Es la definición de ironía. ¿Qué coche conduce el diseñador jefe de Bugatti? Desde luego, no muchos diseñadores de coches ganan lo suficiente como para permitirse un Bugatti Chiron o un Veyron. Ya hemos visto los coches que conducen los empleados de Koenigsegg. El señor Achim Anscheidt debe conformarse con una máquina más «mundana», pero no por ello menos especial. Se trata de un precioso Porsche 911 SC del año 1981, aligerado y potenciado. Pero no es el único coche que habita en su garaje. ¿Qué máquinas conviven con el Porsche 911 en los establos del diseñador del coche más rápido del mundo?
Achim Anscheidt trabaja normalmente en Wolfsburgo, aunque posee un loft en el barrio de Kreuzberg, en Berlín. Normalmente va a trabajar a pie, en tren o en bicicleta. Su coche de diario es un sencillo Volkswagen Golf GTI de última generación, posiblemente un coche de empresa. La verdadera joya vive en su apartamento de Berlín, un loft al que se puede subir el coche mediante un ascensor, y aparcarlo en una terraza cubierta. Un lugar ideal para los que quieran contemplar con frecuencia a la «niña de sus ojos».
Hace años adquirió un Porsche 911 SC, del año 1981. El coche necesitaba una restauración, y estaba en un estado mecánico precario. Decidió transformarlo en el coche de sus sueños: eliminó de su interior todo equipamiento, dejando sólo el volante, salpicadero y asientos en posición. No tiene radio, aire acondicionado, asientos traseros o aislamiento. Gracias a esta radical dieta de adelgazamiento, sólo pesa 820 kilogramos. En su zaga, late rítmicamente un seis cilindros bóxer refrigerado por aire.
Originalmente, este bóxer de 3,0 litros desarrollaba 180 CV, pero Achim Anscheidt lo ha potenciado hasta los 290 CV, en busca de sensaciones más fuertes. El diseñador profesa el minimalismo, es un fan de lo simple y práctico, y en cierto modo, sorprende que haya sido el artífice de uno de los vehículos de producción más complicados y potentes del momento. El Bugatti Chiron es un enorme hiperdeportivo de dos toneladas de peso, 1.500 CV de potencia y la habilidad teórica de alcanzar los 458 km/h… siempre que haya una recta suficientemente larga.
Además de este bonito Porsche 911 de color plateado, es también propietario de un coche mucho más especial. Un Bugatti Type 35 de finales de los años 20, un coche de competición que adquirió hace años con la intención de restaurarlo. Actualmente, ha restaurado aproximadamente el 60% del coche – no tiene motor o caja de cambios aún – que almacena en su loft junto a su 911. No, no vive actualmente con su esposa ni sus hijas, y posiblemente gracias a ello puede permitirse tener en casa un «patio de recreo» particular.
Os recomiendo leer el artículo completo publicado en Christophorus Magazine, la revista oficial de Porsche.
Fuente: Porsche
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