Después del Brabus 850 basado en el Mercedes S 63 AMG – y su versión iBusiness, un nombre terrible para cualquier tipo de vehículo – llega el Brabus más potente de la historia: el Brabus Rocket 900. Un Brabus para dominarlos a todos, basado en uno de los Mercedes más especiales: el Mercedes S 65 AMG. Quedan muy pocos coches equipados con motores V12, bestias distinguidas y fieras a partes iguales, en tiempos en los que menos cilindrada y menos cilindros son hitos a celebrar. El Brabus Rocket 900 es un corte de manga al downsizing y una oda a la potencia: 900 CV son una cifra que se acerca al terreno de hipercoches como el Porsche 918 Spyder o el McLaren P1.
Con doce cilindros por banda, dos turbos y 900 CV, no surca sino vuela por las carreteras
Disculpad mi terrible adaptación del poema de Espronceda, pero es lo que me ha evocado conocer al Brabus Rocket 900. El motor V12 Biturbo de 6,0 litros del Mercedes S 65 AMG ha sido modificado profundamente para lograr semejante cifra de potencia. Su cilindrada se ha llevado hasta los 6,3 litros y se le ha equipado un nuevo sistema de doble turbo, con turbinas reforzadas de mayores dimensiones. Sin olvidar mejoras en la electrónica, escape, admisión y demás variables mecánicas, su potencia asciende a unos tremendos 900 CV, con un tremendo par motor de 1.500 Nm a 4.200 rpm. Par que ha sido limitado a sólo 1.200 Nm para que no devorase los componentes de la caja de cambios.
La aceleración es muy parecida a la del más ligero Brabus 850, 3,7 segundos para el 0 a 100 km/h. No obstante, el 0 a 200 km/h transcurre en unos increíbles 9,2 segundos (sólo 2 segundos más lento que un Bugatti Veyron con tracción total) y la velocidad punta es superior a los 350 km/h, posiblemente autolimitada. La suspensión de aire Airmatic de Brabus es 15 mm más baja que la suspensión de serie, y ha sido recalibrada para esta versión de altísimas prestaciones. El motor cuenta con un modo menos radical, más amable, para una conducción diaria, mientras que reserva sus 900 CV para cuando sale a merendar Ferraris en la Autobahn alemana, su coto privado de caza.
Un sonido gutural emana de un nuevo sistema de escape de acero inoxidable, con catalizadores deportivos de alto flujo. En el interior del coche todo es suntosidad: butacas de cuero retapizadas con cuero perforado de alta calidad, líneas de iluminación en puertas y consola central o un nuevo volante deportivo. Exteriormente, el Brabus Rocket 900 se parece a un cohete, con un kit aerodinámico mucho más agresivo que el S 65 AMG de serie, cuajado de elementos de fibra de carbono. Las llantas también son de buenas dimensiones, con hasta 22 pulgadas de diámetro y diferentes diseños. Cuatro colas de escape de dimensiones muy generosas cierran el conjunto.
A la exclusividad del Mercedes S 65 AMG se junta la de esta preparación, que se presentará en directo en el Salón de Ginebra.
Fuente: Carscoops
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