El fracaso comercial de un automóvil se circunscribe, generalmente, a una mezcla de factores. El cóctel más explosivo se forma, precisamente, cuando se desarrolla un automóvil innovador, ya sea en el fondo o en la forma, que exige una gran inversión, con una planificación comercial demasiado optimista, y el fiasco derivado de convertirse en un incomprendido entre potenciales clientes. En la industria del automóvil nos encontramos con sonoros fiascos, relativamente recientes (ver los 10 fracasos comerciales más sonados). Un fiasco no significa, necesariamente, que se trate de un mal producto. Y es por eso que algunos de aquellos incomprendidos, con la perspectiva que nos han dado los años, nos gustan hoy en día incluso más que antaño. Y he aquí 5 ejemplos perfectos de coches incomprendidos que nos gustan ahora más que antes.
Renault Avantime
Lo reconozco. El Renault Avantime tiene algo que aún me sigue seduciendo. Puestos a confesar, también reconoceré que en alguna ocasión he escudriñado los portales de coches de ocasión para sondear el mercado, con una mezcla de curiosidad profesional, e interés real en hacerme con un coche realmente raro, y de alguna forma exclusivo. Con un retoque aquí y allá, algo más de plástico negro en defensas, bajos y pasos de rueda, y poco más, el Renault Avantime hoy se comercializaría – o se intentaría comercializar – como un exótico crossover.
A comienzos de este siglo, el segmento de moda aún seguía siendo el del monovolumen. Y tal vez por eso Renault consideró que lanzar un monovolumen con tres puertas y «espíritu de coupé», enfoque premium, e incluso algún motor V6, sería una gran idea. Dos años, y 8.557 unidades después de iniciar su producción, el Renault Avantime dejaría de fabricarse.
Chrysler PT Cruiser
El del Chrysler PT Cruiser es un caso completamente diferente al de otros modelos que hemos valorado en esta lista. Y lo es porque, lejos de lo que puedas imaginar, el Chrysler PT Cruiser ha sido uno de los mayores éxitos de la historia más reciente de Chrysler, y es considerado como uno de los grandes aciertos de Bob Lutz en la marca.
Hemos de recordar que el Chrysler PT Cruiser nacía con un doble objetivo, el de resurgir la estética retro de la marca, y el de ofrecer una propuesta compacta, y razonable, que debía encajar en los intereses del cliente europeo. Chrysler llegó incluso a fabricarlo en Europa, durante apenas un año. El coste de su producción europea convencería a Chrysler de mantener el grueso de la producción, también la destinada al extranjero, fuera de los Estados Unidos, en la factoría de Toluca, México.
Reconoceré que su estética hoy en día me sigue fascinando. Incluso me imagino subido a bordo de un Chrysler PT Cruiser negro, vestido con traje y sombrero, con la puerta abierta y una pierna colgando, mientras escapo de una emboscada de una familia rival, al más puro estilo de la filmografía que inspiraron personajes como Al Capone. Por desgracia para Chrysler, el cliente europeo no comprendería el sentido de aquel producto, y aún menos el hecho de tener demasiado limitado su espacio a bordo para su tamaño, no pudiendo competir con un auténtico compacto, o un monovolumen compacto, y ser demasiado grande y aparatoso para poder ser considerado como un utilitario urbano.
Aunque el Chrysler PT Cruiser se ganaría, incluso, entrar en una clasificación de Top Gear, en su lista de los peores coches de los últimos 20 años, este modelo, que se mantuvo durante una década en los concesionarios, cerraría su producción con más de 1,35 millones de unidades fabricadas y se convertiría en uno de los modelos más vendidos, y más rentables, de Chrysler.
Audi A2
También he de reconocer mi obsesión, casi fetichista, por otro incomprendido, el Audi A2. Como el Avantime, el A2 se desarrolló a finales de los años noventa, como consecuencia del auge del monovolumen. Audi se había atrevido con un producto muy diferente a todos sus anteriores modelos, pero no solo había arriesgado en la búsqueda de nuevos segmentos, sino también en su consecución. El Audi A2 es un buen ejemplo de cómo un producto excelente en muchos sentidos puede fracasar estrepitosamente si tu clientela no entiende su tecnología y, sobre todo, no considera que esta justifique su precio.
El Audi A2 era un coche extraordinariamente práctico para su tamaño, gozaba de soluciones aerodinámicas inteligentes, fue pionero en el uso de aluminio y aún más en la maximización del ahorro de combustible, aprovechándose de sendas cualidades, su bajo peso, y su aerodinámica.
A pesar de todo, el Audi A2 también era un producto premium y elegante, en el que también primaron multitud de soluciones eminentemente prácticas e inteligentes.
Citroën C3 Pluriel
De nuevo estamos ante un caso en el que, ciertamente, es difícil asegurar que fuera un incomprendido. Es un hecho que basta salir a la calle para comprobar que el Citroën C3 Pluriel no es, ni mucho menos, un descapotable popular en comparación con sus coetáneos. Pero también es cierto que las ventas de este modelo fueron importantes en su lanzamiento, con cifras que en Europa, y gracias a su éxito en Francia, le permitirían superar a algunos de los descapotables más vendidos en nuestro continente. Un éxito por otra parte fugaz, con unas ventas que a partir de su segundo año en los concesionarios se hundieron hasta llegar al fin de su producción.
El Citroën C3 Pluriel era un descapotable atípico. Y quizás por ello nos guste tanto. Y era atípico porque, lejos de ofrecer el sistema de techo o capota habitual de un descapotable, recurría a una solución que hacía de él un coche realmente práctico, incluso espacioso en sus plazas traseras (para su formato, y tamaño), y polivalente.
Citroën tuvo la idea de crear un sistema de capota retráctil y unos perfiles de techo desmontables que permitían disfrutarlo como un turismo de techo practicable, situar la capota en diferentes posiciones para abrir más o menos el techo, o incluso desmontar por completo los perfiles laterales para obtener la experiencia descapotable completa. Por otro lado, al gozar de una tapa del maletero pivotante, y un espacio de carga accesible sin abrir esta tapa, el Citroën C3 Pluriel podía funcionar, a efectos prácticos, como un pequeño pick-up.
Fiat Multipla
Decía mi compañero David G. Artés, en uno de sus excelentes artículos, que el único delito del Fiat Multipla fue ser un coche feo. La belleza es subjetiva, eso es cierto, pero estaréis conmigo en que el Fiat Multipla no entraba en ninguno de los cánones que, objetivamente, consideramos está delimitada la belleza.
Aquel artículo, en el que mi compañero exponía por qué consideraba que el Fiat Multipla era un gran coche, no era ninguna broma. Se basaba en la tesis de que un coche familiar ha de ser, ante todo, práctico. Y el Multipla lo era. ¿Qué otro coche podía ofrecer en poco más de 4 metros de longitud un habitáculo tan amplio, alto y cómodo, e incluso seis plazas practicables por seis adultos?
Fiat apostó por un concepto eminentemente práctico, por encima de la estética, lo cual ya resulta bastante sorprendente en un fabricante italiano. Y el Fiat Multipla hoy en día sigue ofreciendo cualidades, y un estilo de conducción, que no hemos vuelto a encontrar en ningún otro coche. Parafraseando de nuevo a mi compañero David, merece la pena recordar su inmensa superficie acristalada, en un tiempo en el que la moda impone coches de cintura alta, con superficies acristaladas cada vez más limitadas y como gracias a ello «casi todos los demás coches parecen claustrofóbicos en comparación».
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