través de la app CarNet desarrollada por Volkswagen. Desafortundamente, la unidad probada no disfrutaba de este sistema, por lo que la integración de mi smartphone se limitó al manos libres Bluetooth.
Otras opciones a tener en cuenta son el sistema Media Control, que mediante una tablet permite al poseedor de una tablet gobernar el sistema de infotainment del coche (no se la dejes a tus hijos). También es posible mediante una GoPro la transmisión en directo de imágenes a la pantalla del sistema de infoentretenimiento – no me parece realmente útil, a no ser que llevemos muchos niños a bordo o carga valiosa, francamente. En todos los Advance es de serie una pantalla táctil de 6,5 pulgadas para el equipo de infoentretenimiento.
El Volkswagen Touran no es monovolumen más barato del mercado. La unidad probada arranca en 29.170 euros, y es una motorización básica diésel con un acabado intermedio. Rivales como el Opel Zafira o el Ford C-MAX ofrecen una relación calidad-precio más que correcta, aunque no ofrecen el mismo espacio del Touran o su carga tecnológica. Volkswagen también ha tratado de conferir al Touran un aura premium con la que diferenciarse de los rivales, ya que a nivel estético es un coche carente de personalidad.
Por otra parte, el cliente tipo de un monovolumen busca tanto practicidad como funcionalidad, y en ese aspecto el Volkswagen Touran tiene pocos rivales – siempre que su propietario no ponga unos euros más y se vaya a por un BMW Serie 2 Tourer.
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