Emprendedor, cercano, visionario, humano, creativo… Son calificaciones que vienen a coincidir en todas las fuentes cuando buscas y lees información sobre André Gustave Citroën.
Considerado el Henry Ford europeo por la implantación en el Viejo Continente de la producción en cadena, André Citroën fue, a diferencia de su colega y rival Louis Renault, un tipo sociable, abierto, afable y cercano a sus empleados. Visitaba a diario su fábrica de París y -según cuentan- conocía a casi todos sus empleados por su nombre.
Siempre a la vanguardia, fue pionero en el ámbito de la ingeniería, la cual estudió en la École polytechnique de París, pero también en la forma de fabricar, publicitar y vender sus coches.
Hoy, casi un siglo después de que fundase la marca de coches que lleva su apellido, todos conocemos el emblema del doble chevron y modelos emblemáticos como el 2CV, el DS o la menos sofisticada C15, que invadió las carreteras de nuestro país.
Pero la -breve- vida de André dio para mucho y estuvo cargada de curiosidades y anécdotas…
1. Aunque nació en París, su familia era de origen holandés. Citroen significa ‘limón’ en holandés, curiosamente el producto que vendía el abuelo de André. Cuando emigraron a Francia, añadieron la diéresis en la ‘e’ de su apellido para hacerlo “más francés”.
2. Era judío y, durante la Segunda Guerra Mundial, el régimen nazi liderado por Adolf Hitler liquidó en las cámaras de gas a más de 100 familiares de André.
3. André Gustave Citroën era un bon vivant: le gustaba la vida social, entre sus amistades estaban estrellas de la época como Charlie Chaplin o la bailarina Josephine Baker. Una noche de 1924, ganó en unas horas en el casino Deauville £162,000, el equivalente a 3 millones de libras de hoy en día (algo más de 3,5 millones de euros).
4. Estudió Ingeniería y su primera empresa fue una fábrica de engranajes. En 1900 patentó el engranaje de doble espiga en V, cuya figura geométrica pasaría a ser el emblema de su marca.
5. En 1919 termina la Primera Guerra Mundial y convierte su fábrica de armamento militar en la primera línea de montaje de coches de Europa. En ella fabricó el primer coche fabricado en masa en el Viejo Continente, el Type A Tourer. En 1920, de la fábrica salía un coche cada 10 minutos, un ritmo de fabricación nunca visto fuera de Detroit. En 1926, Citroën producía 400 vehículos diariamente.
6. André estaba realmente comprometido con llevar los avances tecnológicos al mayor número posible de personas. El Type A Tourer de Citroën fue el primer coche ‘asequible’ de la historia en incorporar arranque y sistema de iluminación eléctricos.
7. Su esposa, Giorgina Bingen, fue pionera en su época introduciendo los coches y la conducción habitual a las mujeres. Fue co-fundadora del Automobile Club Féminin de París.
8. André era de naturaleza creativa y fue pionero también en márketing y publicidad: empezó a enviar correo postal directo a potenciales clientes, además de invertir en carteles y publicidad impresa.
Además, en el 7º Salón del Automóvil de París en 1922, un avión escribió ‘Citroën’ en el cielo, la primera vez que se veía algo así en Europa.
9. Por si lo anterior fuese poco, entre 1925 y 1934 André pagó para que la torre Eiffel estuviera iluminada con 250,000 bombillas (y más de 600 kilómetros de cableado) con su apellido, ‘Citroën’, visible desde kilómetros. De hecho, fue esta iluminación la que guió a Charles Lindbergh durante los últimos instantes de su travesía del Atlántico en el que fue el primer vuelo transatlántico de la historia.
10. Desarrolló el primer coche de tracción delantera producido en serie de la historia, el Citroën Traction Avant. Fue un coche muy avanzado en su época; aerodinámico y ligero, tenía también el atractivo de ser un coche con un consumo muy frugal. A pesar de lo revolucionario del Traction Avant y la buenísima crítica que obtuvo, 9 meses después de presentarse el coche, la marca entró en bancarrota.
11. André hizo tirar un Traction Avant por un precipicio. ¿Por qué? El Traction Avant era un coche muy avanzado y totalmente innovador: además de la tracción delantera, era el primer coche construido en serie con una carrocería autoportante (o monocasco), fabricada en acero. Para demostrar su robustez y acallar las críticas, Citroën lanzó un Traction Avant precipicio abajo. El monocasco guardó la compostura, sufriendo apenas daños de consideración, demostrando ser la solución que con los años tomarían el resto de fabricantes.
12. Fue de los primeros empresarios en dar una paga extra a sus empleados y, por primera vez en Europa, organizó grupos de trabajo especiales para minusválidos.
De carácter humano y comprometido con lo social, André Citroën montó en sus fábricas instalaciones médicas -con todo tipo de especialidades- gratuitas para sus obreros así como salas de ocio y descanso, comedor, gimnasio, guardería con pediatra, una sala de lactancia… En el caso de las mujeres, si se quedaban embarazadas recibían una ayuda por nacimiento, una ayuda mensual durante los primeros años de vida de los niños y un mes pagado de convalecencia.
12+1. André consiguió llevar a Citroën a ser el 4º mayor fabricante del mundo. Exactamente 20 años después de su muerte, Citroën presentó uno de los coches más avanzados que el mundo había visto hasta entonces y un estandarte para la marca del doble chevron: el DS. El coche que, a día de hoy, es considerado uno de los más bellos de la historia.
Fuente: The Life of the Automobile, Steven Parissien (Atlantic Books); Citroën
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