Acaba 2014, lo hacemos con un nuevo diseño y con la portada encabezada por una de las pruebas más especiales que hemos hecho en los casi 10 años de Diariomotor, pronto, en unas horas, estaremos enfilando el nuevo año con nuevas pruebas, con nuevos reportajes, vuelos, sesiones de fotos y novedades que llegan a nuestro buzón de correo a la 1 de la madrugada. Es día de mirar por el retrovisor y pensar en lo que hemos vivido en 2014, pero, por supuesto, lo mejor siempre esta por llegar.
En 2014 he tenido la oportunidad de ponerme tras el volante de un buen número de coches, lo habéis podido leer semana a semana, pero si tengo que hacer balance, clasificar candidatos y hacer un veredicto sobre cual ha sido para mí el coche del año lo tengo claro. No, no es el Rolls-Royce que durante estos días habéis tenido y tenéis en portada, es un coche totalmente diferente, un coche del futuro en el presente, un concept car llevado a producción, es el BMW i8.
Milán, junio de 2014 y ante mí un BMW i8 con las puertas alzadas esperándome, dejándome entrever la fibra de carbono de su estructura, en una primera toma de contacto que no me pudo dejar mejor sabor de boca. Sí claro, como la mayoría por aquí lo hubiera preferido con un V10 a las espaldas, con un V8 atmosférico e incluso con el 6 cilindros del nuevo BMW M3 y M4… pero su mecánica de 3 cilindros no suena nada mal y el coche demuestra un buen carácter GT acompañado de una imagen espectacular, casi de ciencia ficción.
Para mí es sin duda alguna el coche del año por su diseño, por su capacidad de llevar a las calles lo que sobre el papel parecía más propio de un coche conceptual, por los materiales empleados, por la complejidad del conjunto motriz híbrido y su chasis y lo fácil que parece todo una vez lo tienes delante, por su capacidad para ser un excelente coche en el día a día y divertirnos, sí, divertirnos, el fin de semana.
No tiene la dinámica de un Porsche 911, ni mucho menos, pero es un excelente GT. 362 caballos de deportivo capaz de borrar de un plumazo esa negra visión de la movilidad del futuro que años atrás se nos había presentado en forma de legión de coches eléctricos con forma de huevo. Seré el primero en añorar las mecánicas atmosféricas, los motores de más de 4 cilindros, los motores sin sonidos amplificados por el equipo de música, las direcciones y cajas de cambio con un tacto rudo… pero gracias al i8 me da un poco menos de miedo el futuro del automovilismo deportivo.
Posiblemente la elección no hubiera sido la misma si me hubiera podido poner tras el volante del Ferrari 458 Speciale A, una manera excelente de despedir a las mecánicas V8 atmosféricas en Ferrari. Snif snif, os echaremos de menos (y tanto). Me quedo también con las ganas de probar el Mercedes-AMG GT y en otras magnitudes el trío de coches americanos del momento: el Chevrolet Corvette Stingray, el Dodge Challenger SRT Hellcat y el nuevo Ford Mustang.
Un año excepcional para BMW
Más allá del BMW i8 la firma germana ha tenido un año de lo más prolífico e interesante. Hemos conocido nuevas propuestas como el BMW X4 y el BMW Serie 2 Active Tourer, pero si algo tengo que elogiar, más allá del BMW i8, en esta gran renovación por la que esta pasando BMW es a un excepcional BMW M235i y a un salvaje BMW M3-M4.
El primero por equilibrado, por deportivo confortable y al mismo tiempo con un enorme carisma, con una puesta a punto magnífica y todo un 6 cilindros bajo el capó al que sólo le pido una pizca más de sonido y un poco más de mala uva. Al segundo, al BMW M4, por descerebrado, por un chasis hecho por y para aquellos que gustamos de la conducción más pura y un motor capaz de entregar par a raudales.
Bonito trío de deportivos ha “parido” BMW en 2014. El BMW i8 como perfecto escaparate tecnológico de la deportividad del futuro, el BMW M235i como deportivo de bolsillo para todos los usos y el BMW M3-M4 como auténtico purasangre, desbocado y más que dispuesto a seguir luciendo la corona del segmento.
Alfa Romeo 4C, Morgan 3 Wheeler…
2014 me ha dado también la oportunidad de ponerme tras el volante de dos coches a los que les tenía muchas ganas: el Alfa Romeo 4C y el Morgan 3 Wheeler. Ambos representan de la manera más fiel la deportividad que más me gusta, aunque por otro lado no podían ser más diferentes al BMW i8 que he mentado como “coche del año”, una estética cuidada, llamativos y sobre todo una conducción con los mínimos aditivos, “poco, muy poco hecha”.
Sensaciones directas, tacto mecánico… no, el Morgan 3 Wheeler no es un coche de 2014 y el Alfa Romeo 4C no merece, por mucho que me guste, estar por encima del BMW i8, pero para mí han sido dos de los mejores coches que he podido conducir en 2014 junto a los antes mentados BMW M4 y M235i y el Rolls-Royce Ghost.
Por supuesto más allá de la propia experiencia de conducir estos coches ha habido otras vivencias en 2014 que bien merecen ser recordadas. Las 24 Horas de Ford 2014, el día que compartí Polo WRC con Latvala o el Summer Meet bien merecen ser recordados.
Datos, pruebas, imágenes y opiniones de los aludidos
Si después de leer esto te has quedado con ganas de más no te pierdas los siguientes enlaces:
- Prueba del BMW i8
- Prueba del BMW M4 Coupé
- Prueba del Alfa Romeo 4C
- Prueba del Morgan 3 Wheeler
- Opinión sobre el BMW M235i
- Un fin de semana con el Volkswagen Polo WRC
Por supuesto sólo podía terminar estas líneas agradeciendo que nos hayáis acompañado en los miles de artículos que hemos publicado a lo largo de estos 12 meses y deseando que tengáis un buen 2015.