Antes de que termine el presente año 2014, habrá un nuevo gallo en el corral dispuesto a hacerse con la corona a base de goma quemada y muchos caballos. Tras el interesante planteamiento que defendió el Lexus IS-F, en Lexus decidieron ir un paso más allá para quitarse de encima todos los complejos y luchar de tú a tú con el BMW M4 y el Audi RS5, próximamente también se añadirá el nuevo Mercedes C63 AMG. Los alemanes son los principales rivales del nuevo Lexus RC-F, y aprovechando que las especificaciones oficiales del último gran deportivo de Lexus han sido desveladas, nada mejor que analizar si el Lexus RC-F es una amenaza real, o tan sólo otro deportivo más con más pretensiones que argumentos.
La primera buena nueva, y que a su vez ya nos indica qué ofrece el nuevo Lexus RC-F, es la confirmación por parte de Lexus de que su división de competición ya está en negociaciones con la FIA para homologar al Lexus RC-F para categoría GT3. Este movimiento respaldaría el anterior programa de competición con base Lexus LFA, un programa que no conoció el máximo prestigio, pero que ahora aspira a demostrar con creces el trabajo de puesta a punto del nuevo coupé de Lexus.
El principal reclamo del Lexus RC-F será su propulsor V8, atmosférico por supuesto, y con la última tecnología de Toyota en tanto al control de la inyección (D-4S) y distribución variable (VTTi-E). En Lexus no quieren ni oír hablar de la sobrealimentación cuando se trata de alcanzar un punto de equilibrio entre eficiencia y alto rendimiento, para ello permitirán el funcionamiento dual en ciclo de trabajo Otto y Atkinson según las exigencias del acelerador. Un importante rediseño del propulsor tomando como inspiración el motor V10 que dio vida al Lexus LFA, ha sido suficiente para poner en el mercado el planteamiento más potente.
La última iteración del propulsor 5.0 V8 de Lexus (código 2UR-GSE) alcanza los 473 CV de potencia máxima y cuenta con un techo de giro de nada menos que 7.100 revoluciones por minuto. Toda esa potencia se transmite al tren posterior a través de un cambio automático por convertidor de par de ocho relaciones, que a su vez está asociado a un diferencial Torsen con la posibilidad de añadir control vectorial del par en tiempo real.
El resto del planteamiento técnico luce una importante puesta a punto con respecto del Lexus RC. Suspensiones y geometrías han sido modificadas a conciencia, destacando el uso de un nuevo equipo firmado por la alemana SACHS. El sistema de frenos pasa ahora a estar realizado por Brembo con pinzas fijas de seis pistones en el eje delantero y cuatro pistones para el eje trasero. Los discos ahora también son autoventilados y lucen tamaños de 15 pulgadas en el eje delantero y 13’3 pulgadas en el eje posterior.
Las prestaciones del Lexus RC-F son sumamente interesantes, pero en la batalla contra la técnica alemana, el coupé de Lexus parece que no las tiene todas consigo. El Lexus RC-F será capaz de realizar el 0-100 Km/h en 4,5 segundos. El BMW M4 Coupé DKG se conforma con 4,1 segundos para el mismo registro, el Audi RS5 mantiene el mismo tiempo y Mercedes todavía está culminando los detalles de su nuevo gran deportivo para el segmento D.
Un importante dato a revelar en esta comparativa, es el hecho de que el Lexus RC-F parece que no ha conseguido adelgazar tanto como se esperaba, reflejando en báscula un peso de 1.840 kilogramos por los 1.610 Kg del BMW M4 Coupé DKG – motor L6 Turbo, cambio de doble embrague y tracción trasera – y los 1.790 Kg del Audi RS5 – motor V8 atmosférico, cambio de doble embrague y tracción total quattro -.
Lexus saca pecho del desarrollo del RC-F aludiendo a que el reparto de pesos conseguido es muy similar al ofrecido por el Lexus LFA con un 48:52. Según Lexus, el RC-F ha sido pensado por y para su uso en circuitos con las máquinas de BMW, Audi y Mercedes como rivales a batir, aún así, el elevado peso final será un dato que decante la balanza del lado germano con diferencias más que notables si nos centramos en la oferta concreta de BMW.
Pero como todo lo expuesto se ciñe a la teoría, todavía tardaremos en emitir un juicio final, por lo menos hasta que podamos exprimir el Lexus RC-F en circuito, y así descubrir por nosotros mismos cómo Lexus ha conseguido plantar cara a la hegemonía alemana.