El Bugatti Chiron es el superdeportivo – megadeportivo, mejor dicho – definitivo, o eso nos quieren hacer creer desde Molsheim. Aunque ciertos suecos tengan algo que decir al respecto, lo cierto es que el Bugatti Chiron sí será el rey de la velocidad. Con toda probabilidad ningún coche de calle se acercará a su velocidad punta. En una reciente entrevista con Autoblog, el Dr. Willi Netuschil – jefe de ingeniería de la marca – anunciaba que sin limitador electrónico de velocidad, su hiperdeportivo debería rozar los 460 km/h..
Como ya os hablamos en el «a fondo» sobre el Bugatti Chiron (ver Bugatti Chiron 2016) y en un segundo artículo sobre su segunda llave, sabemos que el Bugatti Chiron es capaz de alcanzar los 420 km/h antes de que el limitador electrónico corte la diversión. Esta velocidad punta es posible usando la famosa segunda llave, que reduce su coeficiente de penetración aerodinámico en busca de la mayor velocidad. Pero todos sabíamos que no era la verdadera velocidad punta del superdeportivo de Bugatti.
Aunque Bugatti no probará hasta 2018 su velocidad punta, Willi Neutschil afirma que será de 458 km/h. Esta velocidad punta supera a todo vehículo de producción jamás creado antes, y por un margen más que considerable. La punta del Bugatti Veyron Super Sport de 1.200 CV era de 431 km/h – certificada por Guinness – y el Hennessey Venom GT afirma que alcanza los 435 km/h, en un récord sin verificación oficial. El Bugatti Chiron, con «sólo» 300 CV adicionales, supera en 27 km/h la punta de su predecesor.
Os doy un momento para respirar y sacar de vuestra cabeza la sensación de viajar sobre tierra a casi medio millar de kilómetros por hora. ¿Ya estáis? Seguimos. El jefe de ingeniería de Bugatti afirma que dichos 458 km/h son posibles, pero no existe carretera pública en todo el planeta donde sean alcanzables. Según el directivo alemán, muy pocos lugares en el mundo reúnen las condiciones para alcanzar dicha punta. Uno de ellos es la pista de pruebas de Ehra-Leissen en Alemania, propiedad del Grupo Volkswagen.
En dicha pista es donde el Veyron logró su velocidad punta. El otro lugar es una base del ejército alemán a la que Bugatti también podría lograr el acceso. Puede que haya más lugares, pero el mayor problema es la cantidad de espacio necesaria para detener el Bugatti Chiron. Quizá Bugatti debería llevarlo a las planicies saladas de Bonneville en Utah para el intento de récord, pero harían falta neumáticos especiales – lo que nos deja con pocas opciones: usarán neumáticos de calle en Ehra-Leissen en un par de años.
Fuente: Jalopnik
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