¿Sigues pensando que un coupé como el Bentley Continental GT no es una buena base para un buen deportivo? Cuando nos dijeron que Bentley quería competir con su propio GT3, los de Crewe no pudieron librarse de la sorna y la incredulidad de aquellos que dudaban por una cuestión tan básica como es el peso, el exceso de kilogramos de un coche que fue desarrollado para el confort y no la dinámica. Y a día de hoy, cuando el Continental de competición ya ha ganado carreras, nos presentan lo que ves delante de tus atónitos ojos, el Bentley Continental GT3-R. Prestaciones, potencia, construcción ligera y un enfoque inédito para esta marca británica.
El Bentley Continental GT3-R es el resultado de una de las aventuras más interesantes en las que se ha embarcado Bentley en los últimos años. Tras su incursión en las carreras, era necesario que esas primeras victorias en los circuitos se tradujeran en un producto de calle, un deportivo diferente que llegará por la ruta de la edición limitada a solo 300 unidades.
Una pieza muy exclusiva, no te quepa la menor duda.
Antes de que comencéis a decírnoslo en los comentarios, somos conscientes de que el Bentley Continental GT sigue gozando de una base demasiado pesada, nada apropiada para un buen deportivo. En Bentley son conscientes de ello. Por esa misma razón optaron por aportar una significativa dosis de adelgazamiento, 100 kilogramos menos que se traducen en prestaciones muy dignas, a pesar de que su masa en vacío siga siendo elevada, en los 2.195 kilogramos.
Aligerado en 100 kilogramos
Bentley asegura que el cambio automático ZF se ha ajustado a lo que cualquiera esperaría de un cambio deportivo, con marchas más cortas y también un ajuste especial para su tracción a las cuatro ruedas, que estrena un control vectorial de par electrónico en el tren trasero. De momento, eso sí, este Bentley no estará disponible con tracción trasera, no habrá más alternativas que la tracción total.
El Bentley Continental GT3-R también emplea un sistema de escape específico, 7 kilogramos más ligero y más sonoro, en tono barítono según reza en la nota de prensa.
Un deportivo en un envase diferente
En el fondo estamos ante un deportivo en un envase diferente, en una máquina muy exclusiva que no es comparable a cualquier otro deportivo que conozcamos. Bentley ha transformado a su Gran Turismo en un biplaza que utiliza una versión potenciada del motor 4.0 twin-turbo V8, con una nueva sobrealimentación concebida para reducir el lag del turbo, alcanzando los 580 CV de potencia y 700 Nm de par máximo. Gracias a ello y a esos cien kilogramos que se ha quitado de encima, el 0 a 100 km/h lo realiza en 3,8 segundos y alcanza los 273 km/h – limitados electrónicamente.
Lo dicho. Cifras muy dignas.
Lujo y circuito, ¿dos cualidades enfrentadas entre si?
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Bentley lo define como el coche de circuito más lujoso con el que te podrás encontrar por la calle. Como salir a hacer footing con unas mallas de Armani.
Y es cierto que han logrado esa extraña combinación de detalles agresivos y racing, alerones y bajos de fibra de carbono, entradas de aire en el capó, adhesivos, llantas negras de 21”, y la imagen lujosa que se espera de un Bentley.
Y esos mismos detalles que apreciamos de puertas para fuera, también destacan a bordo. El Bentley combina tapizados de rombos, piel, detalles y costuras visibles en verde, Alcantara en el aro del volante y fibra de carbono vista.
Si te ha gustado, lo mejor será que te acerques a tu concesionario Bentley. Solo se comercializarán 300 unidades, las reservas ya se han abierto y las entregas comenzarán a finales de año. Lo que no sabemos aún es cuanto costará esta máquina.
La extraña combinación. Como un piloto de carreras con mocasines y calcetines blancos…
Para este deportivo tan especial, Bentley ha escogido una configuración biplaza.
Bentley ha dado mucha importancia a la fibra de carbono, que aparece en multitud de detalles exteriores e interiores.