Hasta en las mejores familias. Las llamadas a revisión son como la llamada de la parca, afectan al rico y al pobre, por igual. Y es por eso que ni un deportivo de altos vuelos, y tan exclusivo como el Pagani Huayra, ha podido evitarlo. 32 unidades del Pagani Huayra han sido llamadas a revisión en Estados Unidos. Todos los Pagani Huayra, fabricados entre 2014 y 2016, que tuvieron como destino el país del tío Sam. Al menos esas son las noticias que nos llegan desde el otro lado del Atlántico. En cualquier caso, y si el problema fuera extensible a las unidades destinadas a Europa, imaginamos que los clientes de nuestro continente también habrán recibido la llamada de Pagani, la marca de San Cesario sul Panaro, para corregirlo.
Según la NHTSA, que registró la llamada a revisión el pasado 9 de agosto, los Pagani Huayra requieren una reparación para solventar un problema de seguridad importante. Se habría identificado un incremento del riesgo de sufrir daños por el despliegue inadecuado del airbag frontal del conductor. Ese incremento del riesgo no implica que este problema haya tenido consecuencias leves, o graves, en un accidente.
De hecho no se tiene constancia de ningún caso en el que este defecto haya causado heridas (ver registro de la NHTSA).
El problema concreto reside en una holgura de los orificios que mantienen la tapa del volante, en la que se despliega el airbag. Según Pagani, la reparación conlleva aproximadamente 30 minutos (ver carta enviada a los clientes de Pagani).
Hasta en las mejores familias…
No es la primera vez que un superdeportivo, o un coche de lujo, se enfrenta a una llamada a revisión. En Estados Unidos fueron muy llamativas aquellas que implicaron la solución a supuestos problemas de combustión espontánea de Ferrari.
La más curiosa, a mi juicio, aquella que llevó a revisión a todos los Ferrari 458 Italia y Ferrari 458 Spider comercializados en Estados Unidos entre 2010 y 2013 por una razón un tanto absurda, el riesgo de que alguien pudiera quedarse atrapado en su maletero. Y es que Ferrari no había cumplido, adecuadamente, con la legislación que en el país exige contar con un sistema homologado de apertura del maletero desde su interior, una medida que se tomó para evitar atrapamientos accidentales (ver la historia de los maleteros antisecuestro). Aunque, en resumidas cuentas, ¿quién podría quedarse atrapado en un maletero tan angosto como el de un superdeportivo, un Ferrari 458 Italia?
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