Tras presentarnos el Shelby GT hace unos meses – y su motor sobrealimentado de casi 710 CV – Shelby American nos vuelve a deleitar con el lanzamiento del Shelby Super Snake. Una denominación estrenada en los años 60 como versión de altos vuelos del Shelby Mustang GT500, cuya presente generación aún no ha sido lanzada. Aunque se basa en el Ford Mustang GT con motor 5.0 V8 Coyote, algo me dice que el futuro GT500 se parecerá mucho a este un coche. Un coche que tiene entre ceja y ceja a los Hellcat de Dodge… y mucha hambre.
Más de 750 CV y un precio de hasta 88.199$
El coche de base cuesta 33.200$, a los que Shelby añade el coste de la conversión, que supera el doble de su precio en el caso del paquete prestacional más avanzado. Por 49.999$ sobre el coste del Mustang GT Shelby ofrece el paquete de 650 CV, pero por 54.999$ Shelby nos entrega una máquina con una potencia superior a los 750 CV. Palabras mayores en las que la preparación de motor es una de las páginas más importantes. En lugar de usar componentes Ford Racing, Shelby acude a Whipple o Kenne Bell para el nuevo compresor volumétrico.
Los pistones y otros componentes internos del motor son convenientemente reforzados con piezas de Ford Racing, mientras que Shelby se encarga de diseñar un sistema de refrigeración a la altura de las circunstancias. Gracias a ello, el motor puede producir más de 750 CV – Shelby no da cifras exactas – y un par motor probablemente cercano a los 1.000 Nm. La parte ciclo del coche está reforzada con un eje de transmisión de fibra de carbono de una sola pieza o unos frenos Wilwood de alto rendimiento, con pinzas de seis pistones en el eje delantero y pinzas de cuatro pistones en el eje trasero.
Por supuesto, el coche sigue siendo manual, pero a la caja de cambios se ha acoplado una palanca de poco recorrido para que los cambios sean más rápidos. Ford Racing suministra elementos de suspensión y otras golosinas dedicadas a mejorar el paso por curva de este Mustang con esteroides. Las llantas son unas WELD Racing Super Snake de 20 pulgadas, calzadas con neumáticos Michelin Pilot Super Sport que sufrirán de lo suyo ante los envites del gigantesco par motor de este muscle car de altos vuelos.
Estéticamente, es tan agresivo o más que un Dodge Challenger Hellcat. El capó lleva las dos características tomas de aire de los Super Snake y el kit de carrocería amplía su imagen agresiva con nuevos faldones y spoiler trasero. Este kit de carrocería se puede encargar opcionalmente en fibra de carbono. El motor respira a través de dos gigantescas salidas de escape gemelas. En el interior, el especialista Katzkin tapiza de nuevo los asientos, mientras que Shelby añade logotipos y distintivos especiales por todas partes.
Fuente: Motor Trend
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