Años de trabajo, no solo para desarrollarlo, sino también para estudiar su enfoque, hablar con clientes potenciales y valorar la posibilidad de extender la gama Bentley con el que, en palabras del propio Wolfgang Dürheimer, CEO de la marca, sería el descapotable más sofisticado de Bentley. Palabras mayores. El resultado lo tenemos delante de nuestros ojos, el Bentley Grand Convertible, una profunda transformación del nuevo Bentley Mulsanne para disfrutar del lujo y el refinamiento de este, a cielo abierto. Bentley no asegura que vayamos a verlo en los contados concesionarios de la marca, aunque sabemos que existe una altísima probabilidad de que eso suceda, pero sí que en el momento en que se lo ofrezcan a sus clientes lo harán en una tirada muy limitada y exclusiva. El Bentley Grand Convertible será poco menos que una pieza de coleccionista.
Presentado en Los Ángeles, el Bentley Grand Convertible se presenta aún como un prototipo en una fase muy avanzada de su desarrollo. Para su comercialización, tan solo faltaría que el proyecto reciba luz verde para seguir hacia adelante, que el retorno de potenciales clientes anime a Bentley a extender su gama con este nuevo modelo. Algo que intuimos sucederá pronto.
Bajo el capó, y como no podía ser menos, el motor de ocho cilindros twin-turbo que se ha erigido como amo y señor y de la gama moderna de Bentley. Un V8 de 6.75 litros y 537 CV de potencia y un par máximo de 1.100 Nm. El lujo más exquisito no entiende de prestaciones, pero sí requiere de un motor lo suficientemente potente y refinado para que su conductor y sus ocupantes estén sobrados de potencia y, en definitiva, de prestaciones. No se trataría por lo tanto del motor que inicialmente equipa el Bentley Mulsanne, sino de una versión ligeramente retocada y más potente, el mismo que utiliza el Bentley Mulsanne Speed.
[ap_suscripcion]
La potencia y la distinción de este Bentley Grand Convertible es solo una parte de una historia aún más compleja. Su vista frontal y sus trazos son indudablemente heredados del Mulsanne, pero Bentley ha ido más allá transformando su silueta con un diseño de dos puertas y cuatro plazas, transformando su habitáculo descapotado en una experiencia equiparable con la de navegar en un yate, con exquisitos tapizados de piel y revestimientos de madera, de raíz de nogal oscurecida, que se extienden de proa a popa sobre la superficie que flanquea la carrocería y que sirve de cobertura al sistema de apertura y cierre de la capota.
Bentley asegura que se han empleado catorce curtidos diferentes para los tapizados de piel de este coche, costuras formando una trama diamantada e inserciones azuladas, a juego con la carrocería. Para su carrocería, por cierto, se ha optado por un tono azul resplandeciente, denominado Sequin Blue, en contraste con el tono cromado liquid silver del capó y el marco del parabrisas.
Tras su presentación en Los Ángeles, el Bentley Grand Convertible viajará en diciembre a Miami, al museo de arte moderno itinerante en el que sus visitantes seguirán teniendo la oportunidad de admirar a este inmenso descapotable que tal vez algún día veamos en los concesionarios.