En Marzo de este año 2014 conocimos al Mercedes S 63 AMG Coupé. El genuino heredero de los grandes coupés de Mercedes-Benz. Pero algo había cambiado, Mercedes ya no hablaba de una Gran Turismo como antes, ahora decía ofrecer algo más, algo bajo esa presencia coupé más afilada y una denominación recién estrenada que lo acercaba todavía más a la Clase S. ¿Qué esconden las entrañas del Mercedes S 63 AMG Coupé?
Empezaremos por lo obvio, su motor. El nuevo Mercedes S 63 AMG Coupé no sorprendía durante su puesta de largo, pues recurría al propulsor V8 de 5.5 litros y doble turbocompresor. Decimos que no sorprendía porque este motor cuenta con relevo a la vista, el 4.0 V8 Biturbo, pero Mercedes ha preferido exprimir el 5.5 para rendir 585 CV de potencia máxima y unos asombrosos 900 Nm de par motor. Hasta aquí, todo era previsible.
La primera gran sorpresa del Mercedes S 63 AMG Coupé la encontramos en la posibilidad de poder escoger entre tracción trasera o total 4MATIC. Una posibilidad muy valorada por la mejora que ofrece en superficies deslizantes y, especialmente, cuando se pretende ir realmente rápido.
La tracción total es siempre una garantía al hablar de seguridad y prestaciones, pero lo mejor de esta nueva opción es que la adición de tracción total no ofrece lastre al conjunto. El peso del Mercedes S 63 AMG Coupé 4MATIC es el idéntico al homologado para la configuración de tracción trasera.
El peso, un factor clave para hablar de un verdadero deportivo, se ha conseguido rebajar en 65 kilogramos con respecto al anterior CL. El Mercedes S 63 AMG Coupé luce un peso en orden de marcha, ojo que muy pocos fabricantes dan el valor de masa con todos los niveles, depósito y conductor, anclado en los 1.995 kilogramos. Obviamente no es el candidato ideal para marcar tiempo en circuitos revirados, pero para hablar de un coupé de más de 5 metros con cuatro butacas, no está nada mal.
Para digerir los 900 Nm de par, el Mercedes S 63 AMG Coupé recurre al cambio de doble embrague puesto a punto por AMG, el AMG Speddshift MCT de 7 relaciones. La distribución de par entre ejes en la versión de tracción total 4 Matic es del 33% sobre el eje delantero y el 67% sobre el tren posterior. Otro argumento para hacerte con el sistema de tracción total es su aceleración, pues añadiendo tracción total, el Mercedes S 63 AMG Coupé 4MATIC realiza el 0-100 Km/h en 3,9 segundos, cuatro décimas más rápido que el tracción trasera.
Pero llegamos al punto álgido, tecnología. Y es que en el Mercedes S Coupé, se ha querido subir aún más el listón con respecto al ya excesivamente tecnológico Mercedes Clase S. ¿Su principal novedad? El Mercedes S 63 AMG Coupé será capaz de leer la carretera, adaptar su suspensión en tiempo real para flotar cual alfombra voladora sobre ella y, además, podrá inclinarse en las curvas para ofrecer sensaciones similares a las que experimenta un motorista o un esquiador en cada trazada. Hasta 2,5º podrá inclinarse el Mercedes S 63 AMG Coupé a favor del peralte de la curva.
Definitivamente no es su motor, su sistema de transmisión de doble embrague o los frenos carbocerámicos los que prometen revolucionar el concepto Gran Turismo que defiende el Mercedes S 63 AMG Coupé, sino un equipo de suspensión tan sumamente avanzando, que promete convertir los 1.995 Kg en mera anécdota en cada giro. ¿Lo conseguirá?