En 2014 Lexus cumplió 25 años, 25 años como la división premium de Toyota que, en pleno ascenso de las ventas, con un importante incremento de la mano de la nueva generación de productos, festejaron con el lanzamiento de una versión especial del Lexus IS de lo más irreverente: el Lexus IS 25 aniversario.
Para crear esta edición especial Lexus España acudió al catálogo de la división deportiva de Toyota, el catálogo de Toyota Racing Development, de TRD. Un catálogo que le sirvió a Lexus para vestir al Lexus IS con un traje de lo más llamativo, muy japonés, casi sacado de un manga, de un capítulo de Initial D o de los extras de The Fast and The Furious: Tokyo Drift.
Ahora hemos tenido la oportunidad de conocer bien de cerca a este Lexus IS 25 aniversario. Lo hemos probado, hemos hecho unos cuantos centenares de kilómetros tras su volante ¿y bien? ¿nos habrá convencido?¿es sólo fachada o hay algo más tras ese kit aerodinámico TRD? Hora de ponernos en marcha.
Tuning JDM como equipamiento de serie
Son las 2 de la mañana y la sesión de fotos con Juanma nos ha llevado hasta un escenario que ya se ha convertido en todo un habitual de nuestras sesiones, nuestro set particular cuando de retratar los interiores y detalles se trata. Uno de los parkings del aeropuerto se nos antoja como uno de los sitios mejor iluminados a estas horas de la noche. Es el último punto antes de volver a casa tras una larga jornada de fotos y conducción que nos ha llevado desde la sierra madrileña hasta el centro de la capital.
Mientras Juanma coloca el trípode en el quicio de una de las puertas, mientras prosigue con las fotos de su habitáculo, no puedo evitar dar vueltas y vueltas alrededor de este anabolizado IS. Me gusta su aspecto, algo macarra sí, pero me gusta. Esta nueva generación del Lexus IS de por sí, estéticamente, me gusta bastante, me encantan esas ópticas traseras, el marcado nervio lateral y si ya añadimos el kit aerodinámico TRD…
A este kit de carrocería le dan forma unos nuevos aletines delanteros, situados a los extremos del paragolpes delantero. También unas nuevas taloneras laterales, un alerón, de tipo lip, sobre el portón del maletero y un difusor posterior en el que quedan perfectamente integradas cuatro salidas de escape en una disposición 2+2 que también son de nueva factura. Desde luego el aspecto de este kit no podía ser mejor ni podía estar tan bien ligado con las líneas originales del modelo.
En el caso de nuestra unidad, de nuestro Lexus IS 25 aniversario, los cambios respecto a un modelo normal prosiguen de la mano de un acabado en fibra de carbono para el capó, el techo y el mencionado alerón posterior, un toque, un acabado, que sobre el blanco de la carrocería se encarga de convertir a este Lexus IS en un coche poco o nada discreto, capaz de dejar a poca gente indiferente.
Las llantas también son nuevas, de 19 pulgadas, multiradio, en un acabado grafito y están acompañadas por unos neumáticos Bridgestone Potenza con medidas de 225/35 en el eje delantero y de 255/30 en el eje posterior.
Su tres cuartos trasero se me antoja como la mejor perspectiva del IS 25 Aniversario. Ese alerón, la vista de las ópticas “escurriéndose” por el paso de rueda posterior, esas sugerentes cuatro salidas de escape…
Tampoco puedo dejar sin mencionar su enorme parrilla delantera. He de reconocer que no me gusta demasiado esa doble óptica que se ha elegido para el frente de la nueva línea de productos de Lexus, por mucho que este detalle gane en persona, pero en seguida mi vista se desvía hasta la gran parrilla frontal, amenazadora con las tomas de aire centrales y realmente favorecida al llevar la placa de la matrícula, pequeña, hasta el margen derecho (visto de frente).
Pero… ¿qué pasa con su interior?
Un volante con la insignia F Sport en la parte inferior nos recibe en un habitáculo donde el toque de esta edición especial se hace notar mucho menos.
Nos acomodamos en unos asientos de cuero, perforados y con unas inserciones blancas específicas de esta versión, quedándonos al frente una instrumentación que me ha encantado. Cuenta con un botón que nos permite configurar entre dos interfaces diferentes, pero sin duda, mi favorita, es la que deja el tacómetro centrado, con el velocímetro digital en su interior y a los flancos los indicadores de la temperatura y la gasolina. Bonito, claro y deportivo.
A la derecha de esta instrumentación nos encontramos con uno de los detalles adicionales de esta edición limitada, un botón de arranque rojo con el sello de TRD que sustituye al original, mientras que, según vamos bajando nuestra vista por la consola central aparece una placa conmemorativa que nos recuerda que este modelo está limitado a sólo 25 unidades.
El resto de elementos, más allá de la tapicería, el botón TRD y la placa conmemorativa se mantienen intactos, mostrándonos un buen nivel de equipamiento, en el que no falta el techo solar, el climatizador o un sistema multimedia con navegador.
La consola central adopta en el IS, siguiendo los pasos del resto de la gama, un diseño en cuña que a título personal no me termina de convencer. Sus botones son de corte clásico, sus aireadores sencillos y presidiendo esta consola central aparece un reloj analógico, preámbulo de la pantalla del sistema multimedia que queda gestionado desde un peculiar joystick con un funcionamiento que al igual que el diseño de la consola no me termina de convencer, me parece mucho más sencillo y efectivo el formato de ruleta que adoptan el grueso de rivales premium.
Mención aparte merecen los controles del climatizador y es que para bajar o subir la temperatura sólo tenemos que deslizar nuestros dedos por una superficie cromada, nada de botones o ruletas.
Más allá de esta consola y siguiendo por el puente central damos con la palanca del cambio automático, de gruesas proporciones, el selector del modo de conducción y un poco más atrás un reposabrazos con una práctica doble toma USB.
Bien de habitabilidad en las plazas delanteras, con unos asientos cómodos y una buena postura de conducción y unas plazas que gozan de un buen espacio, con la salvedad de la plaza central que queda obstaculizada por un túnel central que se prolonga hasta la butaca trasera, con bastante altura y dificultado la tarea de alojar a un adulto en esta plaza durante un trayecto largo.
Una buena calidad de acabados, buenos ajustes y detalles (instrumentación, controles del climatizador…), una correcta habitabilidad con el inconveniente de la plaza central trasera, un buen maletero… hora de conocer que mueve a este IS.
Bajo ese negro capó…
Lexus ha mantenido intactos los propulsores originales del Lexus IS para esta edición especial, ofreciéndose tanto con la mecánica del IS 300h como del IS 250, lo que nos deja por un lado con un conjunto híbrido articulado alrededor de un 4 cilindros gasolina de 2.5 litros de cubicaje que en sintonía con la dotación eléctrica desarrolla una potencia de 223 caballos y por otro, el caso de nuestra unidad, con un bloque V6 de 2.5 litros, también gasolina, que desarrolla una potencia de 208 caballos al eje posterior, al igual que el IS 300h, con un par de 250 Nm contando para su transmisión con una caja de cambios automática de convertidor de par.
Prestacionalmente el Lexus IS 250 marca un 0 a 100 km/h de 7.7 segundos, marcando una velocidad máxima de 225 km/h y un consumo medio de 8.6 l/100 km.
A pesar de que Lexus no ha modificado los propulsores de esta edición especial su parte ciclo si que ha recibido una vuelta de tuerca encontrándonos por un lado con Brembo firmando un nuevo equipo de frenos delantero, con pinzas de 6 pistones y discos de 360X30 mm y por otro a Yamaha firmando lo que desde la firma han bautizado como “Performance Damper”, una suerte de amortiguador lateral en el eje posterior que se encarga de mejorar la rigidez, incidiendo en la estabilidad y mitigando, ya pensando en el confort, las vibraciones.
Sobre la dinámica de este IS 25 aniversario
Retrocedamos unas cuantas horas atrás hasta la primera hora de la mañana, hasta poco después de recoger el coche, en un cuidado punto de entrega que la marca tiene a los pies de la carretera de Burgos, en Madrid. Por delante toda la tarde en la sierra madrileña para por un lado hacer frente a una nueva sesión de fotos y por otro aprovechar para conocer a fondo la dinámica de este IS.
Pulso el rojo botón de encendido de TRD y una tenue melodía, para lo que cabría esperar con semejante planta, asciende desde los cuatro escapes posteriores hasta el habitáculo. Bajo la palanca del cambio hasta la D y me lanzo a la autopista, rumbo a Navacerrada.
Los primeros compases, estos primeros kilómetros por autovía, se resuelven sin sobresaltos. El Lexus IS demuestra un buen nivel de aislamiento, una buena calidad de rodadura que queda aderezada esporádicamente por algún que otro inevitable acelerón para escuchar la melodía del escape TRD. Pero lo mejor está por venir.
El puerto de Navacerrada nos recibe con un sol espectacular. Giramos la ruleta del modo de conducción para seleccionar la configuración deportiva y aumentamos el régimen de giro con la leva izquierda para afrontar el primer tramo de curvas de verdad.
Tanto la entrega del motor como el comportamiento de la caja de cambios de convertidor de par delatan que este Lexus IS ha sido concebido para dejarnos con una conducción más enfocada al confort y a la suavidad que a la deportividad. Podemos rodar rápido y jugando con las levas podemos mitigar levemente este efecto, pero el temperamento mecánico de esta berlina japonesa es el que es, por mucho que la fibra de carbono de su capó nos grite lo contrario.
El paso por curva se resuelve con bastante acierto, la suspensión trabaja bastante bien y no hay balanceos a pesar de que tampoco se sienten demasiado ágil.
La dirección contribuye placenteramente con un buen tacto , aunque poco informativa, mientras que volvemos a hundir el pedal del acelerador antes de afrontar la siguiente curva. El Lexus IS es rápido y enseguida estamos haciendo frente a una nueva curva que hemos encarado con un trabajo realmente contundente por parte del equipo de frenos. A pesar de ser algo mejorable el tacto al pedal nos demuestra una grata eficacia.
No tan grata es la experiencia si miramos los consumos que estamos registrando, rápidamente por encima de los 10 l/100 km o si tratamos de redondear ligeramente las curvas con su zaga. La tarea se vuelve algo engorrosa, el proceso, desde el coche, se vuelve poco depurado y tenemos que darnos por vencidos, demostrándonos de nuevo que la filosofía de este coche se encuentra en una dirección opuesta: la del que quiere un coche confortable y capaz de ir rápido, contando con una estética deportiva.
La luz empieza a caer y terminamos con las últimas fotos con Cotos como escenario para volver al centro de Madrid donde este 25 aniversario camina confortablemente cosechando no pocas miradas. Su conducción en ciudad es confortable y la suspensión reacciona bien, sin ser en ningún momento áspera, frente a badenes y baches.
No, no se espera un Lexus IS F
Toca recoger el material, guardar el trípode, desmontar objetivos y volver a casa. Mientras me dirijo a una de las máquinas del parking para abonar nuestra estancia y dejo atrás al Lexus IS me ronda en la cabeza una idea que lleva muy presente en mi cabeza desde que supe que me iba a encargar de la prueba de este coche y es que me encantaría ver un nuevo Lexus IS F.
Sí, es un modelo que no tiene la demanda suficiente y además ahora tenemos un espectacular Lexus RC F del que ya os hablamos en nuestra prueba en Ascari, pero precisamente como tenemos a este RC F no puedo evitar pensar lo bien que estaría encontrarnos con toda la parte ciclo del coupé y la mecánica V8 atmosférica de 477 caballos debidamente adaptada a la berlina, luciendo un aspecto similar al de esta edición especial con el kit aerodinámico TRD y dispuesto a enfrentarse al BMW M3 y al nuevo Mercedes-AMG C 63.
Me gusta el toque que le da este kit al Lexus IS, me gusta también el nuevo sonido que le brinda el sistema de escape TRD, más deportivo pero sin caer en excesos, pero su apariencia pide a gritos más potencia, una potencia adicional que su parte ciclo podría asumir perfectamente. Puestos a pedir también nos encantaría una transmisión manual, pero eso resulta incluso un tanto más difícil que la idea de una nueva generación del Lexus IS F.
A deshora, como es habitual ya en nuestras sesiones de fotos, cruzamos la puerta del garaje. Inevitable no volverse a girar antes de echar el cierre. Llamativo, muy llamativo, con un excelente porte.
Toca despedirse de este Lexus IS 25 aniversario. He de reconocer que su dinámica me ha dejado un tato frío al buscar una conducción deportiva, lo que no quiere decir que no sea capaz de rodar a ritmos rápidos. Buscando una conducción más relajada el IS 250 es, o mejor dicho era, muy capaz, ofreciéndonos un comportamiento suave y confortable, delatando el verdadero sino de esta berlina.
Un vistazo más mientras se apaga el fluorescente del garaje… si tuviera un Lexus IS no tardaría demasiado en contactar con TRD para pedir el kit aerodinámico de esta edición especial.
Las fotografías de este artículo han sido hechas por Juanma Garcia Cámara.