El invitado a este nuevo Altas Prestaciones no es un deportivo puro. No es un coupé de altos vuelos o la versión descapotable de alguno de los últimos superdeportivos. Tampoco es un GTI, un compacto hipervitaminado o un biplaza muy potente. No es siquiera la versión más potente de su gama, pero sí es una de las mejores definiciones de GT del mercado. Hablo del BMW 640i Cabrio.
Renovado recientemente, tenemos ante nosotros a un gran descapotable, por dimensiones, por méritos. No, no es un M6 cabrio, de hecho nuestra unidad cuenta con la mecánica de acceso, es un 640i, pero demuestra a la perfección el equilibrio que podemos esperar en un GT: buenas prestaciones, un cuidado interior y confort, mucho confort.
Por delante nos esperan un buen puñado de kilómetros y una excelente temperatura para disfrutar de este auténtico yate de carretera. El sol acompaña y es casi una obligación bajar la capota nada más montarnos. Al descubierto queda una bonita combinación interior. El marrón se entrelaza con el aluminio y su mecánica gasolina de 6 cilindros aguarda silenciosa, muy silenciosa, a que nos pongamos en marcha. Insertamos la D, es la hora de conocer a este BMW Serie 6 Cabrio.
Bonito y elegante: conociendo detalle a detalle su diseño
Me gusta el diseño de este BMW Serie 6 Cabrio y más aún con la combinación escogida para esta unidad. El tono gris de su carrocería le sienta fenomenal resaltando además, con muy buen resultado, ese nervio lateral tan marcado, tan bonito.
Nuestra unidad cuenta además con un paquete M, lo que implica también una nueva dotación de llantas de 20 pulgadas con un diseño de 5 radios dobles, que le sienta como un auténtico guante, como igual de bien le sienta el que BMW haya escogido una elegante capota de lona en lugar de un techo duro retráctil, solución que recordemos sí nos encontramos en el BMW Serie 4 Cabrio.
Alrededor de esta capota aparece un aplique cromado que en sintonía con una superficie de cierta similitud, por aspecto, con el cuero ofrecen un bonito contraste encargado de marcar distancias entre la carrocería y el habitáculo.
Culminando su largo morro nos encontramos con unas ópticas delanteras que dentro de las magnitudes de este serie 6 se antojan incluso pequeñas. Bajo estas ópticas unas franjas LED encargadas de las luces diurnas se alojan en una de las hendiduras del paragolpes del paquete M con las características 3 aberturas.
En su zaga el protagonismo queda en manos de sus ópticas prolongadas ahora hasta el portón del maletero a diferencia de la generación anterior. De óptica a óptica y coronando este portón nos encontramos con una protuberancia de la carrocería similar a un alerón. Completa la vista posterior una doble salida de escape con un acabado negro satinado encargado de contrastar, tímidamente con el tono gris de la carrocería, pero sin duda, el principal atractivo de esta zaga son las mencionadas ópticas.
No cabe la menor duda de que este BMW Serie 6 Cabrio tiene un excelente porte. Con la dosis justa de músculo, con una pizca de deportividad… y sobre todo una buena demostración de elegancia. En BMW hablan de un diseño inspirado en los barcos deportivos… y lo cierto es que este serie 6 Cabrio tiene cierto aire marítimo que nos hace fácil la tarea de imaginarlo descapotado en el club náutico de algún puerto.
En cifras el BMW Serie 6 Cabrio cuenta con una longitud de 4.894 mm, una anchura de 1.894 mm y una altura de 1.365 mm siendo su batalla de 2.855 mm. Con esta motorización el BMW Serie 6 Cabrio pesa 1.840 kg.
Adentrándonos en su interior
Al abrir la puerta nos reciben unos asientos tapizados en cuero con un bonito tono marrón. Cómodos, con reglajes eléctricos y calefactados. Geniales. Por diseño, por acabados, por confort… Ante nosotros deja constancia del paquete M de esta unidad un volante con el sello del departamento deportivo de la marca. 3 radios, un escueto espacio reservado para el airbag, una buen grosor para el aro… me encantan los volantes M de BMW.
El toque de la M está también presente en el reposapies y en los umbrales de la puerta y al igual que ocurre con el kit M exterior no rompen ni un ápice de la elegancia de este Serie 6 Cabrio que nos deleita con una excelente atmósfera de buenos materiales y cuidados ajustes.
Presidiendo la consola central nos encontramos con una gran pantalla dedicada a su sistema multimedia, más abajo los controles de la climatización seguido, ya en el puente central, por un buen repertorio de huecos portaobjetos que empiezan con un doble posavasos oculto bajo una trampilla de apertura por pulsación, un mechero con un pequeño hueco que ejerce de cenicero y bajo el reposabrazos central una guantera con cerradura y doble apertura perfecta para la cartera, las llaves de casa, el mando del garaje, el móvil…
A nuestro alrededor se conforma un entorno de excelentes calidades. El puente central, los guarnecidos de las puertas, el salpicadero… el cuero abunda miremos por donde miremos y además se presenta en excelente compañía junto a unos acabados en aluminio que se reparten a lo largo de un salpicadero donde la distribución de elementos y el diseño sigue el camino habitual de la marca.
La habitabilidad de las plazas delanteras es realmente buena. La posición de conducción es baja y teniendo presente la gran cantidad de reglajes disponibles es fácil encontrar una configuración con la que sentirnos realmente cómodos, pero ¿qué pasa con las plazas traseras?
El espacio disponible en las plazas traseras no es precisamente desmesurado, pero un adulto de 1.80 metros no debería tener excesivos problemas para viajar en estas plazas en un trayecto más o menos largo. La principal limitación no viene por la altura o la anchura disponible, teniendo presente que está homologado para 4 plazas, sino por la casi total ausencia de espacio para los pies bajo los asientos delanteros.
La otra pega llega desde el espacio disponible para nuestra salida. Sí, el asiento delantero es practicable desde un botón situado en su lateral, pero aún desplazándolo hacia delante la salida no es todo lo cómoda que nos gustaría.
Para terminar con el análisis de este habitáculo nos dirigimos a su parte posterior, tiramos de la insignia de BMW y abrimos un maletero en el que nos encontramos con capacidad suficiente para llevar 4 maletas de cabina. Sobre el papel, en cifras, declara un volumen de carga de 300 litros si tenemos la capota plegada o de 350 litros si circulamos con ella extendida. Por ponerlo en contexto está en cifras próximas a las de un compacto. Por ejemplo el Serie 1 cuenta con 360 litros de capacidad.
6 cilindros en línea y 320 caballos
El BMW 640i Cabrio cuenta bajo el capó con un bloque gasolina de 6 cilindros en línea y 3 litros de cubicaje, una mecánica que sobrealimentación mediante desarrolla una potencia de 320 caballos junto a un par de 450 Nm disponible desde las 1.300 rpm.
Estos 320 caballos quedan entregados al eje posterior, confiándose, como en toda la gama ( a excepción del M6) en una caja de cambios automática de 8 velocidades.
Prestacionalmente marca un 0 a 100 km/h de 5.5 segundos, estando su velocidad máxima limitada a 250 km/h.
Rápido, dócil y confortable
Hechas las presentaciones es la hora de ponernos en marcha para comprobar cómo se desenvuelve sobre el asfalto semejante yate, cómo responde su mecánica de 6 cilindros y qué tal se llevan sus cerca de 2 toneladas de peso (los 1.840 kg son en vacío) en el paso por curva.
Desde los primeros compases destaca su gran calidad de rodadura. El confort es sin duda una de sus principales bazas a esgrimir junto a su diseño y las buenas calidades de su interior y es que con la capota puesta tenemos casi la misma sensación de aislamiento que con un coupé y sin ella un excelente cobertura frente al aire que nos permite rodar perfectamente a ritmos de autopista sin necesidad de elevar lo más mínimo el volumen de la conversación, un aliciente añadido cuando el viento sopla aún algo fresco.
Más allá de su buen aislamiento contribuye a este confort de marcha la presencia de unas suspensiones que si bien demuestran en el paso por curva ser firmes no son para nada incómodas a la hora de enfrentarnos a un asfalto roto o vernos las caras con un badén.
El coche se siente grande en los primeros metros, lo es, pero enseguida nos acostumbramos a sus cotas y a guardar algo más de cautela en nuestras maniobras al adentrarnos por alguna que otra pequeña callejuela del centro de Madrid.
Afrontando curvas en una conducción más dinámica la sensación de coche grande se suaviza aún más, obviamente no se siente precisamente como un compacto potente o como una berlina deportiva, pero no es tan aparatoso como podría sugerir su tamaño y peso que sin embargo si hace algo de mella en su frenado, recordándonos en este punto la gran masa que estamos desplazando.
Me gusta el tacto de su dirección. Tiene un buen peso, es directa, goza de una buena precisión y es todo lo comunicativa que le podríamos pedir a un coche de este tipo.
Hundimos el acelerador y pronto estamos rondando a un buen ritmo. La entrega del 6 cilindros es lineal en todo su rango y la respuesta de la caja de cambios de 8 velocidades es excepcional, trabaja de maravilla, las transiciones entre marchas son prácticamente imperceptibles, es rápida…
La mecánica apenas se deja escuchar y enseguida estamos rodando bastante rápido encontrándonos con un conjunto que transmite una gran docilidad, una gran capacidad para digerir sin sustos casi cualquiera de nuestros fallos.
Es rápido sí, pero el lado más deportivo de este Serie 6 Cabrio queda bastante mitigado por la gran sensación de confort o las mínimas exigencias que nos transmite su dinámica. Su zaga apenas nos demuestra extraño alguno a pesar de estar moviendo realmente rápido un conjunto grande y pesado encontrándonos con un gran aplomo.
Le debo mis elogios nuevamente a la posibilidad de escoger entre distintos modos de conducción, sistema que nos permite contar entre el modo más austero y los modos más deportivos “jugar” un poco con la personalidad de nuestro coche a nuestro antojo a pesar de no ser tan marcadas y claras las diferencias como en un M3 o en un M4.
Rápido, con una buena puesta a punto (teniendo presente que estamos ante un GT no un deportivo), un agradable tacto de dirección, un buen aislamiento… nos está pidiendo a gritos disfrutar descapotados a buen ritmo por alguna carretera secundaria de la costa mediterránea francesa, en nuestro caso nos “conformamos”, con una buena sonrisa en la cara, con la sierra madrileña, aún nevada a pesar del sol.
¿Una alternativa? ¿Qué tal un Porsche 911 Cabrio?
Nos enfrentamos a los últimos kilómetros con el Serie 6 Cabrio. Circulo por el centro de Madrid ya acostumbrado a sus cotas, callejeo y de nuevo, en cada callejuela bacheada por los adoquines, me encuentro con ese cuidado aislamiento. Toca despedirse de este gran yate, de este gran GT.
Me llevo la grata impresión con este BMW serie 6 Cabrio de estar ante un Gran Turismo excepcional. Con la dosis apropiada de deportividad, con una dinámica “fácil”, confortable, con cuidado acabados, un bonito diseño elegante y el valor añadido de poder prescindir de la capota cuando así lo deseemos.
Actualmente BMW aún no ha publicado la lista de precios de la Serie 6 tras el lavado de cara aplicado a toda la gama. La última referencia sobre su precio nos dejaría con un precio de partida de 107.150 euros para la versión 640i probada, versión que recordemos conforma el escalón de acceso a la gama del Serie 6 Cabrio. Está disponible con una mecánica diésel de 313 caballos y una versión gasolina más potente, el 650i de 450 caballos, pudiendo escoger en todas las motorizaciones la tracción total xDrive. Por supuesto no nos olvidamos del BMW M6 Cabrio, con hasta 575 caballos en caso de contar con el Competition Package.
¿Una alternativa a este BMW Serie 6 Cabrio? Si buscamos un GT descapotable más económico que este BMW Serie 6 Cabrio podemos pensar en el Mercedes Clase E Cabrio, que parte desde los 49.425 euros. Sí, menos de la mitad de lo que cuesta el BMW Serie 6 más económico, encontrándonos como motorización de acceso en la gama de Mercedes un gasolina de 184 caballos. Si buscamos la versión más próxima, el Mercedes E 400 Cabrio, con 333 caballos, la diferencia, obviamente, se reduce, partiendo el Mercedes desde los 72.000 euros.
También podemos pensar en dar el salto, subir un escalón y acercarnos al concesionario Maserati más próximo, encontrándonos con un Maserati GranCabrio, al que le empiezan a pesar los años, que con 440 caballos supera los 150.000 euros.
Si las plazas traseras no son un gran condicionante podemos acudir al catálogo de todo un mito, el Porsche 911, encontrándonos con una tentadora alternativa de la mano del Porsche 911 Cabriolet que con 350 caballos tiene un precio de partida de 118.914 euros.
Fotografías por Juanma Garcia Cámara.