El Audi A7 Sportback ha sido y es uno de los máximos referentes de Audi en su más reciente historia. Hablamos de uno de los escaparates de Audi en cuanto a diseño, deportividad y tecnología, algo que ha permitido a este coupé de cinco puertas mantenerse actualizado pese al correr del tiempo. Por este motivo hoy ponemos a prueba el Audi A7 Sportback en su motorización diésel más potente, el motor 3.0 V6 TDI, pero lo hacemos por partida doble en un análisis de las versiones con potencias de 320 y 326 CV.
Lo primero que cabe destacar del Audi A7 Sportback es que se trata de un modelo cuyo diseño se mantiene actual, algo que dice mucho de su concepción y de los esfuerzos de la marca por introducir importantes actualizaciones y mejoras cada poco tiempo. Las proporciones y musculatura de su diseño original se han mantenido intactas, encontrando cambios estéticos exteriores en aspectos como paragolpes y ópticas. En la vista lateral será difícil diferenciar un A7 Sportback debutante de uno correspondiente a la primera especificación, sin embargo en su frontal y su zaga se aprecia notablemente cómo Audi ha perfilado a su berlina coupé para ganar enteros. Especialmente interesante es la evolución en cuanto a tecnología de iluminación, un aspecto donde el A7 mejor muestra cómo ha ido reinventándose conforme la tecnología ha evolucionado.
Sumergidos en el interior es donde el Audi A7 Sportback más hace patente su veteranía y es que Audi ha cambiado de lenguaje de diseño en cuanto a interiores se refiere en los últimos años, algo que sobre todo se hace patente en el cuadro de instrumentos al haber conocido ya el tecnológico cuadro de instrumentos 100% digital instalado en el Audi TT, Audi R8 y más recientemente en el Audi A4. Pero su funcionalidad y calidad siguen siendo toda una referencia, ya que el Audi A7 Sportback mantiene el cuadro de instrumentos analógico con pantalla central digital y una segunda pantalla basculante con 8″ desde donde se controla todas las funciones de infoentretenimiento gestionadas mediante la interfaz Audi MMI.
El habitáculo rezuma calidad y a grandes rasgos puede compararse con los acabados y terminaciones de un Audi A8, sólo que su diseño y habitabilidad son completamente diferentes. Hablamos de una berlina pensada para 5 ocupantes, pero donde en la práctica sólo 4 ocupantes adultos podrán disfrutar de su habitáculo cómodamente. Dada la caída del techo en su zona posterior y el túnel central de transmisión, la plaza central queda reservada para personas de baja estatura y usos esporádicos.
Si existe un punto donde Audi ha echado el resto en el caso del Audi A7 Sportback es en cuanto a equipamiento dedicado al confort, la seguridad y las asistencias a la conducción. En el apartado del confort destacan sobre manera los asientos delanteros con posibilidad de instalar sistema de calefacción, ventilación, masaje y múltiples reglajes eléctricos. La elección de estos asientos confort supone un coste de 3.175 euros, pero a todas luces hablamos de un equipamiento que resulta de lo más interesante de entre cuantos podemos encontrar en la larga lista de opciones. También es justo resaltar en este punto la combinación del sistema multimedia Audi MMI y el equipo de sonido Bang&Olufsen, un equipamiento opcional por un importe de 7.260 euros, dando como resultado una de las mejores acústicas de cuantas se pueden disfrutar en el habitáculo de un coche.
Sin abandonar la lista de equipamiento disponible, probando las versiones Audi A7 Sportback 3.0 V6 TDI 320 CV y Audi A7 Sportback 3.0 V6 TDI 326 CV Competition, hemos podido analizar a conciencia todas las asistencias a la conducción disponibles. A destacar el sistema Head Up Display (HUD) empleado con una nitidez y nivel de información muy adecuado para cualquier condición de luz o el control de crucero adaptativo con función de seguimiento. Otras funciones como la visión nocturna con detección de peatones o la función de mantenimiento de carril ofrecen un extra de seguridad, sin embargo esta última nos dejó un sabor agridulce al perder de forma reiterada las líneas de la carretera. Como punto más destacable de entre los sistemas más avanzados es justo mencionar el excelente trabajo del sistema de iluminación Matrix LED con gestión adaptativa en alcance, rango e intensidad. Tras probar diferentes tecnologías de iluminación, diferentes marcas y diferentes planteamientos para realizar las mismas funciones, el empleado en los Audi A7 Sportback es sin duda uno de los mejores del mercado.
En el momento de arrancar el motor 3.0 V6 BiTDI, el más potente entre los 6 cilindros diésel fabricados por el Grupo Volkswagen, este motor brinda sus primeras bondades con una respuesta rápida, baja sonoridad y prácticamente nulas vibraciones. Hablamos de uno de los motores de referencia dentro de la familia TDI y por tanto en éstas sus más prestacionales evoluciones encontramos lo mejor en rendimiento y eficiencia. Disponible con 320 CV y 326 CV para el acabado Competition, las diferencias en cuanto a rendimiento son inapreciables, si bien la versión Competition ofrece un sonido más conseguido gracias a un mayor volumen y mejor tono. Se puede decir que no parece ni un diésel.
En marcha el motor V6 TDI cumple con creces con todo cuanto se le exige al vehículo. El peso en orden de marcha sobrepasa los 2.000 kilogramos, pero con una potencia de más de 300 CV y un par motor de 650 Nm, el Audi A7 Sportback se muestra incluso ágil tratando con tiento la dirección y el acelerador. La transmisión automática por convertidor de par y 8 relaciones permite desde una conducción relajada sin sobrepasar las 1.500 rpm hasta un funcionamiento deportivo buscando prestaciones ya que las transiciones son prácticamente instantáneas. Pese a su tamaño y peso, el Audi A7 Sportback se muestra como un coche noble y predecible, algo que se consigue gracias al trabajo de la tracción total quattro que ofrece un alto nivel de control sin importar la superficie por la que circulemos o el ritmo impuesto. La suspensión neumática es otra pieza fundamental del alto grado de confort y estabilidad alcanzando, teniendo como contrapunto un alto filtro del exterior que es aplicable a todo el habitáculo de cara a ofrecer esa idea de aislamiento.
¿Y cuánto consume una berlina diésel de 320 CV y semejante envergadura? Con ambos modelos hemos superado los 4.000 kilómetros circulando por carreteras de todo tipo y practicando conducción para diferentes perfiles. Como gran rutero, este Audi A7 Sportback es capaz de realizar medias de 7 – 8 l/100 Km a velocidades elevadas y sostenidas, sin duda su escenario predilecto y donde más cómodo se siente – hablamos de un candidato perfecto para Autobahn – . Exigiendo el máximo de prestaciones en carreteras reviradas y pendiente cambiante, el consumo medio alcanzado no superó los 11 l/100 Km, mientras que en ciudad es fácil moverse en torno a 9 o 10 l/100 Km. A todas luces son registros bastante buenos para el peso y las prestaciones ofertadas.
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