En contadas ocasiones, llega a nuestras retinas un coche que nos deja absolutamente noqueados. Es el caso del Aston Martin Vanquish Zagato Shooting Brake, la versión shooting brake del ya espectacular Aston Martin Vanquish Zagato, una edición especial del veterano Vanquish, tocada por la mano de un carrocero tan legendario como Zagato. Es un coche que conmemora las casi seis décadas de relación entre ambos fabricantes, que comenzaron en 1960 con el lanzamiento del bellísimo Aston Martin DB4 GT Zagato. Creemos que este shooting brake del siglo XXI no desmerece en absoluto a su abuelo. ¿Verdad?
El año pasado, Aston Martin y Zagato anunciaron que producirían más carrocerías de su espectacular Vanquish Zagato – cuya aceptación por parte de crítica y público había sido muy superior a sus expectativas. En agosto, ambos fabricantes anunciaron que también fabricarían un Speedster y un Shooting Brake basados en el mismo diseño. Siguiendo la línea de sus hermanos, solo se producirán 99 unidades de este coupé con carrocería familiar y 28 unidades del Speedster, al que ya conocimos hace unos meses. A nivel mecánico, el Aston Martin Vanquish Zagato Shooting Brake es básicamente un Aston Martin Vanquish.
El Vanquish es un modelo saliente, un coupé con motor V12 atmosférico que ya ha dejado de fabricarse en sus versiones convencionales, siendo reemplazado por el Aston Martin DB11. Podríamos decir que estos 325 Vanquish Zagato – sumando la producción de sus cuatro carrocerías – serán los últimos Aston Martin con motor de aspiración atmosférica, un 6.0 V12 potenciado hasta los 600 CV. Es una buena forma de despedir a una mecánica que articuló a todos los Aston Martin durante más de una década. Al igual que el resto de modelos de esta colaboración, su carrocería es de fibra de carbono, y ha sido producida de forma artesanal.
Quizá es junto al Speedster el Vanquish Zagato más bonito. Su techo es una obra de arte. Fijaos como el parabrisas se extiende desde el frontal, llegando prácticamente hasta la zaga del deportivo. Su techo cae de forma suave, desembocando en una de las zagas más logradas de los últimos años. Es como si el diseño original de Zagato sacase aún más pecho en los Shooting Brake. Conserva los elementos característicos del resto de Zagato, como sus preciosas ópticas traseras, sus cuatro tubos de escape, su difusor o los LEDs diurnos frontales, dispuestos en una coqueta unidad circular. Simplemente arrebatador.
Fuente: Jalopnik